(Agencias/InfoCatólica) El cardenal Terrazas manifestó su deseo de que "los resultados de esta tarde podrán ser vistos de otra manera con tranquilidad, con paz y justicia si es que aprendemos el modo y la manera de actuar de nuestra madre la Virgen María".
A su juicio este domingo constituye "un momento histórico" en el que a los bolivianos se les reclama "más que palabras auténticas, acciones del Dios de la vida, el Dios de la paz y del Dios de la justicia".
Terrazas instó también a los candidatos presidenciales que acudan con optimismo a los comicios y comprometan su apoyo al ganador de los comicios "para ir al encuentro del otro" y "resarcir las heridas".
Gana Evo Morales. País dividido
Al caer la tarde, una gran multitud se congregó frente al Palacio Quemado, sede de la presidencia, para festejar el triunfo de su candidato en las elecciones. De acuerdo con las encuestas a pie de urna, Evo Morales habría obtenido cerca del 63% de los votos, mucho más de lo que necesitaba para ser reelegido presidente de Bolivia.
Su principal adversario, el derechista Manfred Reyes Villa, recibió alrededor del 27% de los sufragios y Samuel Doria Medina, otro de los opositores, quedó en tercer lugar con el 9% de los votos. Al tiempo que los militantes de Plan Proyecto para Bolivia (PPB) y de Unidad Nacional (UN) abandonaban cabizbajos sus respectivos búnkeres, en la Plaza Murillo, adyacente a la casa de gobierno, los jubilosos seguidores de Morales agitaban la 'wipala', bandera de los pueblos andinos y reclamaban a grandes voces la presencia de su líder.
La aparición de Morales en el balcón presidencial, fue recibida con un estallido de aplausos y con gritos de 'jallaya mallku', en español: "que viva el gran cóndor". Visiblemente emocionado, el líder indígena pidió a su gente que lo acompañara "en la construcción de una Bolivia con justicia social y con igualdad de oportunidades para el hijo del empresario y el hijo del comunero (campesino)".
Pese a su contundente victoria, Evo Morales no consiguió convencer a la mayoría de los bolivianos sobre las bondades del socialismo y del pluralismo étnico, los pilares ideológicos de su gestión de gobierno. En tres de las nueve provincias en que se divide el país –Beni, Pando y Santa Cruz– Reyes Villa se impuso a Morales y en otras dos, las de Chuquisaca y Tarija, el actual y futuro presidente no hubiera ganado si en vez marchar por caminos separados, sus rivales hubiesen presentado una sola propuesta.
Por tanto, la Bolivia que emerge de este proceso, es el mismo país divido en base a criterios étnicos, geográficos y económicos, que a Morales le tocó en suerte cuando llegó por primera vez a la presidencia, en el 2005.
De un lado están las provincias de occidente, con más del 60% de su población, quechua y aymara, viviendo bajo el nivel de la pobreza. Del otro lado, las provincias del sur y del oriente, donde se concentran los yacimientos de gas y de petróleo con un nivel de ingresos similar al de Brasil y Chile, los países más desarrollados de Sudamérica.