(ÚltimaHora/InfoCatólica) "¿Nos callamos, hablamos, decimos algo, nos expresamos, nos manifestamos? No nos mantengamos en silencio. Es deber nuestro y por el bien de nuestros hijos", agregó.
"Les invito queridos hermanos a renovar sus esfuerzos por promover la cultura de la vida y esto significa: No más abortos, no a la eutanasia y no a los secuestros. Y aquí pedir por la pronta libertad del señor Fidel (ganadero secuestrado hace 50 días)", dijo el obispo castrense para luego agregar que todos debemos cooperar a favor de la humanidad.
El prelado instó a cambiar la mentalidad de los paraguayos y las malas costumbres como el "mbareté, el ñembotaby, el pokaré, el opareí que no nos permiten progresar".
Democracia sin principios morales
El religioso explicó que "la democracia promueve ataques sin precedentes a la vida humana". "Por una parte el progreso de las libertades democráticas ha llevado a una violación de los derechos humanos codificados en importantes acuerdos internacionales; por otra parte, cuando la libertad se aleja de los principios morales que gobiernan la justicia y muestra que el bien común se infecta de esa democracia cuando se aleja de los principios morales y así se convierte un instrumento con el cual el fuerte siempre quiere imponer su voluntad sobre el más débil, como desgraciadamente vemos que sucede cada vez con mayor frecuencia a nuestro alrededor", indicó para luego agregar que no basta con deplorar esta situación.
En otro momento de la homilía instó a "trabajar juntos" para "que ya no convivan personas hambrientas".
El obispo castrense aprovechó la oportunidad para agradecer a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, por acompañar esta festividad.
Señaló que éstas instituciones transitan por "momentos muy difíciles" y de persecución, pero afirmó que éstas "aún son fuertes y no hay antagonismos y factores adversos que puedan detenerlas". "Sabemos que gozamos de descredibilidad en todas las instituciones del Paraguay, pero nunca tenemos que perder la esperanza", dijo.