(Catholic Herald/InfoCatólica) La decisión, un producto más de la deriva modernista de la comunidad anglicana, ha sido tomada después de un proceso denominado «Vivir en amor y fe» (LLF, por sus siglas en inglés) que ha durado seis años y ha mantenido un acalorado debate dentro de la Iglesia de Inglaterra. El proceso LLF ha incluido una gran cantidad de consultas, acompañamientos, «escuchas» y recorridos para que los miembros de la Iglesia de Inglaterra pudieran experimentar la presencia de personas atraídas del mismo sexo que se presentan como «marginadas y víctimas».
La decisión ha generado reacciones de frustración por parte de diferentes grupos, ya que nadie ha obtenido lo que quería. Por un lado, algunos miembros de la comunidad LGBTQ++ han estado agitando activamente para cambiar la definición del matrimonio y buscan la aceptación que atribuyen a las personas atraídas del sexo opuesto, mientras que por otro lado, el sector más conservador y que intenta mantenerse fiel a las enseñanzas del Evangelio y de las Sagradas Escrituras se opone a cualquier tipo de cambio en las enseñanzas tradicionales de la iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad.
El problema se agudiza debido a la naturaleza del anglicanismo mismo y su origen protestante, dado que no hay acuerdo sobre dónde reside la autoridad en cuanto a la definición del matrimonio y el papel del sexo y la atracción erótica en una antropología cristiana. Algunos argumentan que la autoridad debería basarse en la Biblia, pero hay una gran cantidad de interpretaciones diferentes de la misma. Además, con la fragmentación de las diferentes corrientes teológicas y políticas que conforman el anglicanismo, no hay una tradición unificada sobre la cual basar la autoridad.
La Iglesia de Inglaterra ha sido durante mucho tiempo una institución dividida en cuanto a cuestiones relacionadas con el sexo y la sexualidad, y esta última decisión ha sido vista por muchos como un intento de encontrar un compromiso entre las diferentes posiciones, pero finalmente ha satisfecho a nadie y ha generado frustración generalizada.