(InfoCatólica) La noticia de que Escuelas Católicas, que agrupa a la mayoría de los colegios católicos de España, había anunciado en Twitter un «Pacto Educativo con Crismhom Comunidad Cristiana LGTBI-H», causó mucho revuelo y preocupación entre padres y profesionales . El anuncio estaba acompañado por una foto del Secretario General de Escuelas Católicas, el P. Pedro José Huerta Nuño, que posaba sonriente junto a quienes parecen ser representantes de la asociación Crismhom. Dicha asociación, con sede en Chueca, es conocida por defender que las relaciones entre personas del mismo sexo son moralmente buenas y queridas por Dios, contra lo que enseña el Magisterio de la Iglesia.
La cuestión principal era qué pacto era ese y cuál era el sentido de un pacto entre colegios católicos y una asociación de activismo LGTBI. Especialmente preocupante era el efecto que pudiera tener esa peculiar colaboración en los niños de los colegios de Escuelas Católicas.
Aunque hasta la fecha no hay tuit en su cuenta, ni publicación en su web, una vez más, se comprueba que arrojar luz sobre este tipo de cosas es efectivo, porque inmediatamente Escuelas Católicas dio una explicación, publicada en Religión Confidencial. El Secretario General Adjunto de Escuelas Católicas, Luis Centeno, ha declarado que entendía «que el tuit podía inducir a error, pero no hay nada detrás y merece una explicación. Ha habido una confusión, porque no se ha firmado ningún Pacto con CRISHMOM. Se alude al Pacto Educativo Global propuesto el Papa Francisco en 2020».
También ha afirmado que «en nuestros Colegios se enseña el magisterio de la Iglesia en todos los ámbitos. También en los temas más espinosos. No nos salimos de ese Magisterio», pero que ·«no queremos educar en la exclusión hacia otras personas, sino en el respeto y en el servicio», En ese sentido, los colegios de Escuelas Católicas siguen las indicaciones de la Iglesia «por el hecho de ser Colegios católicos. Los padres pueden estar tranquilos siempre que no hay otro mensaje». «Ahora nos hemos reunido con Crismhom, la comunidad cristiana LGTBI+H. Seguimos caminando para encontrarnos con el otro, desde lo que nos une y desde lo que nos separa, porque todos nos necesitamos en la aldea de la educación a la que nos invita la Iglesia».
Las explicaciones, ciertamente, son bienvenidas y un medio católico no puede sino alegrarse de que Escuelas Católicas afirme su respeto por la doctrina de la Iglesia y se esfuerce por tranquilizar a los padres que llevan a sus hijos a los colegios religiosos. Persisten, sin embargo, algunas cuestiones que quizá habría que aclarar.
En primer lugar, las explicaciones parecen algo excesivas. Dice el Secretario General Adjunto que en sus colegios se enseña el magisterio de la Iglesia en «todos los ámbitos», incluidos los «más espinosos», sin salirse de él, pero lo cierto es que es conocido y notorio que son muy numerosos los casos de colegios religiosos en los que se niega el magisterio de la Iglesia y, en particular, su enseñanza moral. Afirmar lo contrario quita fuerza a las explicaciones en lugar de dársela.
En segundo lugar, se asegura que la foto con la asociación LGTBI se debe a la «cultura del encuentro», la «teología de la relación» y a buscar «el diálogo con todos e intentando ofrecer nuestros valores», pero una cosa es dialogar con personas concretas y otra muy distinta que los responsables de una entidad cuyo objetivo principal es educar católicamente se hagan fotos con otra entidad cuyo objetivo principal es negar la moral católica. Por otro lado, el tono del tuit no parece indicar que lo sucedido en la reunión fue que Escuelas Católicas ofreciera a Crismhom los valores de la moral católica, la cual condena como pecado grave que clama al cielo las relaciones entre personas del mismo sexo. Y también resulta curioso que, en su comunicado, Escuelas Católicas solo hable en general de la doctrina de la Iglesia, pero no diga en ningún momento expresamente que las relaciones entre personas del mismo sexo son intrínsecamente malas y un pecado grave.
A eso se suma que resultaría impensable que el Secretario General de Escuelas Católicas presumiera de hacerse una foto similar con, por ejemplo, un grupo racista o xenófobo. Eso hace pensar que, para Escuelas Católicas, lo que representa la asociación Crismhom, en realidad, resulta admisible, no es tan malo y es solo una opinión respetable más. No como los grupos que defienden cosas erróneas y malas de verdad.
Como señala la agencia ACI, a modo de ejemplo:
CRISMHOM, contra la «doctrina moral tradicional» de la Iglesia
Las siglas CRISMHOM responden a «Cristianas y cristianos de Madrid homosexuales». Su denominación oficial es «CRISMHOM Comunidad cristiana LGTBI+H. Asociación de diversidad sexual e identidad de género».
Se define como «una entidad de diversidad sexual, de carácter ecuménico cristiano».
Está afiliada a la Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).
En su declaración relativa al Sínodo de la Sinodalidad, CRISMHOM y sus socios de la «Red Global de Católicos Arcoiris» afirman que su misión prioritaria es «liberar a las personas como nosotras del yugo de la doctrina moral tradicional».
También ha respaldado la bendición de parejas del mismos sexo, pese a que la Congregación para la Doctrina de la Fe rechaza como «ilícita toda forma de bendición que tienda a reconocer» estas uniones.
Finalmente, es muy llamativo que se nos asegure que no hay ningún Pacto con la asociación LGTBI y «no hay nada detrás». Si no hay nada detrás, ¿por qué esa nada se anuncia en Twitter con grandes sonrisas y diciendo literalmente «construimos Pacto Educativo con Crismhom»? ¿Qué es lo que se anuncia? ¿Qué es lo que se construye? ¿Nada?
Más aún, ¿qué significa que, aparte del tuit en cuestión, desde hace tiempo en la página web de Escuelas Católicas, la asociación Crismhom sea una de las entidades que figuran en el apartado «Alianzas»? ¿También es un malentendido? ¿Hay una alianza, pero no un pacto con la asociación LGTBI? ¿Significa algo eso?
Las referencias a «caminar» y «encontrarse» suenan muy bien, pero ¿pueden caminar juntas dos asociaciones que van en direcciones diametralmente opuestas? ¿Pueden aliarse si quieren exactamente lo contrario? ¿O será que sus direcciones no son tan opuestas?
Es laudable que el Secretario General Adjunto quiera que los padres no se preocupen, pero, desgraciadamente, las explicaciones que ha dado no parecen ser suficientes para aliviar esas preocupaciones.