Mons. Varden honra al arzobispo noruego que defendió los derechos de la Iglesia ante la llegada del protestantismo
Mons. Erik Varden OCSO, obispo de Trondheim (Noruega) en la Basílica de San Pedro en Roma ©Daniel Ibañez CNAd

Mons. Erik Valkendorf falleció hace 500 años

Mons. Varden honra al arzobispo noruego que defendió los derechos de la Iglesia ante la llegada del protestantismo

El obispo de Trondheim, Mons. Erik Varden OCSO, ha rendido homenaje en Roma al arzobispo Erik Valkendorf, fallecido hace 500 años, el 28 de noviembre de 1522, en la Ciudad Eterna. Valkendorf fue el penúltimo arzobispo de Nidaros (actual Trondheim), en Noruega, antes de que la Reforma Protestante acabara con la vida católica del país.

(CNAd/Infocatólica) Mons. Varden subrayó en su homilía en un réquiem el martes en la iglesia de Santa Maria dell'Anima de Roma, «la vida en Cristo llevará a la persecución en algún grado en este mundo caído en todos los tiempos. Simplemente es así».

Varden, que también había celebrado las Vísperas en Roma la noche anterior, describió el conflicto entre el rey Christian II y Valkendorf. Los dos habían sido «buenos compañeros al principio». Pero entonces Christian consiguió que Valkendorf se convirtiera en arzobispo de Nídaros en 1510 y, por tanto, en «metropolitano de toda Noruega, más Groenlandia, Islandia, las Islas Orcadas y la Isla de Man».

«Valkendorf aceptó la promesa del rey de que éste no tocaría el derecho de la iglesia, pero probablemente Christian contaba con cierto margen de interpretación entre los antiguos compinches», explicó Varden, y añadió: «Se equivocó. Valkendorf se convirtió en un obispo sincero que amaba a su diócesis. Gobernó con sabiduría y fue a su vez un pastor popular».

Noruega debe a Valkendorf «los primeros libros impresos en el país», a saber, «un breviario y un misal del rito de Nídaros, publicados en 1519».

«Despertó el disgusto del arzobispo que Christian le acosara constantemente con problemas financieros y que no respetara el derecho de la iglesia», explicó Varden sobre las tensiones entre el rey y el arzobispo. «El rey, por su parte, quería que el antiguo amigo se quitara de en medio: Ya no le servía de nada».

Valkendorf decidió finalmente «llevar el asunto al Papa». En la Candelaria de 1522 llegó a Roma. Jakob Ziegler lo describió allí como un «anciano venerable cuya alma honesta se expresaba en un bello semblante. Valkendorf sólo tenía 57 años, pero las dificultades y las luchas dejaron su huella. Nunca volvió a ver Noruega. Murió en la ciudad el 28 de noviembre del mismo año».

El Papa Adriano VI lo elogió «por su compromiso, que recuerda al de Tomás Becket, 'con la preservación de la libertad de la Iglesia'». Sin embargo, a diferencia de Becket, Valkendorf no fue «un mártir en sentido estricto. Pero su lealtad le costó todo: salud, fortuna y reputación».

«El valor que demostró es más que la mera firmeza natural», subrayó Varden. «En libertad, permitió que la cruz de Cristo sellara su vida. Una característica distintiva del rito de Nídaros es que, tras la consagración, el sacerdote mantiene los brazos »en forma de cruz, apuntando hacia arriba. No se puede estar en esta postura día tras día, año tras año, sin que deje huellas en el alma: sentimos en Valkendorf una conformidad con Cristo».

3 comentarios

Maximiliano
A Lutero le vencio la sexualidad, pero a mayores su soberbia, al alzarse contra DIOS y contra la FE cristiana. Queria ser el primero, y cayo bajo las garras del astuto satanás., que quiso ser un dios Y claro que el valor de la CRUZ es inmenso, pero a nuestra FE le deben acompañar nuestras obras, sino sería vacia, pues somos corredentores con CRISTO. Y nos lo resumio en pocas palabras, pues todos tenemos o tendremos nuestra cruz y nuestras pruebas ( el seguir a CRISTO supone renuncias y sacrificios, como oración ) :

" (...) Y llamando a la gente y a sus discípulos, y les dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque,quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de que le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?" ( (Mc 8, 27-35).
1/12/22 12:20 PM
Forestier
La Iglesia Católica fue aniquilada por la Iglesia Protestante. Y ahí siguen igual, pero arrastrados por la degradación de gran parte de las iglesias protestantes. Es una de las tristes herencias que dejó Lutero, tan elogiado en el actual Vaticano.
1/12/22 1:52 PM
Luis López
Noruega es uno de los países con más ateos del mundo. El protestantismo no sólo destruyó el catolicismo en Noruega (y en los países del norte de Europa); destruyó el cristianismo.

Recuerdo lo que señalaba ese nazi llamado Otto Zur Linde en el memorable cuento de Borges "Deutsches Requiem": "Lutero, traductor de la Biblia, no sospechaba que su fin era forjar un pueblo que destruyera para siempre la Biblia".

Y es significativo que ese buen arzobispo noruego muriera en tiempo de Adriano VI, un papa despreciado por los romanos por ser un "bárbaro del norte", un papa que a diferencia de su predecesor -León X- sí fue consciente de la magnitud del desastre protestante, y de la parte de responsabilidad que le tocaba en el mismo a los malos pastores de la Iglesia Católica.

"«Dirás también que confesamos sinceramente que Dios permite esta persecución de su Iglesia por los pecados de los hombres, especialmente de los sacerdotes y prelados... La sagrada Escritura dice en alta voz que los pecados del pueblo tienen su origen en los pecados del clero... Sabemos muy bien que también en esta santa sede han, acaecido desde muchos años atrás muchas cosas abominables: abusos en las cosas espirituales, transgresiones de los mandamientos, y hasta que todo esto se ha empeorado. Así, no es de maravillar que la enfermedad se haya propagado de la cabeza a los miembros, de los papas a los prelados. Todos nosotros, prelados y eclesiásticos, nos hemos desviado del c
1/12/22 5:22 PM

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