(RV/InfoCatólica) Este santo monje oriental, ha afirmado el Pontífice, nos llama a todos a poner de nuevo más atención en la vida espiritual. “Si justamente nos ocupamos de cuidar nuestro crecimiento físico, humano e intelectual, es todavía más importante -ha añadido- no desatender nuestro crecimiento interior, que consiste en el conocimiento de Dios y en la comunión con Él, para experimentar su ayuda en cualquier momento y circunstancia”.
El Papa ha recomendado a los sacerdotes y a los laicos, “sobre todo a los jóvenes”, que se confíen a “buen padre espiritual”, capaz de acompañar a cada uno de nosotros en el conocimiento profundo de sí mismo, y conducirlo a la unión íntima con el Señor”. “Para ir hacia Dios -ha dicho el Papa- tenemos siempre la necesidad de un guía, de diálogo, no podemos hacerlo solamente con nuestras discusiones”.
Y “el amor de Dios crece en nosotros -ha proseguido el Santo Padre-, si permanecemos unidos a Él con la oración y con la escucha de la Palabra”. “Solamente el amor divino nos abre el corazón a los demás y nos hace sensibles a sus necesidades, convirtiéndonos a todos como hermanos e invitándonos a responder con amor al odio y con el perdón a la ofensa”.
Mensaje a los jóvenes
“No tengáis miedo en permanecer, como María, bajo la Cruz, para encontrar la valentía de superar cada obstáculo de vuestra existencia”. Esta ha sido la invitación que ha dirigido el Papa a los jóvenes tras el rezo mariano y antes de que terminara la Audiencia General. Saludando, como es habitual, a los jóvenes, enfermos y recién casados, al final de los saludos en lengua italiana, Benedicto XVI ha recordado la memoria litúrgica que celebramos ayer martes: Nuestra Señora de los Dolores, que con fe, se detuvo al lado de la cruz de su Hijo, Jesús”.
A los enfermos, el Papa les ha deseado que podrán encontrar “en María consuelo par aprender del Señor Crucificado el valor salvífico del sufrimiento”; mientras a las parejas de recién casados, el Papa les ha aconsejado que se dirijan “con confianza en los momentos de dificultad a la Virgen de los Dolores, que les ayudará a afrontarlos con su materna intercesión”.