(InfoCatólica) El padre Jesús María Delgado, L.C. declara que "Mons. Blázquez presentará sus conclusiones y recomendaciones directamente a la Santa Sede" y que los Legionarios de Cristo y miembros del Regnum Christi "acataremos con obediencia filial lo que el Papa disponga".
En su carta, hecha pública a última hora de la tarde de ayer, reconoce que después de ser retirado el padre Maciel, conocieron “que había sostenido una relación con una señora y había tenido una hija”, así como que “más recientemente en la prensa se comenzó a hablar de otras relaciones y otros hijos”, aunque asegura que “dado el carácter parcial de la información disponible y la imposibilidad de evaluar de modo inmediato y definitivo esta situación compleja, la Legión de Cristo no puede en estos momentos hacer una declaración al respecto”.
El director territorial de LC en España explica que ante los pecados del padre Maciel, así como ante el “hecho de que no sabíamos, y que aún no sabemos, todos los datos” y que “es posible que nueva información siga saliendo a la luz”, tanto los Legionarios como los miembros del Regnum Christi experimentan “reacciones diversas, según la personalidad, sensibilidad y situación personal de cada uno: dolor, miedo, sospecha, inseguridad, desengaño, compasión…”. El padre Delgado lamenta también “que por nuestra incapacidad para detectar en su momento estos hechos no los hayamos aceptado y comunicado oportunamente, y así hayamos podido causar aún más sufrimiento” y confirma que “la vasta maraña de información, rumores y especulaciones, unidos al deber cristiano de no divulgar los pecados de otros han hecho difícil publicar el tipo de declaración directa que quizá algunos esperaban de nosotros”.
En todo caso, afirma que “nuestras oraciones deben estar con todos aquellos que de alguna manera han sido perjudicados o escandalizados por las acciones del P. Maciel y asegura que el P. Álvaro Corcuera “ha comenzado a acercarse personalmente, y en privado, a quienes él sabe que han sufrido, pidiendo disculpas sinceras. Como escribió en su carta del 29 de marzo: 'Estamos profundamente apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido lastimados'.
A continuación, igual que en el texto de la carta enviada por los directores territoriales de los Legionarios de Cristo de Atlanta y Nueva York, la carta explica que es preciso hacer un “análisis sobre el pasado y el presente y a considerar las previsiones para el futuro”, y en respuesta a las preguntas de “si la Legión de Cristo está viviendo con altura y responsabilidad este momento, y si está tomando las medidas necesarias”, el padre Delgado afirma que “Estamos decididos a hacerlo, lo estamos haciendo y seguiremos haciéndolo”.
Así, respecto a la figura del padre Maciel, en la Legión de Cristo y en el Regnum Christi, puesto que aunque “él es nuestro fundador” y en cuanto tal hay “sólida doctrina católica que objetivamente nos transmitió”, así como “legítimos aspectos institucionales que la Legión de Cristo y el Regnum Christi recibieron de Dios a través de él, que están aprobados por la Iglesia y que han hecho tanto bien”, reconoce que en “su vida privada”, “los hechos que han salido a la luz no pueden ser, en modo alguno, considerados como un modelo a seguir para las generaciones presentes y futuras”, de modo que se hace preciso un discernimiento y separación, para lo que están recibiendo “asesoría y la orientación de hombres santos llenos de experiencia, prudencia y del don de consejo”, así como “la ayuda materna de la Iglesia y de nuestros superiores en la Santa Sede”.
El padre Delgado responde también a varias cuestiones concretas:
A la pregunta de “si los superiores mayores conocían estas facetas de la vida de nuestro fundador y las han ocultado”, responde que “ellos tuvieron conocimiento de los hechos cuando el P. Maciel se había ya retirado de sus funciones como director general y su salud estaba ya muy deteriorada. Por tanto, no hubo encubrimiento alguno por su parte”.
“Con respecto al ‘voto privado de caridad’ que se profesaba en la Legión de Cristo, reitera que, obedeciendo al papa Benedicto XVI, “desde hace dos años ya no se profesa”. Del mismo modo, “hemos cambiado la praxis de que los superiores legionarios fueran directores espirituales de los religiosos de sus comunidades y han sido nombrados otros directores espirituales que no son sus superiores”, y “los superiores ya no son confesores habituales en la propia casa”, lo que “asegura el total respeto del así llamado fuero interno y de la libertad de conciencia”.
En relación a la protección de los niños y jóvenes, si bien no se concretan las medidas, como en el texto enviado por los DT de Atlanta y Nueva York, el padre Delgado asegura que se está teniendo “un atento cuidado para asegurar ambientes seguros en todas las actividades, sobre todo en las que participan menores de edad”, y que prevén intensificar en España próximamente “la revisión permanente de los procedimientos de seguridad y supervisión”.
Finalmente, y sobre los aspectos financieros, tampoco se determinan con detalle como en la carta de Atlanta y Nueva York, pero se afirma que “desde hace ya algún tiempo, y a medida que la Legión de Cristo y el Regnum Christi han ido creciendo, se han ido institucionalizando progresivamente los procedimientos más convenientes, contando además con la ayuda de colaboradores profesionales”, y así “hemos elaborado y verificado los procesos necesarios para asegurar que todas las operaciones económicas estén siempre estrictamente controladas”.
El Director Territorial de los Legionarios de Cristo en España considera que aunque éstos en su “gran mayoría han optado por seguir ahí donde están, haciendo todo el bien que pueden”, es comprensible que algunos deseen servir a Dios por otras vías, separándose del Regnum Christi; otros han decidido hacerse temporalmente a un lado y tomarse un período de oración y reflexión para discernir, a la espera de que concluya la Visita Apostólica”, y pide ser “particularmente comprensivos, respetuosos” y “orar unos por otros”.
Añade el padre Delgado que le produce “inquietud” el “constatar que muchas personas buenas están sufriendo un gran daño y confusión por escuchar comentarios sobre este tema llenos de detalles, a menudo morbosos, que dan por ciertos y fundados datos y noticias –muchos de ellos anónimos–, que hoy circulan por internet y por los medios de comunicación”, y recuerda que “la prudencia aconseja buscar la verdad en la caridad de acuerdo con el Evangelio y los criterios de la moral católica, ser sobrios al hablar y cautos al escuchar”.
Finalmente, aconseja a todos intensificar el “contacto con Dios en la oración y en la Eucaristía”, ayuda para que “nuestros pensamientos y palabras sirvan para edificar al prójimo en la caridad”, así como “oportunidad de reparación”. La carta concluye con una llamada a crecer en el amor a Dios y a los hermanos: “Nuestra misión en la Legión de Cristo y el Regnum Christi consiste en amar, edificar y servir. Vivimos momentos de gracia, pero también momentos de prueba. Si sabemos vivirlas, las pruebas se convierten en oportunidades para crecer en humildad, para aprender muchas lecciones, para mejorar”, “a más dificultad, más unidad; a pruebas más duras, más caridad”.