Francisco: el Señor siempre nos acompaña en el camino de la vida aunque no le veamos

Visita un centro de atención a los más vulnerables de las Misioneras de la Caridad:

Francisco: el Señor siempre nos acompaña en el camino de la vida aunque no le veamos

El Papa dirigió hoy unas palabras especiales a los residentes del Centro Belén que acoge a personas y familias en situación de vulnerabilidad en Bratislava, capital de Eslovaquia, y está gestionado por las Misioneras de la Caridad: «Jesús está con nosotros, nunca nos abandona. Puede que lo veamos o puede que no, pero siempre nos acompaña en el camino de la vida».

(Vatican.news/InfoCatólica) En el marco de su viaje apostólico a Eslovaquia, laa tarde de este lunes 13 de septiembre, el Papa Francisco visitó el «Centro Belén» ubicado en Bratislava  y que está gestionado por las Hermanas de la Caridad, congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

Este centro acoge a familias y personas con dificultades que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad.

A su llegada, el Santo Padre dirigió unas palabras espontáneas, pronunciadas desde el corazón, a un grupo de personas y niños congregados en la entrada del edificio, así como una banda musical que armonizó el encuentro.

«Estoy feliz de visitarlos, de estar entre ustedes, estoy muy contento: gracias por recibirme», dijo Francisco agradeciendo también a las religiosas por el trabajo que realizan, por su labor de acogida, de ayuda y de acompañamiento.

El Pontífice agradeció igualmente a las madres y padres presentes con sus hijos y a todos los niños que participaron en el encuentro:

«El Señor también está con nosotros: cuando estamos juntos, tan felices, el Señor está con nosotros. También está con nosotros cuando tenemos momentos de dificultades: nunca nos abandona, está siempre cerca de nosotros. Puede que lo veamos o puede que no, pero siempre nos acompaña en el camino de la vida: no lo olviden, sobre todo en los malos momentos»

Además, Francisco agradeció al grupo de jóvenes del coro y rezó con todos la oración del Ave María.

A continuación, prosiguió la visita en el interior del centro donde saludó a unas treinta personas que vivían en la calle y que ahora son acogidas por las religiosas. Algunas de estas personas están enfermas o tienen capacidades diferentes e igualmente, muchas de ellas, se dedican a ayudar a otros necesitados.

Antes de despedirse, en torno a las 16.40 (hora local) el Papa firmó el libro de honor de las Hermanas de la Madre Teresa en Eslovaquia: 

«Agradezco a las Hermanas de la Caridad su testimonio. Agradezco a las personas que colaboran. Rezo por ustedes; por favor, recen por mí. Que el Señor los bendiga y que la Virgen los proteja».

 

 

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