(Reuters/InfoCatólica) "Después de mucho tiempo, el presidente Ma (Ying Jeou) ha hecho lo correcto", asegura Jedroob Thondup, miembro del Parlamento tibetano en el exilio. "Si se opone a su santidad, es probable que se produzcan reacciones violentas", agregó.
Esta no es la primera vez que Taiwán autoriza la entrada del líder tibetano, ya que entre 1997 y 2001 tuvo permiso para visitar la isla sin restricción alguna. China, por su parte, le tilda de "separatista" y "traidor" y condena sus viajes en el extranjero.