Obispo funcionario de la dictadura comunista consagra al quinto obispo fruto del acuerdo entre el Vaticano y China
Ordenación episcopal de monseñor Li Hui en China ©Vatican.news

Mientras sigue la persecución contra los católicos que no se someten

Obispo funcionario de la dictadura comunista consagra al quinto obispo fruto del acuerdo entre el Vaticano y China

Un nuevo obispo, el quinto desde la firma del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de obispos, fue consagrado el 28 de julio en China. Se trata de Mons. Antonio Li Hui, obispo coadjutor de Pingliang, en la provincia de Gansu.

(Agencias/InfoCatólica) El nuevo obispo nació en 1972 en el condado de Mei, provincia de Shaanxi, ingresó en el seminario diocesano de Pingliang en 1990 y se graduó en el Seminario Nacional de la Iglesia Católica en China. Es sacerdote desde 1996.

La Misa estuvo presidida por Mons. Ma Yinglin, obispo de Kunming (Yunnan), presidente de la Conferencia Episcopal China y vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica china. Los dos órganos de la «Iglesia independiente» son una expresión del Partido Comunista Chino

A la ordenación también asistieron M ons. Han Jide, titular de la diócesis de Pingliang, mons. Guo Jincai, obispo de la diócesis de Chengde (Hebei) y mons. Han Zhihai, obispo de la diócesis de Lanzhou (Gansu). El padre Yang Yu, subsecretario general de la Conferencia Episcopal China, leyó la carta de aprobación. En la catedral estuvieron presentes más de 30 sacerdotes y 20 religiosas, representantes de la Asociación Patriótica y fieles de la diócesis.

El nombramiento por parte del Santo Padre, confirmó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, tuvo lugar el «11 de enero de 2021».

Sigue la persecución

Mientras tanto, en el día de ayer, el padre Joseph Liu, de la diócesis de Mindong (Fujian), fue detenido por la policía por su negativa a unirse a la Iglesia del partido. Según fuentes de AsiaNews, a causa de su resistencia, fue sometido a una violencia terrible:

«Después de torturarlo durante 10 horas, seis policías le cogieron de la mano y le obligaron a firmar. La persecución de los religiosos católicos no cesa».

La detención del padre Liu demuestra que el acuerdo entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos no ha cambiado la dinámica del pasado, ya que el Partido sigue controlando férreamente las actividades del personal religioso.

Algo similar ocurrió con el obispo de Xinxiang (Henan), Mons. Joseph Zhang Weizhu. Tras ser detenido en mayo junto con 10 sacerdotes y otros tantos seminaristas, aún se desconoce su paradero.

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