Quince asesinatos desde la muerte del cardenal Posadas

Dos de cada diez sacerdotes sufren situaciones de amenazas y violencia en México

Dos de cada diez sacerdotes sufren en México «intimidación directa» y «agresiones violentas» de diversos grupos, lo que convierte a este país en el segundo más violento de Hispanoamérica para el clero, sólo por detrás de Colombia, dijeron ayer a la agencia Efe fuentes episcopales. Esta violencia ha costado la vida a quince religiosos desde 1993, según el artículo «Neopersecución de sacerdotes en México», publicado esta semana por la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación (CEPC), que depende de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

(Efe/InfoCatólica) Omar Sotelo, director de la CEPC, dijo ayer  a Efe que lo que se pretende con la publicación es "mostrar que hay algo contra los religiosos, sacerdotes y obispos (de México) por su ejercicio pastoral".

"Nosotros no queremos poner ningún juicio, ni mucho menos, pero sin embargo hemos tenido estas circunstancias y es un momento oportuno de mostrarlas porque, ciertamente, ahí están", agregó.

El artículo señala que los motivos de estas agresiones son variados y tras ellas están grupos "anticatólicos, políticos, intelectuales, policiales o el crimen organizado".

El artículo, escrito por Gustavo Antonio Rangel, un periodista de la Red de Comunicadores de la diócesis de Teotihuacán, no especifica el grado de implicación de cada uno de estos sectores.

En los últimos dieciséis años la CEPC contabilizó quince asesinatos "perpetrados bajo una demónica perversidad", de los cuales uno le costó la vida a un cardenal, Juan José Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993 en Guadalajara, once más a sacerdotes y tres a religiosos.

Para el articulista, esos hechos muestran que "el ministerio sacerdotal se ha convertido en una labor de riesgo para algunas provincias eclesiásticas del país", entre ellas la Sierra Caliente de Guerrero, Los Altos de Chiapas o algunas zonas de Oaxaca, todas ellas en el sur del México, así como en municipios de la región tarasca de Michoacán, y zonas de Jalisco, ambos en el oeste del país.

También cita entre las regiones peligrosas las de Tephuanos y del Mezquital, en el estado de Durango, la ciudad de Torreón, capital del estado de Coahuila, la zona fronteriza de Chihuahua, todas ellas en el norte de México, y la franja que va de Los Mochis a Mazatlán, en el noroccidental estado de Sinaloa.

Otras áreas de riesgo serían las ciudades de Veracruz y Xalapa, en el este del país, Aguascalientes capital y el estado de Hidalgo, la zona conurbana del Estado de México y el Distrito Federal, centro del país.

"Los casos anteriores obligan a abrir los ojos, y actuar con energía condenando los hechos para que las autoridades investiguen, hasta el último esfuerzo empeñado, y resuelvan los magnicidios que siguen sin sentencia o consignación del o los responsables", concluye el artículo.

1 comentario

Esteban
Solo 15 desde el Cardenal Posadas?,creo que la cifra es evidentmente erronea
21/08/09 12:12 AM

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