(EPC/InfoCatólica) En su artículo publicado por Project Syndicate, Singer analiza la expansión de la eutanasia en todo el mundo. Se centra sobre todo en Canadá, que recientemente ha ampliado la eutanasia a las personas que no tienen una enfermedad terminal pero padecen una enfermedad mental. La eutanasia sólo para los enfermos mentales no se aplicará durante 24 meses, mientras el gobierno canadiense diseña los protocolos para que se pueda obrar dicho crimen.
Singer comenta también la cuestión de la eutanasia por petición anticipada, que el Tribunal Supremo holandés aprobó recientemente. Ello consiste en que si alguien ha firmado una petición para que le sea quitada la vida, no podrá posteriormente oponerse si no está en pleno uso de sus facultades mentales. Es decir, un médico podrá arrebatarla la vida aunque parezca oponerse. Así lo explica Singer
La cuestión de permitir la solicitud anticipada de la asistencia para morir será más apremiante a medida que la población envejezca y más personas desarrollen demencia. El año pasado, el Tribunal Supremo holandés dictaminó que no se puede procesar a los médicos por practicar la eutanasia a pacientes que hayan dado su consentimiento por escrito, pero que posteriormente hayan perdido la capacidad de darlo.
Singer señala con precisión cómo el envejecimiento de la población crea más presión sobre una nación, sin embargo, ignora el hecho de que no exigir el consentimiento en el momento de la muerte justifica la eutanasia sin consentimiento. ¿Por qué estaría mal matar a alguien con demencia que no hizo una petición anticipada? ¿No sería considerado cruel obligar a esa persona a vivir?
Sobre la eutanasia para los enfermos mentales afirma:
No cabe duda de que a algunos enfermos mentales no les ayuda el tratamiento y sufren mucho. Es difícil ver por qué si el sufrimiento de una enfermedad física incurable pero no terminal es suficiente para la asistencia para morir, el sufrimiento igual o peor de una enfermedad mental incurable no debería ser también suficiente. Además, para las personas que sufren una depresión intratable u otras enfermedades mentales que no responden al tratamiento, el mero hecho de ser considerado apto para la eutanasia puede hacer la vida más soportable.
Singer reconoce que las evaluaciones psiquiátricas pueden no determinar si la enfermedad mental es incurable, pero luego sugiere que esto no importa porque sólo el paciente puede determinar cuán insoportable es el sufrimiento.