Palabras de Benedicto XVI durante el Ángelus en Castelgandolfo

«Los campos de concentración nazis son símbolos del infierno que se abre sobre la tierra cuando el hombre olvida a Dios»

Benedicto XVI dirigió ayer el rezo mariano del Ángelus desde el balcón del palacio Apostólico de Castelgandolfo. Como hiciera el pasado domingo en el marco del Año Sacerdotal, el Santo Padre ha recordado también los nombres de los santos que la liturgia recuerda estos días, compartiendo con los fieles una meditación sobre lo que significa su ejemplo. Excepto santa Clara de Asís, todos los demás santos que conmemoraremos a lo largo de esta semana son mártires, de los cuales dos fueron asesinados en el campo de concentración de Auschwitz. Se trata de santa Teresa Benedicta de la Cruz -Edith Stein-, y san Maximiliano Kolbe.

(RV/InfoCatólica) Evocando la vida de estos dos mártires, el Papa se ha detenido a analizar el significado de los campos de concentración nazis, que como cualquier campo de exterminio, se pueden considerar como “símbolo extremos del mal, del infierno que se abre sobre la tierra, cuando el hombre olvida a Dios y lo sustituye, usurpándole el derecho de decidir qué es el bien y el mal, y dar la vida o la muerte”.

“Por desgracia –ha proseguido el Papa- este triste fenómeno no está relacionado sólo a los campos de concentración. Estos son sólo la punta final de una realidad amplia y difundida, a menudo con límites borrosos”.

La vida de santa Teresa Benedicta de la Cruz -nacida en la fe judía y que conquistada por Cristo en edad adulta se convirtió en monja carmelita finalizando su existencia con el martirio-, y de san Maximiliano Kolbe -hijo de Polonia y de san Francisco de Asís y gran apóstol de María Inmaculada-, nos lleva a reflexionar sobre la profunda divergencia que existe entre el humanismo ateo y el humanismo cristiano. “Una antítesis que atraviesa toda la historia, pero que al final del segundo milenio, con el nihilismo contemporáneo, ha llegado a un punto crucial como apreciaron grandes pensadores y literatos, y como han demostrado ampliamente los últimos acontecimientos”.

En este sentido Benedicto XVI ha recordado que por un lado está la exaltación de la libertad como único principio del hombre, y por otro, tenemos a los santos: “Por un lado, existen filosofías e ideologías, e incluso modos de pensar y de actuar, que exaltan la libertad como único principio del hombre, como arbitrariedad, en alternativa a Dios, y de este modo transforman al hombre en un dios, un dios equivocado, que hace de la arbitrariedad el propio sistema de comportamiento. Por otro lado, tenemos precisamente a los santos que, practicando el evangelio de la caridad, hacen de la esperanza su razón, mostrando el rostro del verdadero Dios, que es Amor, y al mismo tiempo, el rostro auténtico del hombre, creado a imagen y semejanza divina”.

A santa Teresa Benedicta de la Cruz y san Maximiliano Kolbe, el Papa ha unido otras figuras espléndidas de mártires de la Iglesia de Roma, como san Ponciano Papa, san Hipólito sacerdote, y san Lorenzo diácono. “¡Qué maravillosos modelos de santidad nos propone la Iglesia! –ha exclamado el Papa- Estos santos son testigos de esa caridad que ama ‘hasta el final’, y no tiene en consideración el mal recibido, sino que lo combate con el bien (cfr 1 Cor 13,3-4). De ellos podemos aprender, sobre todo nosotros los sacerdotes, el heroísmo evangélico que nos empuja, sin temer nada, a dar la vida por la salvación del alma. ¡El amor vence la muerte!”.

Benedicto XVI ha concluido su alocución previa al rezo mariano del Ángelus pidiendo la intercesión de la Virgen María para que ayude sobre todo a los sacerdotes a ser santos, como lo fueron los testimonios evocados, porque “éste es el único modo para ofrecer una respuesta creíble” al ser humano del mundo contemporáneo: “la respuesta de la caridad en la verdad”.

Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Papa ha saludado a todos los presentes en varias lenguas. En especial el Papa se ha dirigido a los fieles polacos que estos días peregrinan a pie al santuario de Jasna Góra (Czestochowa), deseándoles que este camino dé numerosos frutos, como la conversión de los corazones, y el don de la divina misericordia.

En español éste ha sido el caluroso saludo que Benedicto XVI ha dedicado a los numerosos peregrinos de nuestra lengua presentes en Castel Gadolfo, entre los cuales se encontraba un nutrido grupo de jóvenes: “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que se unen a esta oración del Ángelus. Especialmente al grupo de la pastoral juvenil de Toledo, acompañados por su arzobispo. En el Día del Señor, invito a todos a buscar en la Eucaristía el pan bajado del cielo, el alimento que perdura y da la vida eterna. Que la Santísima Virgen María interceda para que nunca falte este sustento de nuestra esperanza y nuestros esfuerzos por la paz. Feliz domingo”.

7 comentarios

José María
Curiso, sí.
Pero más curios que, cuando hace un año se beatificaron a centeneres de mártires españoles (creo que fue por algo relacionado con la revolución de octubre o el 36, porque no se dijo nada en la consagración), el Papa apenas se refirió a los españoles allí presentes y, al día siguiente, no recibió a los familiares de los mártires
10/08/09 9:42 AM
José María
Y, hablando de beatificaciones que se pudieron hacer aquí, pongamos en "El Cerro de los Ángeles", dice el embajador del PSOE en el Vaticano(¿masón como todos los anteriores?):
"Entre las gestiones más difíciles ante la Santa Sede, el ex alcalde de La Coruña destaca la beatificación de los mártires de la Guerra Civil, una ceremonia en la que fue partidario de que se celebrara en la Plaza de San Pedro, postura de la que se felicita porque, afirma, "fue un acierto", porque cumplió con su doble faceta, "la religiosa, y la conciliadora""
... Bueno, pues a mí me parece que si aquel emplazamieno fue bueno para el PSOE, NO PUDO SERLO PARA ESPAÑA Y LA IGLESIA
10/08/09 12:30 PM
José María
Otrosi.
Con todo respeto a S. S.: ¿Alguna vez se ha pronunciado la Curia Romana sobre el genocidio de las campañas de bombardeo aliadas?.
Ahora que se recuerda el aniversario del Bombardeo Nuclear (que mató a mucha menos gente que los de Tokio y Dresde, respectivamente y por citar solo dos ciudades masacradas), hubiera sido un buen momento.
No siendo así, el retorno al manido "Holocausto" no es ni justo con la historia ni con la verdad. Y, aun peor, daña la imagen temporal de la Iglesia.
10/08/09 1:01 PM
El manido Holocausto. Ciertamente:

Hay que ver lo que ha producido. Y cómo ha escandalizado el principio básico de los de le estirpe de David.

Como si la Bestia Parda huviera dicho. En Solución Final: O encuentro la raíz de la casa de David y secó y achicharro y mato su árbol genealógico. O ellos mismos, con su nuevo estado por mi sufragado, mensopreciando la Ley, las Escrituras, Y los profetas: volverán ami.
10/08/09 7:08 PM
Álvaro
A ver si el Papa alguna vez hace alusión a los gulags soviéticos, o a las checas de los rojos en España.
11/08/09 7:52 PM
Álvaro
Por cierto, aquello que dice el Papa sobre "la sustitución de Dios y la usurpación del derecho a decidir qué es el bien y qué es el mal", es perfectamente aplicable a la democracia liberal. ¿O no?

El trasfondo filosófico del régimen nacionalsocialista alemán es idéntico al de las democracias liberales de la actualidad. Se trata de regímenes que actúan soslayando la ley natural cuando les viene en gana y que no reconocen más autoridad que la que emana de la voluntad de los legisladores de turno.
11/08/09 8:01 PM
refractario
Cansa ya tanta referencia continua a los nazis. Los nazis no son los que gobiernan hoy ni los únicos que cometieron crueldades en el pasado. Y como bien dice Álvaro, el trasfondo filosófico de los regímenes actuales es parecido.
12/08/09 4:47 AM

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