El cardenal Cipriani presidió la misa como Legado Pontificio

Multitudinaria misa por el IV centenario de la archidiócesis peruana de Ayacucho

El Cardenal Juan Luis Cipriani presidió el pasado lunes, como Legado Pontificio del Papa Benedicto XVI, la solemne Eucaristía de Acción de Gracias por los 400 años de creación de la Archidiócesis de Ayacucho, en la Plaza de Armas de dicha ciudad. En su homilía, el Cardenal Cipriani destacó las numerosas aportaciones del pueblo ayacuchano a Perú, como la virtud de la alegría y su espíritu misionero. En la Misa se tuvo un recuerdo de las almas de las personas que murieron por la violencia terrorista y se rindió homenaje a todas las instituciones religiosas que han contribuido a evangelización y pastoral en dicha Arquidiócesis.

(Fides/InfoCatólica) El Cardenal Cipriani presidió la misa de acción de gracias ante una multitudinaria concurrencia de fieles y con la presencia del Nuncio Apostólico, Monseñor Bruno Musarò y más de veinte obispos peruanos. El Enviado Papal destacó también en su homilía, llena de recuerdos por los más de diez años en que se desempeñó como Arzobispo de Ayacucho, la virtud de la alegría de la iglesia ayacuchana, a pesar de los obstáculos que se han presentado a lo largo de los 400 años de historia. Asi mismo, envió envío un saludo de agradecimiento a todas las congregaciones religiosas que durante estos cuatrocientos años de historia de fe en Ayacucho, han evangelizado y contribuido en la formación doctrinal de los pueblos de toda la zona conocida como la “Roma de los Andes”, como la labor en favor de los más pobres de la Madre Covadonga y de las monjas de clausura de los tradicionales conventos ayacuchanos de Santa Teresa y Santa Clara. E invitó a que el espíritu misionero siga impulsando las visitas a los pueblos y la tarea de la enseñanza del catecismo.

El Arzobispo de Lima recordó a continuación la labor pastoral de los Obispos, quienes llevaron con mucha devoción los primeros años de la diócesis de Huamanga (como se llamó en un inicio la actual Arquidiócesis de Ayacucho), creada por el Santo Padre Paulo V, el 20 de julio de 1609. Entre ellos, destacó a Monseñor Francisco Verdugo, segundo Obispo de Huamanga, “quien dictó las primeras constituciones de la diócesis, el año 1622” y a Monseñor Cristóbal de Castilla y Zamora, fundador de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, “quien convocó el Primer Sínodo diocesano reunido en 1672”.

También rezó por todas las almas de las personas que murieron en la época de terrorismo de Sendero Luminoso, especialmente en los años ochenta y principios de los noventa.

Finalmente, el Cardenal Cipriani recordó la importantísima propuesta que nos hace el Santo Padre Benedicto XVI con la proclamación del Año Sacerdotal. Por ello, invitó a los fieles ayacuchanos, especialmente a los sacerdotes, a aprovechar esta especial ocasión para aspirar a la santidad con nuevo ardor, y así lograr que florezcan vocaciones de jóvenes que entreguen sus vidas a Dios en el sacerdocio. “Que la vida sacramental ilumine todos los esfuerzos pastorales, insistiendo de manera especial en la participación en la Eucaristía dominical, que se ilumine y se practique de una manera valiente el sacramento de la Reconciliación, superando las dificultades”, culminó.

Durante la Santa Misa, el Nuncio Apostólico en Perú, Mons. Bruno Musarò leyó el mensaje del Santo Padre Benedicto XVI enviado con ocasión de esta especial conmemoración quien pidió a todos los ayacuchanos, en especial, a los sacerdotes, a edificar el cuerpo de Cristo en la comunidad eclesial.

En la Santa Misa se hicieron presentes centenares de pobladores de zonas rurales de Ayacucho quienes acudieron a esta conmemoración tras caminar más de doce horas así como pobladores de los valles Apurímac y Ene (VRAE), afectados por el narcoterrorismo. Al término de la misma el Cardenal Cipriani impartió la Bendición Apostólica en nombre del Santo Padre Benedicto XVI a todos los fieles de Ayacucho.

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.