(CNS/InfoCatólica) Católicos ucranianos en Estados Unidos, han donado más de 136,000 dólares para ayudar a las víctimas de las inundaciones que han devastado el oeste de Ucrania.
El esfuerzo de recaudación de fondos ha sido coordinado por el obispo Andriy Rabiy, auxiliar de la Arqueparquía de Ucrania de Filadelfia.
Las inundaciones en las provincias ucranianas de Ivano-Frankivsk y Chernivtsi a fines de junio afectaron a unas 300 ciudades, con al menos la misma cantidad de millas de carreteras dañadas o destruidas. Se interrumpió el suministro de gas a unas 10.000 personas.
«Se recibe muy poca o ninguna ayuda del gobierno. Las personas realmente aprecian la ayuda que reciben de Caritas y nuestras contribuciones y se sorprenden de la rapidez con la que reciben lo que necesitan.
En el Evangelio, escuchamos la historia de cómo Jesús multiplicó los peces y los panes. Tomó cinco panes y dos pescados, bendijo, multiplicó esta pequeña ofrenda y alimentó a más de 5000 personas. Así es con nosotros. Lo que ofrecemos, Nuestro Señor bendecirá y multiplicará para satisfacer las necesidades de quienes sufren la destrucción de esta trágica inundación.
Su generoso apoyo marcará una gran diferencia en las vidas de nuestros hermanos y hermanas necesitados. Gracias a todos y cada uno de ustedes por su contribución a este esfuerzo de alivio de inundaciones. Estamos muy agradecidos y agradecidos por su ofrenda de sacrificio».
El obispo Rabiy le dijo que muchas personas en el país ya luchan con las finanzas y la pobreza. Dijo que la región afectada en particular sobrevive gracias a la agricultura o la migración a otras ciudades o países.
«En general, en el país, tienen una gran dificultad económica, pero esta región, en particular, que fue afectada por inundaciones y deslizamientos de tierra, es una región muy pobre. Hay muy pocos trabajos que la gente pueda encontrar. Básicamente, tienen que viajar al extranjero o a otras ciudades importantes de Ucrania para encontrar un trabajo y mantener a sus familias».
El obispo Rabiy dijo que después de las fuertes lluvias, la mayoría de las personas han tenido sus sótanos inundados, acabando con una gran parte de sus suministros de alimentos. También dijo que las fuertes corrientes han deslizado grandes rocas a las propiedades de las personas, que deberán eliminarse antes de que continúe la agricultura.
Dijo que pasará algún tiempo antes de que los propietarios puedan volver a la normalidad. Ha sido un punto de gran angustia para las víctimas, dijo, y señaló que los agricultores habían obtenido préstamos para financiar su agricultura, pero ahora no tienen medios para devolverlos.
«Para los ocupantes de las montañas, ahí es donde ocurrieron muchos deslizamientos de tierra, y básicamente es tierra con piedras, a veces de hasta tres o cuatro pies, en realidad llegó a los jardines de la gente.
Lo que sea que estuvieran cultivando este año, se ha ido. Pasarán varios años antes de que vuelvan a la normalidad, Escucho historias humanas sobre personas que intentan suicidarse porque tomaron un préstamo ... y ahora que todo se ha ido. Esa es una historia muy triste y eso también sucede».
Dijo que las donaciones se emiten persona por persona, tratando de conectar a las personas con la ayuda que necesitan para sobrevivir, pueden destinarse a alimentos, agua, medicinas, pero también pueden ofrecer subvenciones a las personas para comprar suministros para edificios, muebles y ropa de cama antes del invierno. Dijo que las familias se ingresan en una base de datos y se organizan según la mayor necesidad.
Se entregaron fondos a la Arqueparquía ucraniana de Ivano-Frankivsk y sus eparquías sufragáneas de Chernivtsi y Kolomyia.
Monseñor Rabiy expresó la importancia de los actos enraizados en la caridad: «Es parte de nuestra matriz cristiana, creo que esto es lo que somos. Cuando leemos las cartas de San Pablo, ahí vemos como se pedía ayuda a las personas y se les pedía que guardaran algo porque en el camino de regreso a Jerusalén se llevara los regalos para la gente hambrienta en Jerusalén».
