Mons. Juan del Río: «Edificar la piedad sobre el sentimiento es construir sobre mantequilla»

Efectivamente hay libertad para salvarse o condenarse, pues DIOS no quiere autómatas. Existe una lucha entre " las cadenas de salvación y las cadenas de condenación “. Y los malos, luchan, para romper los eslabones del bien, para derrotar a la sociedad.

Y el medio actual, o uno de ellos, para lograr la destrucción, son los mal llamados “ filántropos” que actúan a nivel internacional, lobos con piel de oveja, que odian a CRISTO, y que al igual que el ángel caído, y llenos de soberbia, tratan de entrar en las naciones a través de sus gobernantes corruptos, y con mensajes para cambiar la conciencia y sus votos mediante astutos engaños, con la habilidad del " padre de la mentira " .

Los mal llamados “filántropos”, que cuentan con una gran cantidad de dinero, han logrado entrar en una sociedad acrítica, alienada, falta de referentes humanos y/o morales, con absoluta falta de formación religiosa, y esta fue su primera batalla, para ahora conducirnos al abismo de la maldad. Disminuir la población, destrozar a la Familia tradicional, procurar la muerte artificial, convertir a los ciudadanos en meros consumidores, y destruir o minorizar a la Iglesia, su gran enemiga. Claro que hay “ demonios humanos” , con almas unidas al mal como las lapas en las rocas de una playa, y luchando a la par con Satanás por la condenación eterna.

Muchos de los filántropos, nos ofrecen cruzar el semáforo de la vida: “ en rojo y con los ojos tapados”, en una carrera enloquecida hacia la

Bravo por el pater. La modernidad, la herejía de nuestro tiempo, se basa en gran medida en el sentimentalismo. Es similar al relativismo moral. Sólo mi subjetividad es cierta, es mi único baremo, ya que todo es mentira menos mis sensaciones y mis sentimientos. Todo fanatismo es sentimentalismo, y comienza con Lutero y el protestantismo, que convierte la fe en algo a la carta, sin la objetividad de la Verdad, sin Santo Tomás y sin la Tradición de la Iglesia. Es una manipulación del concepto verdadero de conciencia individual... pero confundiéndolo con los sentimientos.

Si no hay un dios, si nada tiene sentido, si soy una lagartija evolucionada al azar hasta convertirme en el animal hombre destinado a morir y desaparecer, entonces sólo mi subjetividad y mis intereses y sentimientos me importan. Sólo mis sentimientos son verdad. Sólo mi egoísmo es verdad. Seré buena gente en la medida en que eso me trae mejores sentimientos que ser mala gente, como herramienta para sentirme bien. Rezaré diciendo"Aleluya!" como hacen los protestantes y generaré buen rollo porque eso desata en mí sentimientos y sensaciones calmantes y euforizantes.

Lo mismo hacen también las ideologías, que dan un sentido a la vida, aunque sea un sentido falso y con cero transcendencia, un sentido que parece darnos un "por qué", pero que también es absurdo y no es suficiente para vivir ni morir por él. Conduce al vacío existencial. Tiene cimientos de arena. Construyamos los católicos con cimientos de pura RO

Monseñor, tiene razón. Nada tiene que ver el sentimentalismo con la piedad o con la fe.

O la "espiritualidad" de La Cabaña, fundada sobre mantequilla, o la de Santo Tomás de Aquino, Santa Teresa de Jesús o San Dionisio Areopagita., fundada sobre la Roca de salvación que es Cristo. No queda otra.

Demos gracias a Dios y pidámosle más obispos coherentes como Mons. Juan del Río

Hay que regresar a las Fuentes y pedir a DIOS un Sn Francisco Contemporáneo que SUSCITE y venga a reparar a Nuestra Amada Iglesia Católica y haga Germinar revosantemente la Vida Espiritual tan ya dejada y no por olvidó sino por el Estar Inundados y Absorbidos por la VACÍA MUNDALIDAD....VIVAMOS DE ESPERANZA QUE DIOS ES DIOS...Con DIOS todo se puede...