Mons. Luis Argüello: «Generar dependencias es un instrumento habitual de dominadores»
Monseñor Luis Argüello, Arzobispo de Valladolid

El portavoz de la CEE publica un artículo con motivo del 1ª de Mayo

Mons. Luis Argüello: «Generar dependencias es un instrumento habitual de dominadores»

Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, ha escrito un artículo con motivo del 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, en el que entre otras consideraciones, vuelve a abordar la cuestión de la creación de una renta básica y la doctrina social de la Iglesia

(InfoCatólica) Según Mons. Argüello, «La pandemia COVID-19, con sus consecuencias sanitarias y el confinamiento exigido para evitar su expansión, ha suscitado un reconocimiento unánime del valor del trabajo».

A su vez, indica que el confinamiento provocado por dicha pandemia «paraliza la vida social y económica y acelera muchos procesos ya en marcha: teletrabajo, control de la población, renta básica, transición hacia el modelo económico, social y cultural propiciado por la revolución tecnológica, con un protagonismo grande de la biopolítica: ecología, hombre exponencial e inteligencia artificial, salud y trashumanismo».

El prelado constata que «el debate sobre la renta a ofrecer para paliar la crisis del Estado del Bienestar y las consecuencias de la 4ª revolución industrial es sin duda importante». Y añade:

«Es un ámbito donde caben propuestas de capitalismo ortodoxo, populismos, ONGs y todos los altavoces de lo políticamente correcto. Hay liberales y socialdemócratas, China y Estados Unidos, espiritualistas y secularistas. Resulta cada vez más difícil utilizar los esquemas decimonónicos de izquierdas y derechas».

Tras recordar que «la llamada renta básica ha sido propuesta en los últimos años por economistas de casi todo el espectro ideológico, ya como Renta de Garantía de Ingresos (RGI), llamada por otros Ingreso Mínimo Vital (IMV), o como Renta Básica Universal (RBU)» y reconocer que «son asuntos en los que no entro, pues no son de mi competencia», el obispo ofrece algunas reflexiones:

«La primera es poner siempre delante a los empobrecidos a consecuencia de situaciones personales, familiares o de la injusta situación económica. Su sola existencia reclama cercanía y propuestas. Ahí se sitúa el IMV, que quizá sea siempre necesario, pues pobres siempre caminan a nuestro lado».

Pero advierte:

«Si las llamadas rentas básicas, ya RGI o RBU, no promocionan el trabajo, el riesgo de que el capital que las genera, estatal o privado, explote a muchos y arranque el protagonismo histórico a la mayoría es muy grande. Generar dependencias es un instrumento habitual de dominadores. Todo bien y servicio es hijo del trabajo, no de la renta».

Mons. Argüello cree que «la clave está en generar, con un respeto grande a la realidad, una economía que promocione, para lo cual, quizá sea necesario –en tiempo de pandemia sin duda– un ingreso vital abierto a la promoción y al trabajo digno. Pero no se puede hablar de rentas mínimas sin plantearnos la justificación de las rentas máximas»

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española propone un nuevo pacto social:

«En el Día del Trabajo 2020 es conveniente proponer un nuevo pacto social que convoque al mercado, al Estado y a la gratuidad de la sociedad civil; pero no basta, conviene repensar el valor del trabajo, el sentido del progreso, el papel de la familia y los estilos de vida en un programa de gobierno para el bien común. Pero no será posible liberarse de las ataduras del gnosticismo tecnocrático y del pelagianismo moralista, falsamente compasivo, sin una fuerte espiritualidad».

1º de mayo, renta básica y Doctrina Social de la Iglesia (artículo completo)

22 comentarios

Juan de Barcelona
Es un gobierno mundialista o del Anticristo ya predicho en el libro del Apocalipsis. Nadie podrá comprar o vender sin estar bajo el nombre de la Bestia
1/05/20 10:32 AM
Pedro de Torrejon
Muy Bien Monseñor Luis Arguello : por favor hágalo saber al presidente del gobierno de España y a su vicepresidente segundo ; para que se enteren de esta Verdad.

Un cordial saludo : Paz y Bien.
1/05/20 10:57 AM
Luis Fernando
Una cosa sí tengo clara. Se esté o no de acuerdo con él, Mons. Argüello no rehuye los temas complicados. Y eso es cosa harto complicada de encontrar entre los obispos españoles. Y no solo los españoles.
1/05/20 11:54 AM
JSP
1. Hecho en falta hablar de la caridad cristiana que emana del manantial de la Caridad que es la Eucaristía.
2. El Capitalismo es católico y vino a sustituir el Mercantilismo (esclavitud). El capitalismo es católico con fe y moral en el obrar dentro del mercado. El capitalismo es protestante cuando sólo la fe salva, no importa el modo de obrar. Todo vale: aborto, eutanasia, ... Adam Smith en adelante...El totalitarismo es adueñarse del capital y dar rentas universales a cambio de suprimir la libertad del hombre y convertirlo en materialismo a esquildar (esclavo), no persona sino números ideologizados.
3. Claro que la economía forma parte de la vida cristiana. Hay religiosos ecónomos de la Salvación y de la contabilidad.
4. La economía sí compete a la Iglesia porque ad intra se hacen cuentas igual que ad extra las familias. Lo que hay que hacer es entenderla antes de pronunciar discursos buenistas e irreales.
5. El Estado y el mercado no son personas. El primero es una entelequia de regulaciones de la libertad concedida por Dios que, hoy día, tienden a ir contra Dios. El segundo son las relaciones entre los hombres para no pasar hambre.
6. El trabajo es un castigo de Dios por rebelión y desobediencia y para recordarlo.
7. El valor de las obras del católico, el trabajo bien hecho que vuelve a Dios y es visto en el cielo, no está en lo solidario y lo cuantitativo en la tierra, visto por los hombres, sino que reside en lo cualitativo y en la calidad del Amor de Dios, de dej
1/05/20 12:27 PM
Tomás Bertrán
Cuando se depende del Gobierno y de su ideología, se llega al totalitarismo. Papá Estado y mamá Revolución.
El alargar la confinación, o poner trabas a la recuperación de la economía, provoca más pobreza, cosa que a las ideologías totalitarias les conviene por lo de la lucha de clases, ricos y pobres. Y a más pobres, mejor, porque estos dependerán de las "migajas" de papá Estado. Pequeñas subvenciones, que no sean demasiado grandes para que no puedan rehacerse, y fútbol para tenerlos distraídos. La antiquísima política de pan y circo.
1/05/20 12:36 PM
veritas liberabit
El valor del trabajo para la propia realización de la persona, la aportación al propio entorno familiar, el desarrollo de su persona y el aprendizaje del trabajo relacional que supone la superación personalista, la disciplina adecuada, el valor de la autoridad bien ejercida, etc. son básicos para el bien común, aquellos medios que conduce a la mejor realización del bien de la persona individual y de la sociedad, propiciando el fin y bien último, la propia salvación. Doctrina de la Iglesia, que en el aspecto humano , ha sido redescubierta por la psicología y la sociología, aunque aplicada muchas veces y utilizada por estas disciplinas no a favor del hombre.
En cuanto al salario básico, la "verdad" del mentiroso comunismo, al que sólo le importa la revolución y utiliza al hombre, al pueblo, sería muy fácil: hacer como en Holanda, todo aquél que recibe una subvención del Estado NO tiene DERECHO AL VOTO. Así se comprobaría el interés por los pobres -hoy también tan cacareado partidistamente en algunos sectores de la Iglesia- y no su utilización para los fines de cualquier partido.
1/05/20 12:43 PM
maru
A mí me parece bien lo que plantea mons. Argüello, siempre y cuando sea en nombre de todos los obispos y no solo a nivel personal.
1/05/20 1:01 PM
Enrique
JSP, el trabajo no es un castigo de Dios. Lo que es castigo es el cansancio derivado del trabajo. En el Génesis aparece que Dios entregó el mundo a Adán "para que lo trabajara", antes del pecado original. Es después del pecado cuando Dios le dice que obtendrá su pan con el sudor de su frente.
1/05/20 3:26 PM
Rafael
Ese generar dependencias para el dominio es lo que está haciendo el gobierno que dijo monseñor Arguello no le quitaba el sueño, y con el que colabora explícitamente el cardenal Omella, presidente de la CEE.

Falta el arrepentimiento, la petición de perdón al pueblo, y, sobre todo, el firme propósito de enmienda.
1/05/20 4:43 PM
Tannhäuser
Vaya, no me lo esperaba y ciertamente ha sido una agradable sorpresa; a ver si se prodigan este tipo de declaraciones de nuestros obispos.
1/05/20 5:22 PM
Generalife.
Estoy de acuerdo con Monseñor Argüello. Lo que ha pasado en andalucia tenian la bolsa de votos de la gente que vivia sin trabajar con los subsidios.y asi se quedan .
1/05/20 5:30 PM
Manuel_RH
Parece que se olvida que la situación actual no es normal sino de gravísima crisis continuada y que está aumentando la cantidad de personas con dificultades para comer cada dia POR QUE NO HAY TRABAJO para todos. No sé para vds que querrá decir "los pobres son evangelizados" en el Reino de los Cielos. Yo lo único que sé es que cuando mucha gente no pueda comer, los que comemos todos los dias deberemos andarnos con cuidado.
1/05/20 7:57 PM
José Luis
El mundo se desmorona y el comunismo avanza. Los pobres lo son más y las clases medias y bajas descienden. La Iglesia ha contribuido a este desmoronamiento ético, los obispos españoles llevan años sin estar a la altura de una ética intachable y valiente. Los seguidores de cristo cada vez están más confusos y sumisos. Me temo que en estos tiempos apenas habría voluntarios para mártires, desde luego ninguno de los esperados.
Con este panorama, hablar es hacer el tonto porque nadie te cree.
1/05/20 8:11 PM
Rafael G.V.
Al único que no le interesa la paga básica es al capitalismo y a los fachas explotado y les digo porque a demas por su propia avaricia.
Ellos quieren seguir hacerse más ricos de lo que son, pagando sueldos esclavos y si ponen una paga básica, claro esta que nadie va a querer seguir trabajando por esa miseria de paga como hasta ahora y tendrán que dar buenas pagas para animar la gente a trabajar y eso no les agrada a esos avaros capitalistas. También los que más tienen tendrán que pagar más impuestos para mantener esas pagas y eso a los avaros capitalistas no les gusta.
1/05/20 8:22 PM
Javi
Lo que es un castigo es vivir sin trabajar. Solo una mente enferma aspira a vivir sin tratar de que su vida sea fructífera.
El tema no es nuevo, desde luego. La ilusión de la lotería acaba con más de un agraciado en el diván del psicoanalista, con alguno ansiando volver al trabajo tras haberlo abandonado debido a un gordo millonario en donde puso su objetivo primordial.
Vivir sin trabajar, no quiero ni pensarlo; eso sí que es una pena. La persona se deja ir, con la probable paguita (renta mínima) y tal vez algo por ahí "en negro". Entonces una especie de comodidad se va afincando, se observa a otros del grupo social o del pueblo que se encuentran en similar situación, y el estado garantista protege pero acaso no fomenta, sostiene pero no espolea. Grandes grupos sociales de pueden verse amuermados, con poco nervio, escasos de iniciativa, con la ilusión menguada para descubrir, investigar... La renta mínima permanente sería un error mayúsculo como lo es, y no osan quitarlo, el PER andaluz.
1/05/20 9:57 PM
José Luis
Lo que no puede ser, apreciado Rafael, es que haya gente que sin realizar trabajo ni prestación alguna, reciba el esfuerzo de los que se levantan temprano y a los que los gobiernos les confiscan una parte muy grande de ese esfuerzo. Al final, pagan esas prestaciones, no los ricos, que es u a retórica de tontos, ni los bancos, que es de necios pensarlo, lo pagan, lo pagamos, los pobres siendo más pobres. La economía tiene unas leyes inquebrantables, por eso el comunismo arruina y hunde los mercados. Después las personas. Todo el esfuerzo hay que centrarlo en que la gente tenga un empleo o medio, y con ese esfuerzo, ganarse su vida. Hay muchos que están muy preparados para vivir de los subsidios eternamente, y hay muchos que no aceptan un subsidio como medio de vida. Exijamos empleos eficientes, no ocupaciones inútiles.
1/05/20 10:13 PM
JSP
¿Dios castiga con el trabajo?
1. El Señor Jesús, el nuevo Adán, el Hijo de Dios hecho hombre, el Verbo de la Vida encarnado, el Hijo del hombre suda su frente para ganarse el pan de la mesa como tekton hasta los 36 años, antes de su vida pública en Su Misión salvadora.
2. Jesús, en cuanto hombre, verdadero hombre, es semejante a nosotros excepto en el pecado.
3. En cuanto a Su Trabajo salvífico no sólo suda sangre sino que da la vida por el género humano. Trabajo espiritual perfecto obediente a la Voluntad del Padre y Dios nuestro.
4. Jesús también experimenta el cansancio del trabajo. No es castigado por el pecado original, cumple la Voluntad del Padre.
5. Jesús labra la madera con el sudor de su frente de forma obediente y pastorea Su rebaño desde el Espíritu Santo al Padre. Juan 9.
6. Romanos 8,22-23.
7. San Pablo es muy claro: "el que no trabaje que no coma". Yo añadiría: que no coma con el sudor de la frente del prójimo con rentas universales ni que explote al trabajador que suda su frente ni quien lo contrata ni los impuestos del Estado. Quien trabaja cristianamente no le falta el trabajo y obtiene sus frutos espirituales y carnales y agrada a Dios como el justo Abel.
1/05/20 10:52 PM
Miguel Hinojosa
"El ingreso mìnimo vital tiene que ir acompañado de polìticas y medidas de empleo". Totalmente de acuerdo. Una persona que no tiene un trabajo y no ejerce una actividad puede llegar a sentir que no vale para nada. Y no le permite desarrollarse ni participar de la obra creadora de Dios mediante su trabajo.

No obstante yo pienso que hay que garantizar algùn tipo de renta de inserciòn mientràs uno busca trabajo, se recicla etcètera ya que ante tanta pobreza y necesidad no me parece que la soluciòn sea acudir a comer a la cocina econòmica o a Càritas porque el gobierno que es quien deberìa solucionar los problemas de la gente no lo hace.
2/05/20 8:12 AM
Ignacio Jonatan Hernández López
Hay enfermos, -incluyendo minusválidos-, unos que lo son desde la infancia (a modo de los huérfanos) y otros en su vida adulta (a modo de las viudas), a los que por no poder trabajar se les llama vagos, y si están cobrando alguna pensión, se les reclama “estar chupando del bote”, cuando, muy al contrario, deberían ayudarles… ¡desvivirse por ellos!
Sí, lo digo para su vergüenza. ¿Alguien les ha escuchado alguna vez reclamar esta subversión, como yo aquí y ahora lo hago? Seguramente, no, nunca; y no por ello es menos grave.

Hay indigentes a los que se les cuestiona que pidan ayuda, realmente a la mayoría, y, con total desfachatez se les pregunta sin ningún rubor en qué emplearán el dinero que quizás de cualquier forma no pensaban darle.
¡Cuidado con la picaresca! pero, ¡aún más cuidado, que “el que no se ocupa de los suyos, sobre todo si conviven con él, ha renegado de su fe y es peor que un ateo”! (1Tim.5.8).
¿Qué jefe pregunta a sus empleados en qué se van a gastar el dinero, y en función de eso les pagará más, menos o nada?

Hay necesitados a los que se les niega la ayuda presuponiendo que ya les ayudan o ayudarán otros, y así cíclicamente se pasan la pelota entre familiares, demás ciudadanos, y organismos.
Esto lo veo a diario; lo lloro a diario, cada vez que lo veo.

Hay Sacerdotes, Obispos, conferenciantes, y, en resumen, personalidades con autoridad moral que, educando en como ayudar a los necesitados, de facto cierran las puertas al ejercicio del auxilio que
2/05/20 1:49 PM
JSP
1. Confiar en la Providencia de Dios: no comen las aves del cielo...cuanto más nosotros siendo hijos de Dios.
2. Confiar en la garantía estatal de una renta mínima, vitalicia y universal es confiar en el mundo: no se puede servir a dos señores. El Estado da menos de lo que quita. Dios da más de lo que quita.
3. La vida cristiana está muy olvidada por aquéllos que piden rentas, no condenan la vida ociosa, no entienden que genera más pobreza, hambre y esclavitud. Han olvidado que tienen que donarse al prójimo desde la Cruz de Cristo. Han olvidado a la familia hermanada en Cristo.
4. El verdadero cristiano actúa en primera persona generando riqueza para hacer como el buen samaritano porque se mueve, espera y tiene la fe que obra en la caridad en Cristo.
5. La vida cristiana no es pedir al Estado que actúe por mi, es tener siempre presente a Cristo como centro. La misión del Estado no es la misión de Cristo. El valor de las obras del cristiano es el Amor de Dios que hay en ellas. Pedir el auxilio del Estado es rechazar ese Amor primero.
6. Prefiero la caridad cristiana que da la libertad gloriosa a los hijos de Dios. Quien se deja hacer en brazos de la Voluntad, Palabra y Espíritu de Dios está en el Amor de Dios.
7. En la vida eterna ya no es necesario el trabajo, ya no hay enfermedad, ya no hay sufrimiento, ya no hay muerte. Pero tenemos que poner de nuestra parte, cooperar desde nuestra libertad, en el proyecto de Dios.
2/05/20 4:06 PM
José
Creo haberle oido que dormiría tranquilo con Podemos, seguirá durmiendo tranquilo con una Dictadura comunista?
2/05/20 6:59 PM
José Luis
No debemos olvidar, de que el mal siempre entra por una puerta mal cerrada en el Bien. Si el capitalismo y los que pensamos que es el único modelo económico sobre el que, con todas las correcciones, se puede organizar la sociedad, no es capaz de dar soluciones justas, llega el comunismo y propone soluciones de salvación, a modo de una religión. Esa religión es la mentira del pan para todos , libertad y república. Es curioso que todos los comunismo están, se tapan, bajo la forma de repúblicas, populares algunas. Es fácil caer en la tentación de quien promete...creo que está muy bien expuesto en la carta del jefe del estado, D. Francisco Franco, al presidente norteamericano en los años 60, creo.¡ No cometamos errores!
3/05/20 8:26 AM

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