El Santo Padre invita a la oración y bendición Urbi et Orbi del Papa con posibilidad de obtener la indulgencia plenaria

Desde la Plaza de San Pedro del Vaticano

El Santo Padre invita a la oración y bendición Urbi et Orbi del Papa con posibilidad de obtener la indulgencia plenaria

Hoy viernes a las 6 de la tarde el Papa Francisco presidirá una oración que concluirá con la bendición Urbi et Orbi, con la que los fieles que se unan por los medios de comunicación podrán obtener la indulgencia plenaria.

(InfoCatólica) Hoy viernes 27 de marzo el Papa Francisco presidirá la celebración de una oración a las 18 horas (hora local), en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Terminará con la bendición Urbi et Orbi –a la ciudad y al mundo– y será una oportunidad para que los fieles católicos que sigan por los medios de comunicación puedan obtener la indulgencia plenaria.

Esta fue la invitación del Papa el pasado domingo 21, después del rezo del Ángelus:

«Presidiré un momento de oración en el atrio de la Basílica de San Pedro. Con la plaza vacía. Desde ahora invito a todos a participar espiritualmente a través de los medios de comunicación. Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo Sacramento, con el cual al término daré la bendición Urbi et Orbi y a la cual se añadirá la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria».

La oficina de prensa aclaró, respecto a las condiciones para obtener la indulgencia, en una nota del mismo domingo, que

«A todos aquellos que se unan espiritualmente a este acto de oración a través de los medios de comunicación se les concederá la indulgencia plenaria según las condiciones establecidas en el reciente decreto de la Penitenciaría Apostólica».

Se refería, por tanto, al Decreto de la Penitenciaría Apostólica relativo a la concesión de indulgencias especiales a los fieles en la actual situación de pandemia, de 20 de marzo de 2020.

El Catecismo de la Iglesia Católica explica que la indulgencia «es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».

Para seguir la celebración se ha puesto a disposición el texto de la oración

Escucha de la Palabra de Dios

El Papa: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

R. Amén

Oración

El Papa:

Oremos. Dios omnipotente y misericordioso, mira nuestra dolorosa condición: conforta a tus hijos y abre nuestros corazones a la esperanza, para que sintamos en medio de nosotros tu presencia de Padre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

R. Amén.

Evangelio (Marcos 4, 35-41)

Aquel día, al atardecer, les dice Jesús: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!». El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».

Meditación del Santo Padre

Oración ante el icono de la Virgen María en su advocación de Salus Populi Romani (himno «Sub tuum praesidium»).

Oración ante el Crucifijo de San Marcelo (antífona a la Cruz). Canto: 

Parce, Domine, parce populo tuo: ne in aeternum irascaris nobis.
Perdona, oh Señor, perdona a tu pueblo: no estés airado para siempre con nosotros

Exposición, adoración y bendición eucarística

Exposición del Santísimo Sacramento

Adoración del Santísimo Sacramento (canto «Adoro Te devote»). 

Adóro te, devóte, latens déitas, quæ sub his figúris vere latitas. Tibi se cor meum totum súbiicit, quia te contémplans totum déficit.

Visus, tactus, gustus in te fállitur, sed audítu solo tuto créditur; credo quidquid dixit Dei Fílius: nil hoc verbo veritátis vérius.

In Cruce latébat sola déitas, at hic latet simul et humánitas; ambo tamen credens atque cónfitens, peto quod petívit latro pœnitens.

Plagas, sicut Thómas, non intúeor, Deum tamen meum te confíteor; fac me tibi semper magis crédere, in te spem habére, te dilígere.

O memoriále mortis Dómini! Panis vivus, vitam præstans hómini; præsta meæ menti de te vívere, et te illi semper dulce sápere.

Pie pellicáne, Iesu Dómine, me immúndum munda tuo sánguine: cuius una stilla salvum fácere totum mundum quit ab omni sælere.

Iesu, quem velátum nunc aspício, oro, fiat illud quod tam sítio; ut te reveláta cernens fácie, visu sim beátus tuæ gloriæ.

Amen.

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta palabra de verdad.

En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame.

¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén

 

Súplica litánica

  • Verdadero Dios y verdadero hombre, realmente presente en este Santo Sacramento. Te adoramos, Señor
  • Salvador nuestro, Dios con nosotros, fiel y rico en misericordia. Te adoramos, Señor
  • Rey y Señor de lo creado y de la historia. Te adoramos, Señor
  • Vencedor del pecado y de la muerte. Te adoramos, Señor
  • Amigo del hombre, resucitado y vivo a la derecha del Padre. Te adoramos, Señor
  • Hijo unigénito del Padre, que bajaste del cielo por nuestra salvación. Creemos en ti, Señor
  • Doctor celestial, que te inclinas sobre nuestra miseria. Creemos en ti, Señor
  • Cordero inmolado, que te ofreces para redimirnos del mal. Creemos en ti, Señor
  • Buen Pastor, que da su vida por el rebaño que ama. Creemos en ti, Señor
  • Pan vivo y fármaco de inmortalidad, que nos das la Vida eterna. Creemos en ti, Señor
  • Del poder de Satanás y las seducciones del mundo. Líbranos, Señor
  • Del orgullo y la presunción de poder prescindir de ti. Líbranos, Señor
  • De los engaños del miedo y de la angustia. Líbranos, Señor
  • De la incredulidad y la desesperación. Líbranos, Señor
  • De la dureza del corazón y de la incapacidad de amar. Líbranos, Señor
  • De todos los males que afligen a la humanidad. Sálvanos, Señor
  • Del hambre, la escasez y el egoísmo. Sálvanos, Señor
  • De las enfermedades, epidemias y del miedo al hermano. Sálvanos, Señor
  • De la locura devastadora, de los intereses despiadados y de la violencia. Sálvanos, Señor
  • De los engaños, de la información maligna y de la manipulación de las conciencias. Sálvanos, Señor
  • Mira tu Iglesia, que atraviesa el desierto. Consuélanos, Señor
  • Mira a la humanidad, aterrorizada del miedo y de la angustia. Consuélanos, Señor
  • Mira a los enfermos y moribundos, oprimidos por la soledad. Consuélanos, Señor
  • Mira a los médicos y profesionales de la salud, extenuados por el cansancio. Consuélanos, Señor
  • Mira a los políticos y administradores, que cargan con el peso de las decisiones. Consuélanos, Señor
  • En la hora de la prueba y la desorientación. Danos tu Espíritu, Señor
  • En la tentación y la fragilidad. Danos tu Espíritu, Señor
  • En el combate contra el mal y el pecado. Danos tu Espíritu, Señor
  • En la búsqueda del verdadero bien y la verdadera alegría. Danos tu Espíritu, Señor
  • En la decisión de permanecer en Ti y en tu amistad. Danos tu Espíritu, Señor
  • Si el pecado nos oprime. Ábrenos a la esperanza, Señor
  • Si el odio nos cierra el corazón. Ábrenos a la esperanza, Señor
  • Si el dolor nos visita. Ábrenos a la esperanza, Señor
  • Si la indiferencia nos angustia. Ábrenos a la esperanza, Señor
  • Si la muerte nos aplasta. Ábrenos a la esperanza, Señor

Oración

El Papa:

Oremos. Señor Jesucristo, que en el admirable sacramento de la Eucaristía nos dejaste el memorial de tu Pascua, haz que adoremos con viva fe el santo misterio de tu Cuerpo y de tu Sangre, para sentir siempre en nosotros el fruto de la redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

El cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica de San Pedro, anuncia la bendición ‘Urbi et Orbi’, con indulgencia plenaria adjunta mediante una advertencia específica:

El Santo Padre Francisco a todos aquellos que reciben la bendición eucarística también por medio de la radio, de la televisión y por medio de las otras tecnologías de comunicación, concede la indulgencia plenaria en la forma establecida por la Iglesia.

El Santo Padre imparte la bendición con el Santísimo Sacramento 

Aclamaciones

  • Bendito sea Dios.
  • Bendito sea su santo nombre.
  • Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
  • Bendito sea el nombre de Jesús.
  • Bendito sea su sacratísimo Corazón.
  • Bendito sea su preciosísima Sangre.
  • Bendito sea Jesús en el santísimo Sacramento del altar.
  • Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
  • Bendita sea la Madre de Dios, María santísima.
  • Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción.
  • Bendita sea su gloriosa Asunción.
  • Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
  • Bendito sea san José, su castísimo esposo.
  • Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos 

 

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