(Aci/InfoCatolica) Con este ejemplo, explicó el Arzobispo, "la Iglesia ha de seguir sus mejores tradiciones de sano feminismo. Hemos de estimar y defender la igualdad total entre el hombre y la mujer a nivel personal, en los derechos humanos. Pero también debemos afirmar su diversidad, no como contrapuestas o contradictorias, sino como complementarias".
"No podemos seguir aplicando al hombre y a la mujer la teoría trasnochada de lucha de clases como si fueran dos seres irreconciliables", advirtió.
Luego de resaltar que "a imitación de Cristo y de Dios nuestro Padre, el cristiano debe estar comprometido con la vida en cualquier situación en que se encuentre", el Cardenal Rivera destacó que "en las circunstancias actuales, en donde tantos cultivan y proclaman una cultura de muerte, el cristiano y la Iglesia misma deben promover la dignidad de la vida humana y defenderla desde su concepción hasta su fin natural".
Al hablar luego de la marginación social que sufren las mujeres, el Arzobispo afirmó que "la Iglesia debe estar, a ejemplo de su Señor y Maestro, cercana a toda mujer, ya que sin ella no se dará la humanización de los procesos transformadores que todos anhelamos".
Seguidamente subrayó que "hoy es necesario y urgente promover y defender la vida humana en nuestro país por los múltiples ataques con que la amenazan sectores de la sociedad, tomando inclusive la supresión de la vida humana como bandera de progreso y de lucha social".
El Arzobispo Primado de México alerto además que "el cristiano y la Iglesia no pueden quedarse en una simple denuncia de todo aquello que atente contra la vida, a ejemplo del Señor de la Vida, debe llevar al hombre y a la mujer a pasar de condiciones menos humanas a condiciones cada vez más humanas, hasta llegar al pleno conocimiento de Jesucristo".
Al hablar finalmente sobre la lucha del bien y el mal; el Purpurado aseguró que "ningún hombre, ninguna mujer de buena voluntad puede eximirse del esfuerzo en la lucha para vencer al mal con el bien. Es una lucha que se combate eficazmente sólo con las armas del amor. Cuando el bien vence al mal, reina el amor y donde reina el amor reinan la paz y la unidad".