El cardenal Sarah pide oraciones por los sacerdotes ante la «profunda crisis» que sufre hoy el sacerdocio

La Santa Misa es la razón de ser del sacerdote

El cardenal Sarah pide oraciones por los sacerdotes ante la «profunda crisis» que sufre hoy el sacerdocio

El cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, celebró cincuenta años de sacerdocio con una Misa en la Basílica de San Pedro. En su homilía destacó el don que Dios hace al mundo a través del orden sacerdotal.

(Dominus est/InfoCatólica) El cardenal aseguró que el sacerdote es «el regalo más generoso que Dios haya hecho a la humanidad» por con la posibilidad que tiene de celebrar el Santo Sacrificio de la Misa.

El purpurado cree en la fuerza y en el privilegio de ser sacerdote, lo mismo que veía San Juan María Vianney, que señalaba cómo «su lengua, de un pedazo de pan, hace un Dios».

Pero esto, advirtió, sucede «sólo si los sacerdotes aceptamos ser crucificados con Cristo», porque «Cristo, Hijo de Dios, sólo a través de la cruz y al final de un descenso extraordinario hacia un abismo de humillación llega a conferir a los sacerdotes el poder divino de celebrar la Eucaristía y a arrancar hombres, sus hermanos terrenales, de la esclavitud del pecado y de la muerte, para hacerlos partícipes de su divinidad».

En resumen, la Eucaristía, «tiene lugar sólo si nuestra vida está marcada por la cruz». Y el sacerdote «vive la alegría en su plenitud en la Santa Misa, que es la razón de ser de su existencia», porque «durante la Misa de cada día el sacerdote se encuentra cara a cara con Jesucristo y en ese preciso instante, se identifica, se hace uno mismo con Cristo, convirtiéndose no solo un Alter Christus, otro Cristo, sino que es verdaderamente Ipse Christus, el mismo Cristo».

El cardenal subrayó que sobre el altar él no preside nada, porque «aunque indignamente, Jesús está verdaderamente en mí, yo soy Cristo». Y esta es una «afirmación aterradora», una «responsabilidad espeluznante» que hace temblar de terror, pero es «verdadera», porque es «in persona Christi que consagro el pan y el vino, después de haberle entregado mi cuerpo, mi voz, mi pobre corazón, profanado tantas veces por mis muchos pecados y que le pido purificarlo».

Por lo tanto, explicó el cardenal, la Virgen María prepara a los sacerdotes antes de la Eucaristía, y que todos los cristianos, pero sobre todo los sacerdotes, deben «construir la vida interior» sobre tres polos, la Cruz, la Eucaristía y la Virgen María.

«La Cruz nos hace nacer a la vida divina, sin la Eucaristía no podemos vivir, y la Virgen vigila como madre sobre nuestro desarrollo espiritual y nos educa a crecer en la fe».

El cardenal subrayó que Jesús, revelándonos el secreto del alimento celestial, nos trata como amigos, porque es cierto que tenemos «a menudo la sensación de ser servidores inútiles, verdad absoluta e incontestable», sin embargo el Señor «hace de nosotros sus amigos, nos ofrece generosamente su amistad».

Y la amistad tiene dos tratos esenciales, para el Señor: que no hay secretos entre amigos, y que los amigos confían ciegamente el uno en el otro, develando así que «Jesús tiene por lo tanto una completa confianza en nosotros y por esto nos ofrece un perfecto conocimiento de sí y de su Padre, nos revela su rostro y su corazón, nos muestra su ternura y su amor apasionado que alcanzará la locura de la cruz».

Jesús confía hasta el punto de conferirnos «el poder de hablar en su nombre y en su lugar», y «confía a nuestras manos su cuerpo, su Iglesia, el misterio insondable de Dios Uno y Trino».

Pero entonces, preguntó el cardenal Sarah, «si Dios nos ha amado y elegido, ¿estamos en grado de comprender todas las consecuencias que derivan de ser sus amigos y por lo tanto ser introducidos en su intimidad? ¿Entendemos que, si nos ha amado y elegido como sacerdotes es para ir a llevar mucho fruto?»

Por esto, añadió, «el Amor, la Amistad y la Fe recibidas de Dios vienen reveladas a los demás: hemos recibido la fe para transmitirla a los demás. Somos sacerdotes para estar humildemente al servicio de Dios y de nuestro hermanos y hermanas hasta la oblación de nuestra vida».

Es la necesidad de evangelizar, lo que también llevó al cardenal a pedir oraciones por los sacerdotes, «porque hoy el sacerdocio atraviesa una profunda crisis».

Traducción de Dominus Est e InfoCatólica

10 comentarios

maru
Qué gran sacerdote y qué hombre de Dios es el cardenal Sarah. Cuántos tendrían que aprender de él!, muchos y sacerdotes 
4/10/19 10:59 AM
Desde Madrid Capital
Si a cualquiera de los que estuvieran en la misa en Roma se le ocurriera dudar, tan solo tiene que coger un vuelo o el ferry y en poco llegar a España, para cerciorarse bien de que lo que dice el cardenal es cierto. Antiguamente la "Tierra de María", nuestro clero nativo disminuye cada año. No solo la baja natalidad y la secularización típica de países post-industriales juegan un papel determinante. También problemas internos arrasan la propia Iglesia. En los últimos años he tenido noticia de la secularización de varios sacerdotes, mayormente jóvenes y que parecían muy entregados a Su causa. Los seminarios se vacían lentamente. En Madrid desde la época dorada tras Tarancón hemos experimentado un lento decrecimiento. Ahora mismo me cuentan que apenas una docena ha entrado en el Seminario. En primavera se ordenaron la friolera de cuatro neopresbíteros diocesanos. Los números no salen, y el sistema colapsa al final.

Se trata de un trabajo conjunto ente jerarquía, comunidades parroquiales y familias que no se está haciendo.
4/10/19 11:10 AM
Javidaba
Preciosa meditación eucarística, sacrificial, sacerdotal y mariana.
Como otras veces, las palabras del Cardenal Sarah, saben llevarme a las puertas del Misterio, y hasta correr un poco la cortina.
Gracias, Señor, por su sacerdocio y magisterio.
4/10/19 11:41 AM
pacomio
¡¡Gracias a Dios por este Cardenal!!
¡¡Gracias Señor Cardenal por confirmarnos en la Fe!
4/10/19 11:59 AM
PEDRO
Respetando integramente las palabras de este digno Cardenal, menciono la también inmensa demostración del amor de Dios hacia el mundo:

" Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. (...) .( San Juan 3, 16-21 ).

En estas horas tan terribles de la Humanidad, prima la devoción a la Fidelidad y defensa del Arcangel San Miguel para con Dios: " Satanás tiembla al escuchar su nombre (...). San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¿Quién como Dios?."

Que esperas para agarrar la MANOS - para tu salvación - que CRISTO te ofrece,y como dijo San Juan Pablo II . ¡¡¡ NO TENGÁIS MIEDO ¡¡.
4/10/19 12:02 PM
Argia
"Cristo, Hijo de Dios, sólo a través de la cruz y al final de un descenso extraordinario hacia un abismo de humillación"...
¿ cuantos sacerdotes estarán de acuerdo con el cardenal Sarah , y vivirán esto en la realidad ?
«La Cruz nos hace nacer a la vida divina, sin la Eucaristía no podemos vivir, y la Virgen vigila como madre sobre nuestro desarrollo espiritual y nos educa a crecer en la fe".
Cuando uno lee las palabras del Cardenal Sarah, se da cuenta de la diferencia que hay entre una persona llena de Fe y con gran amor a Cristo del resto de los cristianos.
4/10/19 12:03 PM
Miguel Hinojosa
Felicades por las bodas de oro. Es una maravilla poder oir hablar a este hombre.
4/10/19 12:22 PM
Javier
Bendito sea el siervo del Señor que apacienta a sus ovejas.
4/10/19 1:10 PM
Silvia
Gracias card. Sarah, por recordarnos el don de tener a los sacerdotes como "otros Cristos".
Recemos por la crisis actual, y para que los sacerdotes sean modelo de santidad, buena doctrina y entrega a su rebaño!
4/10/19 1:50 PM
Víctor
El cardenal Sarah en su homilía, recuerda profundamente la crisis sacerdotal que existe y que no parece avanzar. Esta estancada y los seminarios vacíos totalmente salvo alguna excepción. La homilía es preciosa y de las que le guasta a uno escuchar, porque oye palabras evangélicas que son las que están haciendo falta, ya que para escuchar a un sacerdote hablar bien y saber interpretar las lecturas dominicales, es muy difícil. otro tema es el de la consagración, donde hay muchos sacerdotes que no creen en la substanciación. me explicare aparte, ya que me están llamando. Paz y Bien.
4/10/19 2:39 PM

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