(Agencias/InfoCatólica) El detenido es Zouhair El Bouhdidi, un joven marroquí de 23 años que estaba estudiando en la universidad de la capital andaluza, y que tenía tan decidido y planeado su atentado que había viajado hasta Rabat, la capital del país vecino, para despedirse de algunos de sus familiares -posiblemente una abuela enferma-, aunque los más cercanos, padres y hermanos, viven con él en Sevilla.
Zouhair, según un listado del Vicerrectorado de Servicios Sociales y Voluntariado de la universidad de Sevilla, fue seleccionado tras haberse ofrecido para realizar labores sociales de acompañamiento a ancianos.
Las primeras informaciones apuntan a que su intención era hacerse estallar en la calle, durante una procesión, utilizando para ello un explosivo de relativamente fácil elaboración: el TATP o triperóxido de triacetona, también conocido como «la madre de Satán». Diversas revistas editadas por Estado Islámico en los últimos años detallaban de forma muy descriptiva cómo elaborar este explosivo paso a paso con componentes que se pueden comprar en cualquier tienda.
Fuentes del Ministerio del Interior han confirmado que llevaba varios meses siendo vigilado bajo supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 4 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional. La Policía Nacional está procediendo al registro de su domicilio en la capital andaluza.
El Ministerio del Interior acordó la pasada semana el reforzar los dispositivos de seguridad y de las capacidades de información, de control y de seguimiento antiterrorista por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado, así como del resto de los cuerpos policiales, con motivo de la celebración de la Semana Santa y de las próximas elecciones.
Como consecuencia de esta decisión, se están desarrollando dispositivos específicos en cada una de las ciudades españolas para garantizar la seguridad ciudadana y el normal desarrollo de estos actos.
Este refuerzo se concentra, fundamentalmente, en los espacios y medios de transporte, acontecimientos religiosos, de ocio o lúdicos con alta afluencia de personas y en aquellos lugares estratégicos que son imprescindibles para el normal funcionamiento de la actividad ciudadana. Incluido en ese refuerzo de la seguridad, el Ministerio del Interior puso en marcha el pasado 12 de abril un amplio dispositivo de Policía Nacional y Guardia Civil en coordinación con policías autonómicas.