Aznar asegura en el CEU que «lo que es un derecho es el derecho a la vida»

Quien fue presidente del gobierno que aprobó la píldora abortiva dice que el aborto no puede ser un derecho

El presidente de la Fundación FAES del PP y ex presidente de Gobierno, José María Aznar, arremetió hoy contra la nueva legislación sobre interrupción voluntaria del embarazo que prepara el Gobierno subrayando que «el aborto no es ni puede ser nunca un derecho» porque «lo que es un derecho es el derecho a la vida» y censurando que «desde el poder se pretenda convertir en derecho acabar con una vida humana». En este sentido, criticó la «verborrea iletrada» y el «disparate académico» en el que a su juicio han incurrido algunos miembros del Gobierno al defender ese debate. Precisamente fue durante el gobierno del señor Aznar cuando se aprobó la distribución de la píldora postcoital, que provoca el aborto en caso de haber concepción tras una relación sexual.

(EP/InfoCatolica) Durante su intervención en un ciclo de conferencias organizado por la Universidad San Pablo CEU, Aznar alertó de que «hay que sospechar mucho de un Gobierno que manifiesta dificultades graves para distinguir lo que es humano de lo que no lo es, tanto en la versión iletrada como en la versión de la cátedra», recalcando que ésta última es «especialmente preocupante».

En opinión del presidente de FAES, «pretender avanzar en el camino que lleva a destruir el derecho a la vida y pervertirlo en un falso derecho a acabar con la vida es, simple y llanamente, retroceder en el camino de la civilización».

En este contexto, agregó que «no es propio del Estado fijar nuevas y degradantes definiciones de lo que es el ser humano», ni tampoco «entorpecer el proceso educativo que los padres desarrollan con sus hijos». También advirtió de que la sociedad debe preocuparse de que se utilice el poder para «oscurecer el juicio ético de los ciudadanos, especialmente el de los menores» o cuando el Gobierno se «arroga el derecho a decidir sobre lo que sólo puede ser responsabilidad de las personas».

Y es que el ex presidente hizo especial hincapié en censurar la previsión recogida en el anteproyecto del Gobierno para que las jóvenes entre 16 y 18 años puedan abortar sin permiso de sus padres. «Yo soy de los que piensan que un buen padre o una madre es el que está al lado de su hija para ayudarla y apoyarla precisamente en los momentos más difíciles», enfatizó.

En otro momento de su discurso aconsejó «sospechar de un Gobierno que unos días desprecia y otros ataca a la familia, como cuando se atreve a afirmar que una madre o un padre que se preocupa por su hija de 16 años embarazada están interfiriendo», en alusión a las palabras del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Instrumentalización de la infancia

Para Aznar, esta afirmación supone «un despropósito incompatible con un mínimo sentido ético y con el más elemental sentido común», entre otras cosas, porque para poder sentir una decisión como propia es indispensable adoptarla habiendo podido consultarla con aquellas personas cuyo criterio nos importa.

En este sentido, alertó de que quien trata de impedir que esa decisión se comparta «no nos hace libres» y de que «los totalitarismos se esfuerzan por sustituir los nombres por los números o por cualquier término que aleje a las personas de su condición humana». «La quiebra deliberada de los lazos familiares no equivale al borrado de los nombres, pero desde luego, sí equivale al al borrado de los apellidos y es el anticipo de algo mucho peor», avisó.

«Cuando el poder hace de la infancia su instrumento, cuando asume como principio que en caso de duda es preferible que las instituciones se equivoquen contra la vida y no a favor de la vida, cuando considera parte de su competencia la erosión de los lazos familiares, cuando todo eso ocurre, es que el poder ha perdido el norte en una sociedad de ciudadanos libres, en una sociedad plural a cuyo servicio debería estar», apostilló el ex presidente del Gobierno.

«Cuando se tienen responsabilidades, se hace lo que se puede»

Durante el coloquio posterior a su intervención un participante en el curso le preguntó por qué el PP no promovió una reforma de la legislación mientras él ocupó la Presidencia del Gobierno. Aznar le contestó que nadie «es perfecto en la vida» y que «cuando se tienen responsabilidades se hace lo que se puede» y subrayó que, en todo caso, hay que actuar con «coherencia» y que él lo ha hecho porque siempre ha defendido «el derecho a la vida» y nunca podrá mirar con «simpatía o aprecio» el aborto.

«Otra cosa distinta es que como gobernante yo respete lo que puede ser una legislación de consenso entre españoles», puntualizó en referencia a la legislación aprobada en 1985. Eso sí, se afanó en dejar claro que con aquella reforma, todavía vigente, el aborto no se convirtió en un derecho, sino que siguió siendo «un delito con alguna excepción».

Tras señalar que eso puede gustar más o menos, apeló a la virtud de la prudencia en los gobernantes y, en cualquier caso, recordó que él votó en contra de aquella ley porque no le gusta, pero optó por respetar el «consenso básico» que existió entonces y, a su juicio, sigue existiendo. Por eso, censuró que el Gobierno quiera romper ahora ese acuerdo y que lo quiera hacer «utilizando argumentos delirantes académicos o iletrados» y que se haga «por conveniencias o tácticas electorales y políticas».

Aznar enmarcó sus reflexiones sobre la nueva legislación del aborto en una conferencia titulada 'Las bases éticas de la democracia en occidente', durante cuya lectura se refirió también a otras medidas del Gobierno de Zapatero como la creación de becas para los alumnos con más peligro de dejar los estudios.

Premiar a los vagos

«Hay que sospechar de un Gobierno que se complace en la ignorancia, que se despreocupa del sistema educativo y que incluso comete la torpeza de premiar a quienes no se esfuerzan en lugar de premiar a quienes lo hacen», comentó.

Durante toda su intervención, Aznar defendió la importancia de la ética en las sociedades democráticas por ser, a su juicio, «la mejor garantía de su continuidad y la mayor amenaza para los malos gobiernos» y, en varias ocasiones, alertó sobre los «totalitarismos».

Bajo esta premisa argumentó que la «actividad ética de una sociedad siempre constituye un límite a los excesos del poder» y llamó a desconfiar de los gobiernos que «establecen diferencias arbitrarias de derechos y de obligaciones entre los ciudadanos». «La concepción totalitaria del poder hace imposible la ética pública y por ello las bases éticas de la democracia deben ser preservadas no sólo de los totalitarismos en ejercicio, sino también de los totalitarismos en potencia», abundó Aznar.

 

14 comentarios

asrone
En la carta encíclica Fides et Ratio podemos leer:

'En efecto, se ha de tener en cuenta que la negación del ser comporta inevitablemente la pérdida de contacto con la verdad objetiva y, por consiguiente, con el fundamento de la dignidad humana. De este modo se hace posible borrar del rostro del hombre los rasgos que manifiestan su semejanza con Dios, para llevarlo progresivamente o a una destructiva voluntad de poder o a la desesperación de la soledad. Una vez que se ha quitado la verdad al hombre, es pura ilusión pretender hacerlo libre. En efecto, verdad y libertad, o bien van juntas o juntas perecen miserablemente.'

'En definitiva, se nota una difundida desconfianza hacia las afirmaciones globales y absolutas, sobre todo por parte de quienes consideran que la verdad es el resultado del consenso y no de la adecuación del intelecto a la realidad objetiva.'
3/06/09 9:44 PM
asrone
Para quienes vemos en el liberalismo ciertos puntos muy interesantes a tener en cuenta en nuestro actuar como católicos, dejo un enlace que me parece interesante:

'La verdad como fundamento
de la libertad'

http://www.acton.org
/es/editoriales/verdad-
como-fundamento-de-la-
libertad.php
3/06/09 10:47 PM
El liberalismo defiende que la libertad nos hará verdaderos. El cristianismo que la verdad nos hará libres.

Para un católico no hay punto posible que haya que tener en cuenta en una doctrina ampliamente condenada por la Iglesia.
3/06/09 11:38 PM
asrone
embajador:

Me refería a ciertos puntos (repito, ciertos puntos) del liberalismo económico, que analizados con objetividad no tienen nada de condenables y mucho de sentido común y de virtud cristiana.

Y por supuesto que estoy de acuerdo con lo que dices en el primer párrafo. Creo que es lo que intenta explicar el enlace que puse. Saludos.
4/06/09 12:32 AM
muralí
Ante las próximas elecciones creo que es bueno recordar la doctrina católica sobre el mal menor, ante ciertas afirmaciones que se suelen escuchar en estos días.
Siguiendo las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, encontramos unos principios morales:

1. La moralidad de un acto depende de tres cosas: el objeto, el fin (o intención) y las circunstancias. (Cat. 1750)
2. El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. (Cat. 1755)
3. Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien. (Cat.1789)

Es decir, si el objeto es malo, aunque la intención sea buena o haya muchas circunstancias que lo aconsejen, nunca se puede elegir ese objeto.

En el caso del voto es malo votar a un partido que vaya contra principios morales básicos para la sociedad, como es el hecho de defender las uniones homosexuales, el divorcio, el aborto, etc. El acto de votar a ese partido es un acto en que el objeto es malo.

La pregunta es: ¿Se puede votar un mal para evitar un mal mayor?, ¿No entra aquí la teoría del mal menor? No, porque eso sería si no hubiera más remedio, pero se pueden votar partidos que no defiendan cosas contrarias al orden moral objetivo e incluso está la posibilidad de abstenerse, de no votar. Por tanto, la doctrina del mal menor no puede aplicarse al voto.

En este punto conviene recordar un texto de la Encíclia Humanae Vitae de Pablo VI sobre el mal menor:

“En verdad, si es lícito tolerar alguna vez el mal menor a fin de evitar un mal mayor o de promover un bien más grande, no es lícito, ni aun por razones gravísimas, hacer objeto de un acto positivo de voluntad lo que es intrínsecamente desordenado y, por lo misma indigno de la persona humana, aunque con ello se quisiera salvaguardar el bien individual, familiar o social”. (Enc. Humanae vitae, 14).

La Congregación para la Doctrina de la Fe recuerda:
“La conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral.” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política).

Con la Doctrina Social de la Iglesia en la mano, un católico no puede votar al Partido Popular.
4/06/09 5:19 AM
asrone
Gracias, muralí, por las citas sobre el mal menor.
No votaré al Partido Popular. Sí votaré una alternativa que me permita dormir con la conciencia en paz con Dios la noche del próximo domingo.
4/06/09 8:29 AM
Blanca Guerrero
De todos los participantes en esas jornadas para católicos profesionales consensuantes, el único cuya presencia me apena es Mons. Martínez. La verdad, no me lo esperaba. Del resto sí. A Dagnino no le acabo de entender. Y la organización de estas jornadas ha sido un gol bien metido de la derecha pepera o de pedrojota. Una lástima. Ojalá recapacite la ACdP alguna vez y dedique algo de dinero, tiempo y personas a promover políticos católicos o católicos en política sin frenar a los que no deseen seguir consensuando como si nada hubiera pasado después del consenso constitucional traicionado durante estos más de 30 años.
4/06/09 11:29 AM
Asrone- Estoy seguro que en el marxismo, en el socialismo, y en el anarquismo se pueden encontrar puntos que analizados con objetividad no tienen nada de condenables. El mal absoluto no existe, pero eso no quiere decir que por tener algo de bueno esas doctrinas sean más asumibles.

El liberalismo económico es inseparable del liberalismo político o filosófico en tanto que todo forma parte de la misma cosmovisión. Yo para cosmovisiones prefiero la cristiana que no necesita tomar prestado nada de ninguna de las anteriores.
4/06/09 4:08 PM
asrone
Embajador: Tal vez sea cierto que el liberalismo económico y el político sean inseparables. Hasta hace cuatro días no sabía nada de liberalismo ni de keynesianismo. Eso no significa que me deje encandilar o que sea un iluso. Pero soy una persona responsablemente libre que tiene que formar criterio, y las iniciativas como la del Acton Institute me parecen muy buenas.
Te repito que lo que sale en el enlace que puse es, eso creo, lo mismo que tú defiendes y que yo comparto. Ahora bien, sería también un extremo peligroso considerar la Doctrina Social de la Iglesia como un manual de economía, ¿no crees?
Saludos.
4/06/09 4:52 PM
No, no creo que se pueda considerar a la DSI como un manual de economía, pero tampoco se puede tomar al liberalismo como solución a todos los problemas concretos. Sobre todo porque ciertas soluciones concretas están ya definidas desde mucho antes de Adam Smith por pensadores cristianos. No son por tanto liberales como se nos quiere hacer ver.

Mi preocupación es que apropiándose de esas ideas concretas pre-liberales se nos quieren colar de rondón cuestiones que nada tienen que ver no ya con la DSI, sino con la misma doctrina católica en general.

Te animaría a echarle un vistazo al distributismo, si no lo has hecho ya, creo que es un sistema mucho más acorde con la DSI.
4/06/09 6:56 PM
Hespérides (www.valoreshispanicos.blogspot.com)
Es una vergüenza que el presidente del gobierno que no derogó la ley asesina del ´85, que legalizó la PDD y la RU-486, que admitió los experimentos con células madre embrionarias, etc. etc. nos venga a hora con que él defiende la vida y que no pudo hacer otra cosa. Vergonzoso.
4/06/09 7:41 PM
asrone
Sí que me suena el distributismo; por Chesterton. Gracias por recordármelo.

Pues habrá que estar atento desde el catolicismo a las que nos quieran colar y separar la paja del trigo. Y para eso hacen falta personas muy bien preparadas en los respectivos campos de estudio que sepan rebatir y argumentar con solidez (tanto datos como ideas).
A ver si me entiendes: preferiría estar discutiendo con Ron Paul (que es una persona indiscutiblemente muy preparada, con experiencia y con el que no estoy de acuerdo en ciertas cosas) que no con un novato risitas que vive a base de eslóganes.
Te dejo la última palabra. Sobre Aznar también :)
Ha sido un placer.
4/06/09 9:59 PM
Torquemada
...Desde luego, me parto con "Ánsar"... y del CEUismo... ¿Se puede ser más patético?
4/06/09 10:48 PM
José María
"Curiosas" las declaraciones de Aznar, el de la legalización de la píldora abortiva, la manipulación y destrucción de embriones y el incremento del aborto quirúrgico durante sus dos legislaturas; ¿qué ética cristiana puede enseñar tamaño asesino legal?, quien se permitió decir que “no cambió la ley por respeto al consenso alcanzado en 1985”, “hice lo que pude” (ante el aborto) y que “No podemos consentir que se convierta en un derecho la eliminación de un ser humano”(con lo que debió quedar exculpado, fumarse un puro, y los presentes seguir con cara de póquer). A él hay que añadir otros miembros de ese partido político clara y asumidamente abortista que es el PP (Rajoy dixit cantando las loas de la ley del 1985), como Benigno Blanco, antiguo alto cargo del mismo y que dirige una organización pepera, supuestamente independiente del partido, cuya finalidad es mantener la ficción de que se lucha (desde el PP) contra el aborto, pero que nunca ha pedido la derogación de dicha ley.

Claro que, lo peor, estuvo de parte de quien le dió acceso al micrófono y no apostilló sus declaraciones como corresponden, evitando que aparezca el PP (por él representado), para el que tenga la conciencia laxa, como una opción válida a la hora del voto católico, en lugar de ocasión de pecado grave, dado que hay partidos de ideología católica (Familia y Vida, SAIN y AES -sobre todo este último-)
5/06/09 7:22 AM

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