(ECCLESIA Digital) El director del Foro de la Familia, Javier Rodríguez, tras analizar los datos sobre los nacimientos en España publicados por Eurostat, señaló que nuestro país «debe situar como prioritaria la lucha contra el invierno demográfico».
«La caída de los nacimientos en España a índices de siglos pasados es el fruto de años de políticas de desprecio y acoso a la familia y a la maternidad, que ya no pueden sostenerse ni un minuto más. Es urgente e imprescindible avanzar en un Pacto por la Maternidad con medidas económicas, sociales y políticas, pero también culturales», analiza Javier Rodríguez, director del Foro de la Familia.
Según los datos publicados por la agencia Europea, los nacimientos en 2017 (391.265, por debajo de los 400.000 por primera vez en muchísimo tiempo) cayeron un 5% respecto al año anterior, datos que se agravan si nos quedamos sólo con los nacidos de españolas, 295.755, una cifra que nos retrotrae al siglo XVII, cuando en España apenas había 7-8 millones de habitantes, según ha analizado Alejandro Macarrón, presidente de Renacimiento Demográfico.
«Es preocupante que el único rango de edad en el que creció el número de nacimientos fuera el de mujeres entre los 40 y 43 años, indicador de que tener hijos se pospone cada vez más por la situación económica y la escala de valores», indicó Rodríguez.
Madres cada vez mayores
Además, según la estadística presentada por Eurostat, 35 años es la edad en la que más mujeres residentes en España (29.540) dieron a luz. Le siguen las de 34 (29.297) y las de 33 (28.790). Hay que alcanzar la treintena para superar los 20.000 nacimientos (22.270 en los 30) y hasta los 26 no se alcanzan las decenas de millar (11.109). Todos estos números son peores que los registrados en 2016.
«Se nos está diciendo que la sociedad española tiene una enfermedad mortal. Necesitamos actuar en consecuencia, con medidas intensas y acertadas, no con tiritas o parches o, peor aún, negando la evidencia. Hacemos un llamamiento a los partidos políticos, pero también a la sociedad, para que firmemos un gran pacto por la maternidad que no se limite únicamente a los -muy necesarios- incentivos económicos y sociales, sino que busque el cambio de percepción de la maternidad».
«También debería hacernos reflexionar sobre cómo un país que presenta estas cifras puede seguir favoreciendo, con más de 34 millones de euros anuales, la eliminación, mediante el aborto, de más de 100.000 inocentes al año», apostilló el director.