(InfoCatólica) Con esta medida, la isla caribeña es el segundo país del mundo, tras Eslovenia, que ha revocado su posición respecto al matrimonio entre homosexuales.
La normativa, llamada Domestic Partnership Act 2018 (DPA), fue aprobada en diciembre y provocó la ira de la comunidad LGBTI y buena parte de los parlamentarios del Reino Unido, incluida la primera ministra Theresa May, quien consideró esa legislación decepcionante.
Dicha ley revirtió un fallo de la Corte Suprema en mayo del año pasado que allanó el camino para que las parejas homosexuales se casaran en Bermudas y en barcos registrados en la isla.
La nueva ley, aprobada por el Senado de Bermudas en diciembre de 2017, reconoce las uniones entre personas del mismo sexo, pero no podrán casarse. Sin embargo, concede derechos como el de heredar en el caso de que no haya testamento previo y tomar decisiones médicas en nombre de la pareja. Los matrimonios entre homosexuales ya celebrados seguirán siendo válidos.
El Tribunal Supremo de Bermudas falló, en mayo de 2017, a favor del ciudadano bermudeño Winston Godwin y de su prometido, el canadiense Greg DeRoche, quienes querían casarse en el archipiélago. El Registro General rechazó su solicitud, por lo que la petición se llevó hasta la Corte Suprema con el argumento de que la Ley de Derechos Humanos prevalece en Bermudas sobre cualquier otra normativa y ésta les dio la razón.
La sentencia judicial se aplicó pese a que en junio de 2016 la población de Bermudas rechazó en una consulta el matrimonio gay por un 69% en contra por un 31% a favor.
Aunque el gobernador John Rankin aprobó la DPA el 7 de febrero, se aplazó su implementación hasta el 1 de junio, con la justificación de darles más tiempo a las parejas gay que ya habían hecho planes para casarse.