(Fides) Mons. Dachelem hizo un llamamiento urgente al gobierno para que las niñas sean liberadas. «No necesito saber quiénes sois, cuál es vuestra afiliación política o a qué religión pertenecéis, pero lo que sé es que la vida es sagrada y debe ser protegida y respetada por todos... Dejad de un lado las disputas políticas y proteged las vidas. No es necesario politizar la vida en nombre Dios»
El secuestro de las estudiantes de Dapchi se produjo cuatro años después del de las 276 niñas Chibok, en el estado de Borno. A día de hoy 195 de ellas siguen secuestradas a pesar de las reiteradas promesas del gobierno para asegurar su liberación. El 4 de marzo, Gloria Shoda, presidente del Consejo Nacional de Organizaciones de Mujeres, pidió al gobierno federal que hiciera todo lo que estuviera en su mano para salvar a las colegialas secuestradas en Dapchi, con el fin de evitar lo que sucedió en Chibok en 2014, señalando que las estos secuestros son una vergüenza nacional.
«Estamos tristes como madres por ver que otro grupo de nuestras niñas ha sido secuestrado por esta secta. Es lamentable que vuelva a suceder después de la experiencia de Chibok», dijo Shoda. Ayer, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, los padres de algunas de las niñas secuestradas en Dapchi se manifestaron en las calles de la capital, Abuja, para recordar al gobierno y al mundo que sus hijas siguen desaparecidas. Vestidos de negro, y después de un viaje de 833 kilómetros para llegar a la capital, los padres se concentraron frente a la entrada principal del parlamento nigeriano. «Pido al gobierno que nos dé alguna esperanza de volver a ver a mi hija», solicitó una madre entre lágrimas. «Envié a mi hija a la escuela porque quería que progresara en la vida. Como madre, ¿cómo puedo seguir sin saber qué le pasó a mi hija?», exclamó otra.
En Dapchi las autoridades locales han pedido a 300 religiosos que recen todos los días por la liberación de las estudiantes.