Mons. Michael Yung, nuevo obispo de Hong Kong

Sucede al cardenal John Tong

Mons. Michael Yung, nuevo obispo de Hong Kong

La Sala de prensa de la Santa Sede ha dado a conocer que a partir del día de hoy Mons. Michael Yung Ming-chung es el obispo ordinario de Hong Kong, tras la renuncia del cardenal John Tong.

(Asia News/InfoCatólica) Mons. Yung, de 72 años, había sido nombrado obispo coadjutor el pasado 13 de noviembre. El Card. Tong, que justamente ayer cumplió 79 años, ya había presentado su dimisión hace cuatro años, pero el Papa extendió su responsabilidad hasta este año.

Mons. Yeung nació en Shanghái el 1 de diciembre de 1945 en una familia católica y llegó a Hong Kong cuando tenía 4 años. Trabajó en una empresa de importaciones-exportaciones, antes de entrar en el seminario de Hong Kong a los 26 años. Fue ordenado sacerdote el 10 de junio de 1978. Realizó estudios de comunicación en Syracuse (EEUU) y en filosofía y educación en Harvard (EEUU). Desde agosto de 2003 estuvo a cargo de la Caritas del territorio y se desempeñó como vicario general a partir de 2009. Fue ordenado obispo auxiliar en agosto de 2014.

La noticia fue dada simultáneamente en Hong Kong a las 6 de la tarde. El 5 de agosto celebrará una Misa en la catedral para dar inicio a su ministerio.

Diversos observadores se preguntan si Mons. Yung seguirá la línea del Card. Tong, dialgante y gentil hacia China, o si optará por posturas más firmes, como la del Card. Joseph Zen, gran defensor de la libertad religiosa y muy amigo del movimiento democrático del territorio.

Después de su nombramiento como coadjutor, durante la misa de clausura del Año Santo de la Misericordia, Mons. Yeung se arrodilló delante del Card. Tong y luego delante del Card. Zen. Él considera a ambos «como dos grandes árboles», debajo de los cuales puede «gozar de un poco de sombra»

Si bien no es afín a las posiciones extremistas e independentistas de algunos sectores juveniles, a menudo ha expresado su apoyo ante los pedidos de democracia de Hong Kong, poniendo en guardia a China de intervenir demasiado en los asuntos del territorio, para salvaguardar el principio de «una nación, dos sistemas».

En una conferencia de prensa, después de su nombramiento como coadjutor, también explicó su posición sobre los diálogos China-Santa Sede: «China -explicó entonces- es un país enorme, con tantos aspectos y temáticas. Esto hace difícil obtener resultados inmediatos, y para construir una relación se necesita desarrollarla paso tras paso, teniendo presente también los derechos humanos, que son un tema de interés y de preocupación».

En una breve entrevista concedida al South China Morning Post esta mañana, el Card. Tong dijo ante todo de estar «agradecido» por todo lo que ha vivido y agregó que tiene «plena confianza» en Mons. Yung. «Es mejor que yo desde cualquier punto de vista… estoy seguro de que él hará siempre el bien, y de mejor manera».

Mons. Yeung es también un audaz defensor de la familia fundada en la relación entre un hombre y una mujer. Por esto, en algunas oportunidades ha sido víctima de críticas por parte del lobby gay de Hong Kong.

 

2 comentarios

mauricio ruiz
El anuario pontificio , nos cuenta que nació , el 1 de diciembre de 1.946 ; por tanto tiene 70 años , gracias.
2/08/17 1:00 AM
hornero (Argentina)
Siempre es bueno esperar con esperanza los acontecimientos de un país tan grande y complejo como China, sobre todo para nosotros occidentales, que desconocemos en general su cultura y las modalidades de estos hermanos chinos. Mons.Yung emprende esa tarea tan difícil de guiar la Iglesia en medio de grandes dificultades por parte del gobierno chino y por parte del Vaticano que está siguiendo, según fuentes católicas chinas, una política de sometimiento de la Iglesia al régimen comunista-marxista chino. Por esto, China es uno de los parámetros que determinan la visión cristiana del mundo actual; su incógnita obliga a un esfuerzo reflexivo respecto a su futuro, que a su vez, gravita de modo importante en nuestras expectativas cristianas y humanas. Una vez más, aparece nítida la razón de confiar en la Virgen la marcha de los acontecimientos de esta gran nación, porque sólo Ella conoce la realidad total y profunda de nuestro mundo, su misteriosa realidad espiritual, cuya evaluación permite a nuestra Madre obrar en la gran misión encomendada por Su Hijo de conducir el mundo hasta Él, a fin de que el mundo se salve. Si queremos recibir alguna luz mayor que la sólo humana acerca de la realidad que vivimos, sea en la Iglesia, sea en el mundo de las naciones, invoquemos a María, a fin de ayudarla en su misión.
2/08/17 5:02 PM

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