(Hoy.es/InfoCatólica) La Junta de Extremadura había concedido este año a Plasencia un total de 60.000 euros para ayudas de mínimos vitales, un dinero que tendría que haberse destinado a mitigar las consecuencias de la pobreza energética, y también a pagar recibos del agua. Sin embargo, el Ayuntamiento va a hacer uso únicamente de 5.000 euros y el resto se lo va a devolver a la Junta, además con elevados intereses.
El motivo, según un informe de Servicios Sociales que ha hecho público la concejala del área, Flor Conejero, son las condiciones que se establecen en el decreto de las ayudas. En ese documento se señala que este programa de mínimos vitales en realidad «no paga las facturas, sino el gasto de luz, agua o gas, es decir, que los beneficiarios de la ayuda no abonan el total de la factura, por lo que no están exentos de un posible corte del suministro».
Flor Conejero dijo que, concretamente, el máximo que se puede abonar con estas ayudas es «el 30% de la factura de la luz», lo cual se une a otros problemas como la tardanza con la que la Junta publica el decreto y los trámites administrativos que hay que seguir para concederlas antes de final de año (el plazo de solicitud finaliza el 19 de diciembre). Además, argumentó que los servicios sociales deben hacer una previsión de la cantidad que van a necesitar, y si se equivocan y luego tienen que devolver dinero se les aplican unos intereses «del 26%».
Estas son, según la concejala, las causas de que el Ayuntamiento de Plasencia vaya a usar tan solo 5.000 de los 60.000 euros de los que disponía para mínimos vitales. Aseguró incluso que, desde que ella dirige el área, no le ha llegado ningún caso de familia que no haya podido pagar el recibo de la luz por carecer de recursos económicos.
Indignación
Esta última afirmación ha indignado a algunos partidos como Plasencia en Común (PeC) y Podemos. El concejal de PeC, Abel Izquierdo, se pregunta si Flor Conejero «no se plantea irse por vergüenza», y considera «un chiste que no tiene gracia» que la concejala de Servicios Sociales, que se dedica además profesionalmente a esta materia, «desconozca la situación social existente en la ciudad». Izquierdo apunta que «no es posible que tengan que ser los buenos curas los que hagan ver la situación social de las personas y tengan que indicar qué hacer».
Por su parte, Podemos Plasencia ha hecho público un comunicado en el que califica de «vergonzosas» las declaraciones de Conejero, y señala que «ponen en evidencia el total desapego de la realidad local del equipo de gobierno, que vive en una burbuja ajeno a lo que sucede a su alrededor». Podemos señala que es «imposible» que en Plasencia, con una tasa de paro superior al 25%, no haya «familias en situación de desamparo absoluto y víctimas de la pobreza energética», y recuerda en ese sentido la acción al respecto de organizaciones como Cáritas.
No se puede obviar que en esta polémica subyace también el enfrentamiento político entre el Ayuntamiento de Plasencia y la Junta de Extremadura, que se ha recrudecido en los últimos meses, primero en cuestiones relativas a la educación, la sanidad y el turismo, y ahora también en los servicios sociales. Así lo consideran Plasencia en Común, que ve «motivaciones partidistas» en la devolución de la mayor parte del dinero para mínimos vitales, y el PSOE, que achaca la actuación del Gobierno local a un intento de tirar por tierra este programa de ayudas.
En lo que sí hay cierta coincidencia, al menos entre el PP y Podemos, es en la necesidad de reformar el funcionamiento de estas ayudas. Los populares creen que debe cambiarse para hacerlo más sencillo y para que permita abonar la totalidad de los recibos, y Podemos para que «garantice su total cobertura y la disposición económica en tiempo y forma». Ademas, el partido morado insta al Ayuntamiento y la Junta a que las ayudas de mínimos vitales «cuenten con la publicidad suficiente para que los vecinos sepan cómo solicitarlas».