El Papa recuerda la necesidad de visitar a los enfermos y encarcelados

Forma parte de las obras de la misericordia

El Papa recuerda la necesidad de visitar a los enfermos y encarcelados

Durante la audiencia general del segundo miércoles de noviembre – celebrada en la Plaza de San Pedro y en la que participaron varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países – el Papa prosiguió sus reflexiones sobre las obras de misericordia.

(RV/InfoCatólica) El Santo Padre abordó en su catequesis el hecho de visitar a los enfermos y a los encarcelados. Y lo hizo con la introducción de un pasaje del Evangelio de San Marcos (Mc 1, 30-34), que relata que curó a la suegra de Simón, además de haber curado a numerosos enfermos, que sufrían de diversos males y de quienes también expulsó a muchos demonios.

Hablando en italiano, el Pontífice comenzó destacando cuántas páginas de los Evangelios narran estos encuentros: con el paralítico, el ciego, el leproso, el endemoniado, el epiléptico, y con numerosos enfermos de todo tipo. Y afirmó que Jesús ha estado cerca de cada uno de ellos a quienes ha curado con su presencia y con el poder de su fuerza sanadora. Por lo tanto – añadió –no puede faltar entre las obras de misericordia, la de visitar y asistir a las personas enfermas, sin olvidar a quienes se encuentran en prisión.

El Papa  hizo hincapié en el común denominador de los enfermos y de los encarcelados, cuya libertad está limitada. Libertad que, precisamente cuando nos falta – exclamó – hace que nos demos cuenta de lo preciosa que es. Mientras Jesús no ha dado la posibilidad de que seamos libres a pesar de los límites de la enfermedad y de las restricciones, puesto que nos ofrece la libertad que proviene del encuentro con Él y del sentido nuevo que este encuentro da a nuestra condición personal.

De ahí que el Sucesor de Pedro haya afirmado que con estas obras de misericordia el Señor nos invita a realizar un gesto de gran humanidad, como es la participación que se expresa a través de gestos sencillos como son los contenidos en una visita, una sonrisa o una caricia para hacer sentir al otro que no está solo ni abandonado.

Tras recordar que también Jesús y los Apóstoles experimentaron la prisión, el Santo Padre concluyó su catequesis afirmando que estas obras de misericordia son tan antiguas como actuales. Por eso invitó a no caer en la indiferencia, sino a convertirnos en instrumentos de la misericordia de Dios, para devolver alegría y dignidad a quien la ha perdido.

 

4 comentarios

Echenique
Tomo buena nota. También yo quiero recordarle la necesidad y urgencia de la primera obra de misericordia : Enseñar al que no sabe. Dificilmente se puede enseñar, y menos las verdades de Fe, desde la ambigüedad o desde nombramientos de obispos y cardinales manifiestamente desviados, cuando no heréticos.
9/11/16 10:57 PM
JOSÉ MARÍA
Echenique, sabemos a ciencia cierta que tu lo harías mejor.
10/11/16 1:34 PM
T
Querido Echenique: El Papa dice y nos recuerda lo que Cristo hizo y que nos pidió que hiciéramos todos... Que los hombres lo hagamos o no, no depende del Papa sino del uso de nuestra libertad. Quizá sería bueno antes preguntarnos en nuestro interior si somos aptos para lanzar la primera piedra..., te aseguro que yo no. Un saludo cordial
10/11/16 8:58 PM
María
Los enfermos ¡nos sentimos muy solos! muchísimo. cuando alguien viene a visitarme se me hace el día más llevadero, sobre todo si me trae alegría, siento amistad y cercanía. Pero la gran mayoría de la gente no tiene tiempo, la compañía te hace sentirte menos solo y el día más fácil y menos deprimente. La vida la viven los sanos y de los enfermos quien se acuerda?
27/11/16 3:05 PM

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