El editor de Asia News denuncia el olvido de la Santa Sede hacia los católicos fieles a Roma en China

Sienten frustración e ira

El editor de Asia News denuncia el olvido de la Santa Sede hacia los católicos fieles a Roma en China

Asia News ha publicado un contundente artículo de su editor, el P. Bernardo Cervellera, misionero del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, en el que manifiesta la frustración e incluso ira de los católicos chinos ante la actitud de olvido que sufren.

(Asia News/InfoCatólica) A continuación publicamos el artículo completo del P. Cervellera:

Los fieles de la Iglesia subterránea en China se sienten frustrados debido al «olvido» que la Santa Sede muestra en relación a ellos. Hace casi 20 años que no se nombran obispos subterráneos, sino sólo administradores apostólicos. A los ojos de los fieles esta decisión representa una especie de condena a muerte de sus comunidades. 

Para los oficiales hay «Caricias», reuniones y recuerdos fotográficos con el Papa; no hay encuentros ni bendiciones para los sacerdotes y obispos subterráneos. La cuestión de la inscripción en la Asociación patriótica. Un obispo oficial: «Somos todos marionetas. Hacemos sólo lo que nos dicen que hagamos». Se trata de una derrota doble: para el Vaticano y para China.

Se ha propagado una «desesperación», una «amargura» y hasta una «ira» en las comunidades subterráneas de la Iglesia católica de China. Las comunidades subterráneas son aquellas que, en nombre de la libertad religiosa garantizada por la Constitución china, se oponen a todos los controles que el gobierno lleva a cabo sobre el personal, los lugares de culto, sobre sus actividades, sus docentes, sobre los libros a ser publicados y leídos. Sobre todo, ellos se niegan a inscribirse –lo cual forma parte de las condiciones impuestas por el gobierno- en la Asociación patriótica (AP), cuyo estatuto exige edificar una iglesia nacional, independiente de la Santa Sede, algo que está contra la fe católica.

Según algunos sacerdotes, fue la «desesperación» lo que empujó al Pbro. Dong Guanhua (sacerdote subterráneo) a dejarse ordenar de modo ilícito, haciendo circular el anuncio de su toma de posesión junto a su número telefónico, y ofreciéndose para ordenar a otros obispos sin el mandato de la Santa Sede.

El episodio tiene contornos ambiguos (la salud mental del Pbro. Dong; las dudas acerca de quién y cuándo lo ordenó, las preguntas en torno a quién es el verdadero mandante de este episodio: si se trata de alguien de la Iglesia subterránea o de algún espía del gobierno que busca humillar a todos los católicos subterráneos). Lo que sigue siendo un hecho –demostrado por tantos comentarios referidos a esto, que pueden ser hallados en Internet es que los fieles de la Iglesia subterránea se sienten frustrados por el «olvido» que la Santa Sede muestra en relación a ellos.

Algunos destacan que desde hace por lo menos 20 años que el Vaticano, al morir algún obispo subterráneo, no provee a un sucesor, sino que, como máximo, señala a un sacerdote como administrador apostólico. A los ojos de los fieles, esa decisión representa una suerte de condena a muerte de sus comunidades y de sus diócesis. De aquí la «desesperación». Mucho más aún, siendo que simultáneamente ven que el Vaticano aprueba candidatos episcopales que ya están inscriptos en la Asociación patriótica, a pesar de que ésta ha sido rechazada, tanto por Benedicto XVI como por el Papa Francisco, por ser «inconciliable con la doctrina católica».

Las noticias difundidas en las últimas semanas, según las cuales habría un acuerdo «inminente» entre China y la Santa Sede, de un «inminente» levantamiento de la excomunión y de la restitución de los ocho obispos oficiales ilícitos (algunos de ellos, con mujer e hijos) agudizan el sentimiento de frustración. Algunos llegan a acusar al Vaticano de utilizar «dos pesos y dos medidas» distintas: caricias para los obispos y sacerdotes oficiales; indiferencia y marginación para los no oficiales.

Un joven sacerdote de la Iglesia subterránea del centro de China ha hecho notar que para muchos grupos de la Iglesia oficial que peregrinan a Roma, la Secretaría de Estado enseguida halla la ocasión para que puedan reunirse con el pontífice e incluso para tomarles una foto grupal. Por ejemplo, el 5 de octubre pasado, en la Plaza San Pedro, un centenar de fieles de la diócesis de Suzhou (Jiangsu) se tomó una fotografía con el Papa y con el obispo Mons. José Xu Honggen (v. foto). Mons. Xu en sí es un gran obispo, y es reconocido por el gobierno y por la Santa Sede. Pero para un pastor es prácticamente imposible dejarse retratar con el Papa de Roma sin que haya un permiso previo otorgado por la Asociación patriótica. La ocasión, al ser tan publicitada, es algo que frustra a los católicos, que cuando tratan de pedir hablar con el pontífice para relatar su situación, son rechazados. Un sacerdote que pidió una bendición papal para su obispo de Henan, que cumplía 25 años de episcopado –y que a menudo pasó momentos muy difíciles, bajo el control de la policía y en arresto domiciliario- fue echado sin concederle absolutamente nada. «Mi obispo –confía- en todos estos años sufrió la persecución y afrontó dificultades por defender la fe y su fidelidad al papa. Ahora que necesita un sostén y un signo de aliento, ello no se lo dan. Este hecho nos hace sentir muy solos».

«Sentirse solos», «abandonados», «olvidados» es un estribillo que se percibe continuamente entre los católicos no oficiales de Heilongjiang, pasando por Xinjiang y desde el interior de Mongolia hasta Guangdong.

Es cierto que el Vaticano, en un intento por llevar al Papa a China y lograr un acuerdo en lo que se refiere al nombramiento de los obispos y (a futuro) a las relaciones diplomáticas, es muy cauto, y por ende no se presta a que haya críticas chinas que pudieran acusarlo de «entrometerse en los asuntos interno de China bajo el manto de la religión», apoyando a personas que cumplen gestos fuera del control del gobierno y que por lo tanto –según Beijing- son «criminales». Es más, casi como para evitar cualquier tipo de roce con Beijing, el Vaticano ha decidido no escuchar más al Card. Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, paladín de la libertad religiosa en China y «vocero» de la Iglesia subterránea. Incluso la misión que ha sido encomendada a Mons. Savio Hon –salesiano, al igual que el Card. Zen, único chino en la cúpula de la curia romana- secretario de Propaganda Fide, que fue enviado a Guam en estos meses, es leída como un alejamiento de la mesa de tratativas sino-vaticanas.

El punto es que esta Iglesia ha atravesado décadas de persecución, ofreciendo mártires a la Iglesia universal, obedeciendo al Papa y negándose a traicionarlo, sufriendo incluso la prisión y torturas por no inscribirse en la Asociación patriótica. Ahora, con los «inminentes» posibles acuerdos pareciera que pertenecer a la Asociación patriótica fuese un valor, o un elemento indiferente desde el punto de vista moral, o bien un condicionamiento que ha de ser aceptado.

Ha de ser dicho que los obispos subterráneos estarían dispuestos a registrarse en el gobierno y en el ministerio de asuntos religiosos, pero no así en la Asociación patriótica, debido a su «incompatibilidad con la fe católica». En cambio, el gobierno –en Henan, en Anhui, en Shaanxi,… - de hecho, obliga a registrarse en la Asociación patriótica. E incluso si bien promete a los obispos que ellos sólo serán registrados en el gobierno, automáticamente les hace entrega de su credencial de la Asociación.

Los oficialistas, marionetas

Pertenecer o no a la AP es un hecho crucial. Ésta no sólo somete a obispos, al clero y a los fieles a controles que son sofocantes, con pesadas injerencias en lo que se refiere al nombramiento de obispos, de cargos, sacerdotes y en la valoración de la vocaciones de jóvenes. La misma arrastra a obispos lejos de su diócesis y de su trabajo pastoral durante meses, para «llevarlos de vacaciones» y adoctrinarlos. Fue justamente un obispo oficial, que ocupa un cargo muy alto en la AP, quien confesó: «Somos todos marionetas. Hacemos solamente lo que nos dicen que hagamos».

A causa de ello, incluso en el caso de que el Vaticano llegara a un acuerdo con Beijing en lo referido al nombramiento de obispos y a la indicación de registrar a los sacerdotes, muchas comunidades ya han declarado que no lo harán por una objeción de conciencia. Todo esto no es «desobedecer al Papa» como algún comentarista ha dicho de manera inapropiada, sino un intento extremo por salvaguardar la libertad del Evangelio, para que ésta no sea fagocitada por una estructura estatal y política que nada tiene que ver con la fe.

Es probable que en un posible acuerdo entre Beijing y la Santa Sede, ésta no dé ninguna indicación sobre si pertenecer o no a la AP, dejando libres a obispos y sacerdotes para que ellos evalúen la situación de acuerdo a la libertad religiosa que logren conquistarse. De ese modo, los católicos subterráneos podrán continuar su vida plagada de riesgos, pero sin someterse a la AP.

Sin embargo, para el Vaticano esto sería una derrota, al menos de manera temporal: en el primer diálogo con China, tan deseado, no se ha logrado obtener siquiera un espacio de libertad mínima para todos los fieles, postergando para el futuro una reconciliación verdadera y auténtica de las dos comunidades, la oficial y la subterránea.

Pero también será una derrota para el gobierno chino, que verá frustrada su psicosis por el control. Según algunos observadores, la publicación de noticias referidas a un «inminente acuerdo», efectuada en los últimos días, no son sino fruto del llamado «soft power» de Beijing, que de esta manera atemoriza a Taiwán, inquieta a la comunidad subterránea y empuja al Vaticano a firmar un acuerdo apresurado que elimine la experiencia de la Iglesia subterránea, poniendo a toda la Iglesia en manos del gobierno y bajo su control.

Estas dos «derrotas» no son inocuas: entre los católicos oficiales y los subterráneos han provocado una desconfianza hacia el gobierno y hacia el Vaticano, y está el riesgo de que, ante el dominio de acuerdos de tinte político, los fieles se refugien en modalidades más privadas de vivir la fe.

Dicha situación, sin embrago, también es una ocasión para ayudar a la Iglesia de China, no con diálogos políticos, que ponen a un sector entero de la comunidad cristiana entre paréntesis, sino potenciando los vínculos de comunión, de amistad, de colaboración y sobre todo, de formación. Los acuerdos diplomáticos pueden esperar.

En una de las últimas conversaciones que tuve con el heroico Mons. Antonio Li Duan, obispo de Xian, fallecido en el 2006, él dijo: «No hay necesidad de buscar relaciones diplomáticas entre el gobierno y la Santa Sede a cualquier costo. Sólo cuando Beijing garantice a la Iglesia una libertad religiosa plena, recién entonces emprenderemos relaciones diplomáticas. Mientras tanto, preocupémonos por edificar la Iglesia y por evangelizar la sociedad china».

 

25 comentarios

pedro de madrid
Parece que algunos eclesiásticos no quieren ser preseguidos por la causa de Cristo y así vamos dejando atrás las enseñanzas del Evangelio, eso no sólo pasa en China, ocurre exactamente igual en otros paises. Que esos cristianos se saquen sólos las castañas del fuego y ellos dirán no me coincide lo que me enseñan del Evangelio con lo que despues hacen. Llegó la hora de hablar claro sin miedo alguno
8/11/16 8:31 AM
Anticlimacus
Supongo que piensan que hay que llevarse bien con China y que no pasa nada por quemar un poco de incienso ante la estatua del Politburó.
8/11/16 9:28 AM
JuanM
Esto ya comienza a ser cansino y preocupante...
8/11/16 9:56 AM
Alberto
Me quedo impresionado por el ejemplo que dan los católicos en China o Siria. Me parece como si fueran personas sobrehumanas. Y es que lo son por la Gracia de Dios. Pronto tendremos ocasión de comprobar de que estamos hechos los católicos de aquí
8/11/16 10:23 AM
antonio
Es incomprensible, y muy cupable, el SEÑOR permite que migajas, nosotros, ELLOS!!!!!!!!!GIGANTES, desde Monseñor Shi y Sucesores, Hasta Asia Bibi y TANTOS, sean corredentores, de tremenda magnitud que se asocián al INMENSO, AMOR de CRISTO; INFINITO, a la corredentora por excelencia la Santisima Virgen Maria, en cada misa, y Recibimos sus beneficios en Cada EUCARISTIA, lo cual es de una BELLEZA, y produce una alegria Interior, que es estar ya en el cielo.Tremenda la Grandeza del CUERPO MISTICO, que lo integramos si estamos en GRACIA de Dios, Testigos de la Revela ción frente al DEISMO imperante.INDIGNIDAD infinita, Infierno infinito para los que comulguen Sacrilegamente, superior a muchos pecados mortales.Desde aca Muchas Gracias por tanta coherencia, para mi son mis ejemplos HOY y siempre!!!!Están reconocidos por la SantisimaTrinidad, seguro!!!!!ES ASI!!!!!!!!!!y Muchas Gracias por sostenerme, en la batallas, en la soledad, que Grande es la Iglesia Católica, llevamos su fuerza en el alma en estado de Gracia, Inhabitando en Nosotros la Santisima Trinidad.Muchas Gracias!!!!!!Son muy buenos!!!!
8/11/16 11:18 AM
Anticlimacus
Alberto,
Lo de qué estamos hechos aquí te lo puedo decir con precisión: de mantequilla a 35 grados.
8/11/16 11:31 AM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
"Pone de manifiesto la frustración e incluso la ira de los católicos chinos ante la actitud y olvido que sufren por parte de Roma." Y, ¿qué otra cosa pueden sentir? ¡Es vergonzoso y muy doloroso!
8/11/16 12:01 PM
Néstor
¿Y qué se espera, concretamente, de un acuerdo con el gobierno chino? ¿Ayudará en algo a la evangelización? ¿Qué se gana con convertirse en instrumento de un gobierno tiránico?

Saludos cordiales.
8/11/16 12:11 PM
Tulkas
Pues que ordenen sin mandato pontificio. Los obispos son obispos, todos.
Ya pasó al otro lado del telón de acero. Nada nuevo.
8/11/16 12:13 PM
Juan Andrés
Es un hecho, me parece evidente, que desde el seno mismo del catolicismo vienen surgiendo por acá y acullá quejas de todo tipo ante el gobierno actual de la Iglesia que quizás está más preocupado, al decir de un elevado clérigo frente a los terremotos como posible castigo, por no "escandalizar" a los no creyentes (qué diría San Pablo). Mucho preocuparse por las periferias pero muchas de las 99 ovejas han perdido, o así lo sienten, a su pastor. Eso de "apacienta mis ovejas" debe ser ajeno a la misericordia, a ellas palo para que no balen.
8/11/16 12:25 PM
Penoso, de veras, que quienes han de sostener y consolar a los hijos de la Iglesia más amenazados, los dejen en una situació tan ambigua.
¿No pide tanto sacrificio y valentía en la fe una especialísima preocupación por alentar, proteger y estar al lado de tantos mártires de sospecha e intrusión política, en antítesis total con la fe? Porque: o se es fiel al Vicario de Cristo o se cae en apreciar más al César que a Dios.
8/11/16 12:39 PM
Francisco Javier
Es mas comodo irle a darle abrazos a todos los mundanos y la comunion a todo pseudo catolico adonde hay camaras y aplausos de sobra para que digan "ohh la Iglesia se moderniza, se adapta al siglo XXI, los conservadores estallan de colera,... Lutero tenia razon", a los perseguidos por su fe que se los harte la tierra.
8/11/16 12:48 PM
Percival
Creo que la Santa Sede está teniendo repetidos ataques de amnesia.
8/11/16 12:54 PM
Solanelles
¡Ay! ¡Qué incómodos resultan los confesores y mártires de China! Con lo fácil que sería someterse al régimen comunista, ateo, abortista y asesino. En fin, cuenten con las oraciones de este pobre pecador.
8/11/16 1:02 PM
Juan Mariner
Sabemos que los gobernantes chinos son unos sátrapas de narices (aunque los admirados occidentales no se quedan cortos, de forma limpia o sucia dictan sus leyes inicuas de igual modo a los chinos, y ejemplos hay), pero ello no obsta a que los católicos chinos (todos) tengan el amparo que necesitan de Roma. La diplomacia vaticana debe emplearse a fondo y asistir a los católicos chinos como se merecen sin estar a merced de pugnas de poder.
8/11/16 1:36 PM
Juan Mariner
Alberto. los católicos de aquí en mayoría aplastante estamos contaminados de derechismo (domina la gente sin principios ni valores y sólo preocupados por conservar su patrimonio y su estatus social, esquivando los líos que los amenacen). El catolicismo en vez de impregnar a la derecha con valores y principios propios es al revés: la derecha impregna el catolicismo con sus más abyectos intereses de conservadurismo, tragaderas y estaticismo para que el patrimonio y el estatus adquirido acaben incólumes ante los embates de los desheredados amenazantes por todos lados.
8/11/16 1:48 PM
Echenique
Entre perseguidos y olvidados, quizás prefieran la persecución. Tiene que ser muy duro sentir que tu Santa Madre te ha olvidado y te entrega en manos de los perseguidores. Como para perder la Fe. Se ve que la Madre de Dios los sostiene.
8/11/16 2:11 PM
Maria
El Papa está demasiado ocupado con los musulmanes.
8/11/16 2:20 PM
Almudena1
Estas historias me han hecho recordar la larguísima lista de santos ninguneados por sus obispos, cardenales...y aún así fieles y obedientes, imperturbables en su fe y en su amor a La Iglesia. Dios sabe más.
Dios quiera que no desesperen, que su prueba les haga más fuertes en la fe. Los que estamos al otro lado deberíamos sostenerlos con nuestra oración, esperanza y confianza en Dios.
8/11/16 6:38 PM
Fred
Ultimamente en el Vaticano estan ocupados en hacerse fotos abrazando a dictadores, herejes, musulmanes, gays, etc. y en insultar a los catolicos fieles llamandolos corazones duros y pepinillos en vinagre y otras lindezas. Y a los catolicos perseguidos por su fe que les den morcilla, ya que puede contrariar a los poderos del mundo. Ya lo experimento el marido de Asia Bibi, los refugiados cristianos que no son acogidos en el Vaticano (que solo acoge musulmanes), al Cardenal Zen defensor de la libertad religiosa, que es despreciado, etc. Es el nuevo olor a oveja que corre por Roma.
8/11/16 8:12 PM
Chimo de Valencia
Juan Mariner, lo veo confundido. Durante la época de Franco era la Iglesia la que impregnaba a la derecha (e izquierda) con valores y principios propios, usando sus palabras. Ha tenido que llegar la "primavera eclesial" con los Osoro, Blázquez y compañía para que sea la derecha (y la izquierda) la que intente impregnar de sus "valores" a la Iglesia.
8/11/16 8:13 PM
Javier Valenzuela
Es bastante complicado el asunto, y las críticas al Vaticano me recuerdan las críticas de los judíos y otros grupos a Pío XII. ¿Qué es lo que debe hacer un papa? ¿denunciar a una dictadura inhumana desde su trono pontificio? o ¿debe llegar a una especie de acuerdo, donde, al menos, se permita un grado mínimo de libertad religiosa?

Además, todos sabemos que si el Vaticano denuncia al gobierno Chino y corta todo tipo de relación con ellos, los más afectados van a ser los de la "iglesia subterránea", empezando por matanzas y persecusiones, como ya han hecho antes.

Recuerden el caso de Hitler: cuando el papa elevó el tono, hubo matanzas de católicos como "adventencia". De ahí que Pío XII tuvo que mantener, por un lado, una postura "neutra" hacia el gobierno Alemán, con sólo críticas indirectas; pero, por el otro, mantener una organización subterránea solapada que mantuviera viva la fe de las comunidades, y ayudase a los judíos.

Acá vemos algo muy similar, y muchos critican al papa, ¿pero qué harían ustedes? imaginen el peso de ver que por unas palabras pronunciadas a miles de kilómetros de Pekín, se vean cristianos muertos, familias destruídas, comunidades diezmadas.

Personalmente, creo que se debe llegar a algún acuerdo con el gobierno de China, en donde los seminarios fueran controlados por Roma, y que el gobierno de China sólo propusiera alguna terna de candidatos a obispos, de los cuales Roma sea quien elija. Es cierto que esto se parece a la institución del rega
8/11/16 9:56 PM
Rafael
Oremos por nuestros hermanos fieles que su fe no desfallesca y que la Santa Sede tome una decisión justa para ellos
8/11/16 11:00 PM
Juan Carlos Esparza Quiroga
Ni Jesús, ni Santa Teresa de Jesús, ni San Juan de la Cruz, ni San Pío de Pietrelcina, ni el P. Kentenich y muchos otros, no se llenaron de rabia y rencor cuando fueron incomprendidos y hasta silenciados. Digamos nuestra oración por los incomprendido de hoy, y por quienes no los comprenden.
9/11/16 1:03 AM
"Deberíamos sostenerlos con nuestra oración, esperanza y con
De acuerdo! El final... se aproxima, no hay que olvidarlo. Oremos por ellos y por nosotros, para que no nos exaspere esa actitud profetizada bíblica y mariana, del "olvido y burla"... por parte de la santa Sede, pues en la Silla de Pedro se sentará el Anticristo. Todo parece que se anda preparando el día definitivo... para la "Exaltación de los humildes y la humillación de La Mentira" del falso profeta con piel de oveja... aceptado por todos, capaz de hacer confundir a los santos. Oremos!!! El período no será muy largo, sólo 1260 días, tres años y medio de reinado del Anticristo. Oremos, oremos, no queda sino Orar!
9/11/16 2:39 AM

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