Se alcanzan en agosto los doscientos mil pegrinos del Camino de Santiago

Claro que tiene valor como recordatorio todos los certificados o justificantes para los peregrinos de haberse esforzado en su camino o peregrinacion a Santiago de Composstela; pero más valor es el encuentro con la tradición y con la esperanza de la salvación, acaso la realidad oportuna de una confesión - muchas veces no efectuada despues de tanto tiempo - que hace que el alma se reencuentre con su amado creador. Son lugares los de Santiago de Compostela para el recuerdo perenne, para sentir la gallardia de sentirse cristiano, pero no por unos momentos, sino para avanzar en el camino de la vida espiritual incluso cuando hay vientos y olas llanas de sinsabores, ante los que hay que pasar y vencer para llegar a la Eternidad con Dios; que el Buen Creador imprima en las almas, como en los certificados del peregrino, el sello de la salvación eterna, para cada una de esas almas. Hay que gritar muy alto: ¡¡¡ soy católico y amo a mi Creador ¡¡¡, con el que pienso encontrarme cuando el camino en esta vida llegue por ley natural a su fin. Amén.

Una cifra que, lamentablemente, no significa nada... Nos consta a todos, y esto es sencillamente innegable, que la inmensa mayoría de los "peregrinos" que van a Santiago de Compostela lo hacen por turismo, por senderismo, por diversión, por aventura, pero nunca por razones religiosas. En esto se ha convertido, tristemente, el Camino de Santiago. Oremos para que se den conversiones entre los que transitan por el Camino, para que Dios toque sus corazones

El Camino "¿nunca lo hacen por razones religiosas?". Creo que no debemos generalizar y que hay de todo. En Agosto he hecho el Camino de Santiago por primera vez, en compañía de otros cincuenta peregrinos a los que no conocía y organizado todo ¡por una familia!, unos eran de grupos y movimientos, otros no, unos practicantes y otros no, unos asistían como peregrinos, otros por senderismo. Pero el progreso espiritual del primero al último día -mío y del grupo en conjunto- me dejó asombrado, a pesar de mi escepticismo inicial hacia el Camino. Y me consta que un joven peregrino alejado de la fe que hizo el Camino desde el País Vasco para pedir perdón por su vida pasada se confesó en Santiago y experimentó un profundo cambio de rumbo en su vida. Es cierto que hay mucho turista y senderista pero de que los católicos hagamos visible nuestra fe y demos testimonio como peregrinos dependerá que el Camino no se convierta en una atracción turística más: tres chicas jóvenes iban por el Camino rezando el rosario en grupo, otros entraban en las iglesias no sólo para sellar la Compostela sino, principalmente, para hacer una visita y un rato de oración. Al terminar el Camino, el grupo en el que participé creó un grupo en las redes y sigue en contacto fortaleciéndose humana y espiritualmente.
En definitiva, he comprobado que el Camino lleva siendo un estupendo medio de evangelización desde hace 1200 años y creo que de nosotros los católicos depende que recupere su verdadero sentido.

El Camino de Santiago, como cualquier evento o tradición religiosa católica, puede ser mal interpretada e incluso usada para fines que no son los propiamente innatos a esos eventos.
Pero, hay UNA VERDAD: los que hacen el Camino de Santiago con intención espiritual, buscando a Dios, en remisión de los pecados, ,... Dios actúa y ademas, ¡¡ DE QUE MANERA !!
Este agosto tuve el gozo de participar en una peregrinación con 42 jóvenes españoles católicos en su grandísima mayoría y el fruto ha sido el poder llegar a Santiago, en su gran mayoría,en gracia de Dios por la confesión, el haberse consolidado dos vocaciones al sacerdocio, que ya han entrado en sus respectivos seminarios y nacer una vocación religiosa femenina entre el grupo.
Si esto no es GRACIA DE DIOS, que vengan y me lo expliquen.
Demos gracias a Dios y a la intercesión de su Madre María y su Apóstol Santiago.

Vivo en Burgos y mi parroquia tiene un albergue para peregrinos a Santiago. Únicamente admite a los que vienen por motivos religiosos. Y no son tan pocos, este año ha estado lleno el albergue desde primavera, todos los días. Es reconfortante encontrarte con gente que viene de los lugares más remotos: Nueva Zelanda, Corea, EEUU, Canadá... aparte de los franceses, que vienen en mayor cantidad. Qué gusto y qué paz dá oir Misa y rezar con hermanos de lugares tan lejanos que sienten lo mismo que yo.

Incluso en los casos que van por puro turismo, el ambiente ayuda en muchos casos a acercarse a Dios.

Hay un problema muy grave y es la idea que ciertos sectores intentan meter con calzador y es que el camino acaba en Finisterre. La idea es alejar a los peregrinos del Apostol convirtiendo Santiago en una etapa mas y meter ritos esotericos (como quemar la rops/calzado) en los acantilados de Finisterre