(Agencias/InfoCatólica) Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, dependiente del Ministerio de Economía, durante 2015 nacieron en España 419.109 niños, es decir, 8.486 menos que el año anterior (un 2% menos). Al mismo tiempo, fallecieron 422.276 personas, un 6,7% más que en el año anterior.
La resta de los nacimientos menos las defunciones da un crecimiento vegetativo negativo de menos 2.753 personas, una situación que no se producía desde que se recogen oficialmente los datos.
Segñun ha explicado Diego Ramiro, presidente de la Asociación de Demografía Histórica y jefe del Departamento de Población del Consejo Superior de Investigaciones Científicas «tenemos una población que cada vez vive más y, en el caso de España, presenta una de las tasas más altas del mundo. Esto no se puede revertir porque estas personas se van a acabar muriendo algún día. Esa población envejecida es la que se está muriendo ahora. Si los nacimientos no se incrementan, el saldo vegetativo es negativo».
El INE explica que la caída en los nacimientos obedece a que el número de mujeres en edad de ser madres «continúa bajando» debido a tres razones. El rango de las mujeres que tienen entre 15 y 49 años está formado por generaciones «menos numerosas» nacidas durante la «crisis de natalidad» de la década de los 80 y primera mitad de los 90. Además hay un «menor flujo» de inmigración exterior. Y, al contrario, hay un «mayor número» de emigraciones al exterior en los últimos años.
Por comunidades autónomas, Galicia, Castilla y León, y Asturias, son las que encabezan la lista de la tasa de población negativa, mientras que Madrid, Andalucía y Cataluña tienen la mejor tasa positiva.