(El Guardián) Las palabras del arzobispo de Caracas se produjeron al culminar la Misa que presidió junto a sus obispos auxiliares y el clero capitalino, en una actividad organizada por la comunidad carismática «Los Samaritanos» y el apostolado de la Divina Misericordia.
El cardenal hizo un llamado al gobierno, así como al resto de los poderes públicos. «Que asuman y cumplan eficazmente su responsabilidad legal, constitucional y moral de proteger la vida y el patrimonio de todos los venezolanos», dijo.
«No es posible que cada mes, cada año, aumente el número de asesinatos en Caracas y en toda Venezuela», acotó el Purpurado, denunciando la impunidad de los grupos delictivos. «No es posible que hayan tantos asesinatos impunes; que haya tantas bandas armadas que actúan impunemente en muchas partes del país», indicó.
El purpurado habló del mensaje que el papa Francisco emitió el domingo de Pascua. «Ha estado muy pendiente e insistiendo en la necesidad de que se resuelvan eficazmente los problemas» del país. «No se trata de dialogar por dialogar, un saludo a la bandera. Se trata de resolver los problemas que tiene el país, y ajustarse a la Constitución».
En ese orden valoró el acuerdo de la Asamblea Nacional, en el que oficialistas y opositores aprobaron el exhorto del Obispo de Roma. «Me complace mucho que se haya firmado ese acuerdo, pero es necesario que eso se lleve a la práctica».
De igual manera, pidió «se respete la competencia legal y política de la Asamblea Nacional que fue elegida por el pueblo venezolano», así como «las leyes que vaya emitiendo». Finalmente, exhortó a «todos los poderes públicos que cumplan con su deber sin inmiscuirse ni entrabar las facultades y capacidades de los otros poderes».
Durante el cardenal denuncó con énfasis la «anticultura de la muerte», que «se manifiesta en el mundo actual en la promoción del crimen abominable del aborto, en la promoción de la eutanasia, en el tráfico y consumo de drogas, en el terrorismo, ente otras formas».