(Aleteia) Taiwan, donde el 7 de Diciembre de 1949 se instaló la República de China (existió en el continente desde el 10 de Octubre de 1911) cuando el Partido Comunista de Mao se apoderó de toda la China continental, es mayoritariamente budista (doctrina filosófica que no reconoce la existencia de dios alguno y sí en continuas reencarnaciones) y taoísta (doctrina filosófica, sin relación a divinidad alguna). Sólo el 4’5% de su población de 24 millones son cristianos. Los católicos suman 270.000 personas.
Los católicos locales creen que la elección de Chen el pasado 16 de Enero ayudará a mejorar el aprecio hacia la Iglesia, según un artículo en UCANews.
Días antes de ser elegido había asegurado que participar en una candidatura para la presidencia «es una misión importante para un católico. Antes de aceptar, recé y pensé sobre todo ello durante un buen tiempo, halando con mi esposa y el obispo. Pero ahora creo que puedo ser un puñado de sal en las manos de Dios. Puedo añadir un nuevo sabor y contribuir al bienestar de mi país».
«Esto, ayudará a mejorar la eficacia del gobierno y a cumplir con la justicia de manera que las autoridades pueden unirse con la Iglesia para ayudar a los marginados e intensificar el bienestar social», dijo James Liao, un educador católico en Taichung, y espera que Chen aporte valores religiosos al ambiente político.
Conocido como un ferviente católico, Chen es Caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén y fue honrado en 2013 al ingresar en la Orden de San Gregorio Magno, por sus ayudas a la Iglesia. Chen es, así mismo, miembro del Consejo de Administración de la Universidad Católica Fu Jen.
Un antiguo directivo de la Agencia Central de noticias de Taiwan, Cheryl Lai, habló en FocusTaiwan de la posibilidad de que el nuevo puesto de Chen podría ayudar a Taiwan a mantener relaciones diplomáticas con la Santa Sede y aliados católicos de América Latina.
La elección de Chen es vista, también, a la luz de la creciente industria biotecnológica de Taiwan. Chen, de 64 años. Tiene un doctorado en epidemiología y genética humana, de la universidad Johns Hopkins de Baltimore (USA). Aunque es un científico, y no pertenece al partido e la presidenta Tsai (Partido Democrático Progresista), no es nuevo en el gobierno. En 2003, durante la epidemia del grave síndrome de respiración aguda (SARS) él dirigió el Departamento de Salud, a nivel gubernamental. En su momento, fue elogiado por conseguir que Taiwan superara la crisis y Tsai mencionó lo que él había conseguido, durante la campaña electoral para la presidencia.
«Focus Taiwan» dijo que Chen investigó muy pronto sobre la hepatitis B y fue uno de los primeros en promover en Taiwan la vacunación contra esta enfermedad para todo el mundo.
También es un experto en envenenamiento con arsénico y formó parte del equipo que analizó la enfermedad del «pie negro» (gangrena), que tuvo su mayor incidencia en el sudoeste de Taiwan entre 1956 y 1960; él encontró la conexión entre la alta mortalidad que produjo la enfermedad y el agua de beber que procedía de profundos pozos que contenían arsénico.
Después de abandonar el cargo de Director del Departamento de Salud en Enero de 2005, dirigió, entre 2006 y 2008, el Consejo Nacional de la Ciencia, precedente del actual Ministerio de Ciencia y Tecnología.
«Focus Taiwan» continuaba: «Aunque Chen Chien-jen proviene de una familia afiliada a una facción política local en Kachsiung, defendió a Tsai públicamente cuando ella fue acusada de un conflicto de intereses en una inversión gubernamental en la compañía biotecnológica TaiMed Biologics, Inc.
El periodista también alabó al científico convertido en político por tener la capacidad de planear y llevar a bien fin la estrategia para ayudar a desarrollar la industria biomédica de Taiwan.
Chen Chien-jen había dicho que aunque Taiwan carece de recursos naturales, tiene la capacidad de crear e innovar y debería continuar sus esfuerzos para desarrollar industrias de alta tecnología para impulsar el crecimiento económico y garantizar la seguridad nacional.
El «Centro de biotecnología, investigación médica y desarrollo del área Asia-Pacífico» que él y Tsai han decidido llevar adelante, había sido concebido para formar parte de un grupo biomédico a lo largo de la autopista de Taipei, Hsinchu y Taichung hasta Tainan, según dejó Chen en su Facebook el 5 de Enero.
Taiwan, argumento, tiene potencial para ser uno de los países líderes en el mundo en el sector biomédico, como Suiza, Suecia, Holanda y Bélgica.
En una aparición televisiva de los tres candidatos a la Vicepresidencia, presentando sus programas respectivos el 26 de Diciembre de 2015, Chen dijo: «siendo un científico, todo lo que yo puedo hacer es ayudar a los jóvenes para solucionar problemas académicos. Pero ahora, tengo una oportunidad para hacer más por ellos … quiero que se llenen de esperanza por el futuro».
Chen escribió en Facebook que había consultado con el Arzobispo de Taipei, Monseñor John Hunh Shan-chuan, antes de decidirse a aceptar la invitación de acompañar a la candidata a la presidencia. El arzobispo Hung le dijo que consideraba su oportunidad política como «una llamada de Dios». «Yo quiero ser luz del mundo y sal de la tierra, e iluminar yo mismo, como una pequeña vela, que ilumine a Taiwan», manifestó Chen.
En el debate televisado, dijo que deseaba dedicarse a temas de vivienda. Igualmente manifestó que el Vicepresidente debía ser «alguien con voz», comprometiéndose a que hará todos los esfuerzos necesarios para servir a los ciudadanos, según le indique la Presidenta.
Durante toda mi vida he esperado que hubiera buenos estadistas en Taiwan, en vez de políticos, dijo Chen, definiendo al estadista como una persona que piensa en las necesidades de los ciudadanos y que puede resolver sus problemas con políticas acertadas y acciones determinantes.
La nueva Presidenta Tsai y el Vicepresidente Chen tomarán posesión de sus cargos el próximo 20 de Mayo.
Traducido por “Laudetur IesusChristus”, del equipo de traductores de infoCatólica
