(Aica) Asistieron el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la CEA, monseñor José María Arancedo; el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero, cardenal Mario Aurelio Poli; el arzobispo de Salta y vicepresidente segundo, monseñor Mario Antonio Cargnello, y el obispo de Chascomús y secretario general, monseñor Carlos Humberto Malfa.
El primer mandatario estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el secretario de Culto de la Nación, Santiago de Estrada, y el subsecretario de Culto de la Nación, Alfredo Abriani.
El subsecretario de la CEA y portavoz episcopal, presbítero Pedro Brassesco, dijo a AICA que fue «una charla cordial» de unos 25 minutos, en la que los obispos le expusieron las preocupaciones de la Iglesia de cara al Bicentenario de la Independencia, entre ellos la erradicación de la pobreza, la lucha contra el narcotráfico y la necesidad de amistad social. También dialogaron sobre la importancia de la integración regional y con el mundo.
En este sentido, los obispos le entregaron a Macri los documentos episcopales «Hacia un bicentenario en justicia y solidaridad 2010-2016» (Asamblea Plenaria de noviembre de 2008), «El drama de la droga y el narcotráfico» (Asamblea Plenaria de noviembre de 2013) y «No al narcotráfico, si a la vida plena» (Asamblea Plenaria noviembre de 2015), además del Mensaje de Navidad difundido ayer al término de la 172ª reunión de la Comisión Permanente.
La mesa ejecutiva de la CEA le obsequió al jefe de Estado un tríptico con la imagen del Cristo del Milagro, la Oración por la Patria y la Oración de la Paz de San Francisco de Asís, que Macri ubicó en uno de los armarios de su despacho, y una imagen de la Sagrada Familia.