Cardenal Sturla: «Obviamente en ese caso hay una validez de ese segundo matrimonio que tendría que primar»

Casada con un divorciado durante 30 años

Cardenal Sturla: «Obviamente en ese caso hay una validez de ese segundo matrimonio que tendría que primar»

El cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, ha concedido una entrevista a «En Perspectiva» en la que se muestra esperanzado de que el papa Francisco regularice los casos en que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar. Y pone como ejemplo el de una mujer casada con un divorciado cuyo primer matrimonio duró muy poco, mientras que el segundo duraba ya 30 años.

(En Perspectiva) Entrevista de Emiliano Coteo al cardenal Sturla:

Empecemos por lo más básico. ¿Qué es un sínodo de obispos?

Es una reunión de obispos. Se hace en muchas iglesias del Oriente cristiano y en la Iglesia latina; en la Iglesia católica se restauró hace 50 años. Era algo que se hacía antiguamente, después se dejó de hacer porque se suplía por el concilio, que es la reunión de todos los obispos del mundo, algo que hoy es casi impensable, ya en el Vaticano II eran 3.000 y hoy serían muchos más. El papa Pablo VI, hace precisamente 50 años, restauró el sínodo, que es una reunión de obispos cada cuatro años para tratar un tema que el papa determina a partir de una consulta a la Iglesia universal.

¿Cómo se elige a los obispos que participan, ya que no son todos?

Cuando es sínodo ordinario, como era este caso, cada conferencia episcopal –reunión de obispos de un país– elige un obispo o más, de acuerdo al número de obispos que integran la conferencia. Después el papa puede nombrar un número de obispos que él determina para integrar también el sínodo.

¿Qué efectos tienen las conclusiones a las que se llega en un sínodo?

Las conclusiones del sínodo se presentan al papa, que después determina qué hace con ellas.

El sínodo es consultivo.

Exacto, es totalmente consultivo, la Iglesia en ese sentido es muy vertical. En cuanto a lo que viene después, ha habido dos modalidades: el papa publica el documento del sínodo como documento final, o, como ha hecho desde el tercer, cuarto sínodo hasta este, que era el decimocuarto, el papa retoma las conclusiones del sínodo y publica un documento que se suele llamar Exhortación apostólica.

En este caso, ¿por qué el tema era la familia?

Fue una elección del papa Francisco. Es uno de los temas preocupantes la vocación de la familia en el mundo de hoy, dados los cambios antropológicos, culturales que se han dado en estos tiempos en el mundo entero, más allá de que cuando uno va al sínodo se percata de que la diversidad de situaciones es muy grande en el mundo pero también hay cosas muy comunes. Entonces la familia, base de la Iglesia y base de la sociedad, está muy afectada por los cambios que ha habido últimamente.

En realidad ese era el segundo sínodo sobre la familia.

Este fue un caso muy especial, fue una modalidad nueva que Francisco impuso. Porque el sínodo cada cuatro años, el ordinario, es este que se realizó este año, pero el papa convocó el año pasado a una primera parte del sínodo, que se llamó asamblea extraordinaria. Ahí fueron los presidentes de las conferencias episcopales de cada país y se trató el mismo tema, la situación de las familias. En esta segunda parte, pero con otros integrantes, porque algunos se repetían pero muchos éramos nuevos, el sínodo discutió, a partir del documento de la visión de la realidad, qué vemos de esta realidad, si avalamos lo que dijo el sínodo anterior y qué propuestas pastorales hacemos para la Iglesia y para el mundo.

Hay una crítica que suele escucharse cuando la Iglesia fija posición sobre cómo deben comportarse las familias o los matrimonios. Quienes no son católicos, pero incluso algunos católicos, cuestionan que un grupo de sacerdotes y obispos, que no pueden casarse y por lo tanto no han formado una familia propia, den directivas en esta materia. ¿Qué responde usted? ¿Qué responde la Iglesia a una objeción como esta?

En parte tienen razón, hay una parte que obviamente hay que escuchar cuando la gente dice eso, que es razonable que lo piense. Y en parte también hay que tener dos cosas en cuenta: una, que uno no nace de un repollo, uno viene de una familia, y otra, que un pastor, un sacerdote, un obispo que está metido en medio de la problemática de la gente vaya si sabe, conoce, entiende de temas familiares aunque no haya formado su propia familia.

Además puede sostenerse esta otra crítica: que la visión femenina de la familia y del matrimonio no está incluida.

Sí, también es de recibo. Por otro lado, en el sínodo había una cantidad de matrimonios, porque además de los 270 padres sinodales, había fácilmente 15 matrimonios, y además había expertos, entre los cuales también había matrimonios, algún religioso y religiosa también.

¿Qué papel juegan esos otros integrantes del sínodo? No votan.

No votan. Pero es un papel muy importante sobre todo en la forma de trabajo en este sínodo en los círculos menores. Este sínodo tuvo una serie de características que el papa Francisco le imprimió. Los círculos menores existían en los sínodos anteriores, son como las comisiones, y en este caso eran por idioma, por los cinco idiomas más hablados. En los círculos menores era donde se «cocinaba» la temática y donde se discutía –porque en la asamblea general es muy difícil discutir– y allí los matrimonios tenían su voz y una voz muy escuchada. En el círculo menor que integré, que era italiano, porque me tocó, había dos matrimonios, uno muy especial, de misioneros italianos que viven en Holanda, que tienen 12 hijos –el más chiquito, David, era un bebito de 3 meses que participaba allí–, y un matrimonio italiano ya más moderno, aunque eran mayores que el matrimonio anterior. Ambos matrimonios participaron activamente en las discusiones en el círculo menor.

¿Cómo define la Iglesia católica a una familia?

Familia es la familia integrada por varón, mujer y abierta a la vida, por lo tanto con hijos. Ese es el modelo de familia cristiana, unida en un matrimonio que es único e indisoluble, y si son cristianos católicos que tengan la celebración del sacramento. Obviamente ese es el modelo de familia, y después lo que la Iglesia entiende y atiende y que el papa Francisco subraya muchísimo es que hoy por hoy todas las situaciones diversas de personas que viven otras realidades personales y familiares puedan sentirse también dentro de la Iglesia. No se cambia la doctrina de la Iglesia, lo que hay es un cambio –que tampoco lo crea Francisco, ya estaba presente antes, pero que Francisco acentúa– que es la atención pastoral cordial, es decir de corazón, a todas las situaciones personales y familiares que existen y que no responden muchas de ellas al ideal de la familia cristiana.

¿Se está recorriendo un proceso de flexibilización?

Se podría decir que sí en lo que tiene que ver con la atención pastoral, que, reitero, no es una cosa que inventa Francisco, primero porque viene del Evangelio, segundo porque Juan Pablo II ya había dado un paso muy importante en eso en el año 84 en un documento sobre la familia. Francisco lo subraya, y aparte tiene una capacidad de comunicación muy grande y una capacidad de gestos muy concretos que señalan con claridad el rumbo que quiere imprimirle a la Iglesia en cuanto cercanía con toda situación humana y apertura a toda situación humana tal como es. Los invitamos, abrimos las puertas, vamos. Esa es la idea, pero obviamente no cambia el sentido tradicional que tiene el matrimonio cristiano, en su unidad, indisolubilidad, el ser varón y mujer.

Para que la Iglesia considere como familia la relación estable entre un hombre y una mujer, ¿debe necesariamente haber un casamiento religioso?

Claro que no. Primero, acá hay una cuestión que la Iglesia tiene en su doctrina, que es que para la Iglesia todo matrimonio entre hombre y mujer abierto a la vida y con perspectiva de continuidad, aun cuando no sea entre cristianos, es de por sí un matrimonio y es indisoluble. La teología nos dice que Jesucristo elevó a la categoría de sacramento una realidad ya natural, desde el principio de la creación existió la pareja hombre y mujer, la vida de familia, el deseo de tener hijos, el deseo de multiplicarse. A esta realidad humana natural Jesucristo le dio el carácter sacramental. Entonces entre no creyentes que estén casados, que tengan esta perspectiva, desde el punto de vista cristiano se considera que es un matrimonio válido y que es una familia con todas las de la ley, aunque no tenga la bendición sacramental. Otra cosa es entre bautizados cristianos.

Y entre bautizados cristianos, ¿qué pasa con aquellos que mantienen relaciones estables pero no quieren casarse?

Lo que uno pretende en general es que las realidades se acerquen más a lo que se considera ideal en la perspectiva de cada uno. Entonces si para la Iglesia la perspectiva más auténtica, que da felicidad al corazón del hombre, que hace progresar a una familia y a una sociedad, es el matrimonio estable, indisoluble, varón-mujer, con hijos, aquello que más acerque, bendito sea Dios. Una cosa es la persona que vive «picoteando» en diversas relaciones inestables, dejando hijos por aquí y por allá, como ha pasado y en nuestra sociedad pasaba, sobre todo pensemos antiguamente en la campaña, y otra cosa es una pareja que, aun sin estar consagrada por el sacramento del matrimonio, siendo bautizados, deciden vivir juntos y tienen una convivencia estable. Hay una realidad que está presente, que siempre ha estado presente y que en la sociedad de hoy está más presente que antes y que la Iglesia atiende, le abre sus puertas, pero no deja de señalar cuál es el rumbo que considera el más adecuado.

En el documento final del sínodo se habla de «la responsabilidad generativa»: «el Creador ha hecho partícipe al hombre y a la mujer de la obra de su creación, confiándoles el futuro de la humanidad a través de la transmisión de la vida humana». ¿Qué pasa con los matrimonios casados por la Iglesia que no pueden concebir naturalmente?

Acá hay todo un tema importante. La Iglesia sostiene de fondo que el hijo es un don, pero no es un derecho de los padres. Quiere decir que no todo elemento que hace que venga un chico al mundo tiene por qué ser moralmente lícito.

Está aludiendo a los métodos de fecundación asistida, por ejemplo.

Exacto, en los que también hay una diversidad de grados de moralidad para la Iglesia.

¿La Iglesia católica rechaza la fecundación asistida?

No, rechaza algunos de los elementos de la fecundación asistida. Por ejemplo, la manipulación de gametos, porque ahí hay todo un tema de cuándo comienza la vida y si esa unión de óvulo y espermatozoide en un laboratorio ya es un ser humano. Entonces qué pasa con los gametos que se desechan, qué pasa con esos embriones. Hay una serie de elementos que cuestiona, que tienen una dudosa moralidad o que directamente la Iglesia rechaza, como por ejemplo lo que pasa con los embriones humanos que son desechados, que son vida humana que es desechada.

Nota de InfoCatólica: sobre esta cuestión, la doctrina completa del Magisterio está recogida en la Instrucción Donum vitae

De todos modos, esa es una práctica que se ha ido extendiendo, incluso entre católicos. ¿Entonces? ¿Dónde está el límite? ¿Qué les dice la Iglesia católica a sus seguidores?

La Iglesia está llamada a iluminar las conciencias de los fieles, pero obviamente hay un elemento –que el sínodo ha subrayado– que es el tema evidente de lo sagrado de la conciencia individual, ahí donde cada ser humano en lo más íntimo de sí mismo dialoga consigo mismo y con el Creador. Porque la Iglesia entiende desde siempre que en lo más íntimo de la conciencia el hombre se encuentra con Dios. Y ahí hay algo que es absolutamente intransferible. Obviamente la Iglesia ilumina a partir de la palabra de Dios la conciencia de los fieles, pero después cada uno actúa en su conciencia. Ojalá sea una conciencia formada, iluminada y que tome decisiones con libertad y buscando lo mejor.

Uno de los temas que fueron más discutidos en el sínodo y sobre el cual había mayor expectativa fue el de los divorciados, o, más precisamente, los bautizados que se casaron por la iglesia y luego se divorciaron civilmente pero quieren seguir formando parte de la comunidad religiosa.

Como usted dijo, el matrimonio religioso es indisoluble. Una vez que un católico contrae matrimonio, no podrá volver a casarse con otra persona. La única excepción, por supuesto, es que su pareja fallezca.

Exacto. Se considera que esto es una realidad natural, o sea que un matrimonio entre no cristianos pero que tiene esas características del matrimonio cristiano también es indisoluble naturalmente. O sea que el hombre y la mujer están llamados a crear una comunión de vida que es hasta que la muerte los separe, como se dice.

Ese punto es clave en los debates que se dieron, el documento le dedica varios puntos a la situación de los divorciados. ¿Por qué? ¿Por qué era este un tema tan «espinoso»?

Primero, porque justamente, sabemos –la realidad así lo marca– que hay muchísimas personas que se divorcian y se vuelven a casar. Y ahí hay que hacer una distinción interesante: está la pareja que se disuelve, que se divorcia y alguno de ellos permanece sin casarse y están las personas que se vuelven a casar. Un bautizado católico que se divorcia integra la Iglesia y puede recibir la comunión sin problemas. ¿Qué pasa con los divorciados vueltos a casar?

¿Qué pasaba hasta ahora?

Hay dos momentos. Uno es hasta el año 84, hasta ahí había una concepción de que el cristiano divorciado vuelto a casar estaba medio fuera de la Iglesia porque vivía en una situación de pecado, en una situación irregular, etc. En el año 84, el papa Juan Pablo II da un enorme paso adelante en una exhortación sobre la familia a raíz de un sínodo en la que dice: «los divorciados vueltos a casar son parte de la Iglesia, tienen que sentirse parte de la Iglesia y tienen que participar de la vida y de la oración de la Iglesia», aunque se mantiene la prohibición para ellos de recibir la comunión porque están en una situación irregular. Ese es el resumen del tema.

Este sínodo retoma el tema, porque el papa Francisco así lo planteó, porque se entiende que hay una cantidad de situaciones diversas que es muy fácil meter dentro de la misma bolsa.

En particular, había una presión fuerte de las iglesias latinoamericanas para que este tema se debatiera.

Sí, pero también por ejemplo la Iglesia alemana hacía mucha fuerza en este sentido. Entonces el tema que se volvió de algún modo el best-seller era el tema de la comunión de los divorciados vueltos a casar.

O sea, si los divorciados vueltos a casar pueden comulgar.

Exacto. Hasta ahora está prohibido en la Iglesia. Esto se discutió fuertemente, porque dicho así puede parecer algo…, pero cuando uno lo mira desde el punto de vista de la doctrina, de la indisolubilidad del matrimonio, es un tema complejo, arduo. Yo estuve en un grupo en el que había gente muy valiosa –en el grupo italiano del círculo menor– y realmente uno escuchaba argumentos muy sólidos, fundados en la doctrina, en un sentido y en el otro.

Termina primando la inspiración misericordiosa del papa Francisco que dice «atendamos cada caso en particular». Es decir que hay que tratar de ver en cada situación los motivos por los que se dio el divorcio anterior, los motivos por los que las personas siguen adelante, y ahí se hace una distinción, que es un poquito compleja, entre el fuero externo, lo que se ve de la conducta moral de las personas, y el fuero interno, lo que la persona en su conciencia entiende que ha vivido y por lo tanto entiende que está en una situación sí o no de pecado. Obviamente la persona está invitada a vivirlo, a compartirlo con un confesor, con un sacerdote prudente que le pueda aconsejar qué hacer, si comulgar o no.

El obispo de cada comunidad es quien resuelve.

En definitiva eso queda al obispo.

¿Algunos ejemplos para que se entienda en qué antecedentes se va a basar ese obispo para tomar una u otra decisión?

Creo que el punto tal como quedó no es totalmente claro, lo que es una pena, y entiendo que el papa Francisco va a tener que hacer una aclaración.

Falta la «reglamentación», en términos de la vida política o de gobierno, tenemos la ley pero falta la reglamentación.

Yo diría exactamente eso, porque si no, se puede prestar a cosas muy diversas de acuerdo a lo que cada uno entiende de ese artículo. Espero que el papa Francisco retome el tema y dé una normativa clara, porque los cristianos católicos que quieren ser fieles a lo que la Iglesia enseña tienen derecho a tener claridad. Y yo entiendo que este párrafo abre la puerta, pero no es lo suficientemente claro y entiendo que el papa debe dar un poquito más de claridad a los obispos.

¿Puede citar un ejemplo en el que el obispo llegaría a la conclusión de que ese católico divorciado y vuelto a casar no puede comulgar?

Tiene que ver con la validez del matrimonio anterior, con que si es culpable o inocente de la ruptura anterior. Hay muchos elementos que tienen que ver con la conciencia.

Qué actitud tuvo con su expareja, qué actitud tuvo con los hijos.

Exacto, eso es algo de lo que está señalado.

Este tipo de factores están comentados, ¿no?

Sí, sí; cómo es la relación que mantiene hoy con su expareja. Una cosa es no nos importa cada uno, seguimos peleados, hablamos mal uno del otro con nuestros hijos. La Iglesia ha subrayado en el documento en varios aspectos el cuidado de los hijos ante situaciones difíciles que vive el matrimonio.

Supongamos un caso extremo: un divorcio que se haya producido porque de por medio había violencia doméstica.

Una cosa es el inocente y otra cosa es el culpable. Hay que ver esto en la perspectiva más global, existe la nulidad matrimonial que la Iglesia tramita. Antes del sínodo el papa Francisco promulgó un documento, un decreto, por el cual se habilitan nuevas posibilidades de nulidad matrimonial, además de disponer la gratuidad de los procedimientos de nulidad matrimonial que se tramitan ante el obispado o arzobispado de cada diócesis, y en algunos casos evidentes el obispo puede tomar una decisión por sí sin que haya un proceso. Obviamente escuchando a las partes y teniendo la posibilidad de recurrir, pero el obispo puede tomar una decisión. Porque hay casos evidentes, lamentablemente, en los que bastaría hablar con el obispo, presentar los hechos objetivamente para que el obispo pueda tomar una decisión por sí.

¿Y un ejemplo en el que sí se podría habilitar la comunión?

Pasa, he recibido más de una vez en mi vida sacerdotal personas que han venido a hablar conmigo en mi vida sacerdotal, como una señora cuyo esposo era divorciado y por lo tanto con ella solamente se pudo casar por civil. El matrimonio de su esposo había sido un matrimonio siendo muy joven, que había durado un año, dos años, y el nuevo matrimonio con ella, que era el único de ella, llevaba 30 años. Obviamente en ese caso donde obviamente hay una validez de ese segundo matrimonio que tendría que primar. El tema es que si hacemos las cosas en serio tendría que haber un camino para ver si el primer matrimonio fue nulo o no, y en el caso de que no hubiera posibilidad de declararlo nulo por distintas razones, que el obispo o un sacerdote con alguna normativa clara pueda decir «a partir de ahora, analizando el caso, escuchando –obviamente hay cosas que hay que escuchar de ambos–, puede volver a recibir los sacramentos de la reconciliación», o sea de la confesión y de la comunión.

Analistas y periodistas cercanos al Vaticano consideran que esos resultados en el capítulo divorciados implican una «pequeña victoria» de Francisco por sobre sectores más conservadores de la Iglesia que, entre otras cosas, se oponen a que se genere cualquier apertura hacia los divorciados. ¿Usted está de acuerdo con esa lectura?

Estoy de acuerdo en la medida en que las cosas se vean más eclesialmente. No es una iglesia –el papa lo subrayó– con una especie de partidos políticos que pujan por el poder y buscan sacar su rédito, sino que unos y otros –y eso para mí quedó clarísimo, sobre todo en los círculos menores, donde se discutía abiertamente y con profundidad– buscan la fidelidad a Cristo y al Evangelio. Hay distintas visiones, distintas acentuaciones, distintas sensibilidades; para mí quedó clarísimo también que hay vivencias distintas en los distintos continentes, sensibilidades diversas. Desde allí uno puede decir que la sensibilidad que de algún modo encarna el papa Francisco, que es distinto de cualquier teólogo o cualquier obispo, porque el papa es el único que puede hablar en nombre de toda la Iglesia, ha «ganado» o ha dado pasos en este camino de acercar la Iglesia a las personas, de subrayar la misericordia del Evangelio.

Casualmente estos puntos que estamos comentando fueron aprobados de manera muy ajustada; sobrepasaron apenas la mayoría de dos tercios que se requería, 177 votos en este caso.

Sí; ya los dos tercios es un número muy importante, es una mayoría muy cualificada, pero sin duda que el papa sabe entonces que un tercio de los obispos que allí estaban representados no veían estos cambios. Es importante para la Iglesia tener conciencia de que hay un grupo grande de gente que tiene sus dudas sobre estas aperturas y por lo tanto invitar a algo que creo que la Iglesia a lo largo de 2.000 años ha tenido suficientemente, que es la prudencia en los pasos que da. Prudencia que obviamente tiene que ser evangélica, no puede ser la prudencia de me conviene, no me conviene, sino la prudencia de quien sabe que toca elementos fundamentales de la vida humana, de la persona humana, de las realidades humanas más profundas y por lo tanto que no hay que hacer cosas alocadas, sino tratar de acompañar la realidad humana en su complejidad.

Otro tema sensible. Pocos días antes de que los obispos comenzaran a reunirse, estalló una nueva polémica dentro de la Iglesia: un sacerdote polaco que ocupaba un cargo relevante en el Vaticano reveló su homosexualidad e informó además que ya estaba viviendo con su pareja en Barcelona, España. Después de que se conoció la noticia, se especuló con que el sínodo trataría el tema de la homosexualidad con mayor profundidad. Sin embargo, en el documento de 94 puntos, solo se le dedica uno.

Sí. Unos decían que el tema no tenía por qué entrar, que no hace a la esencia de lo que estábamos tratando, que era la vocación y misión de la familia. Se trató solo desde la perspectiva de la familia en la que hay un miembro que es homosexual o tiene orientación homosexual, cómo ayudar a esa familia, por supuesto en el respeto más absoluto de la persona que tiene esa orientación sexual. No era el tema del sínodo.

Creo que la actitud de ese sacerdote es una actitud negativa porque ante todo y más allá de su orientación está la fidelidad a lo que él prometió. Él prometió el celibato, que nadie se impone, sino que la persona lo elige junto con el camino vocacional sacerdotal. O sea que el hecho de presentar su pareja, de hacerlo públicamente y antes de un sínodo que va a tratar el tema de la familia obviamente procuraba tener un efecto mediático como el que tuvo y que poco bien le hace a la Iglesia, que se supone que es la institución que lo ha criado, educado y a la que él quiere o al menos debería fidelidad.

Dijo cosas muy duras en su intervención pública este sacerdote polaco. Calificó a la Iglesia «hipócrita, petrificada en sus doctrinas inhumanas, sin misericordia ni caridad […] una Iglesia que solo sabe perseguir y destruir la vida de millones de gays que son personas espirituales».

Es la opinión de ese sacerdote. Hay temas en los que la humanidad ha avanzado en la comprensión o ha avanzado cierta conciencia en Occidente a raíz de una serie de situaciones pero que en otros países no aparecen como una realidad fuerte. Lo digo con un ejemplo más concreto para ser más claro. Para los africanos este tema es absolutamente tabú, los obispos africanos que estaban en el sínodo se negaban rotundamente a que el tema homosexualidad fuera incluido. E incluso para otros no de África sino de Medio Oriente, que están en un contexto musulmán, de mayoría musulmana, que el tema estuviera incluido era un problema, y así lo manifestaban, por la sensibilidad que hay sobre estos temas en el mundo musulmán. Es un tema muy ligado a la Iglesia del mundo occidental.

De todos modos, en el planteo que hacía este sacerdote estaba el cuestionamiento a cómo la Iglesia maneja al individuo homosexual, sino incluso a las parejas homosexuales. Presentaba a su pareja y de algún modo lo que estaba diciendo era «esto es una familia».

La Iglesia dice que no, con el respeto a las personas. Volvemos al tema: una cosa es el respeto a cada persona en su individualidad y a lo que la persona vive, es, etc., y otra cosa es que la Iglesia avale todas las conductas morales de las personas. La Iglesia tiene una propuesta de familia, de la que ya hemos hablado, y puede entender, comprender, acompañar, acoger en su seno personas de orientación homosexual o incluso parejas. Pero una cosa es eso y otra cosa es bendecir un tipo de unión que la Iglesia entiende que no es el que está en el plan del Creador.

En el mensaje que Francisco dirigió al final del sínodo hay varios párrafos significativos, pero me llamó la atención este: «La experiencia del sínodo también nos ha hecho comprender mejor que los verdaderos defensores de la doctrina no son los que defienden la letra sino el espíritu, no las ideas sino el hombre, no las fórmulas sino la gratuidad del amor del Dios y de su perdón». Hay un mensaje hacia dentro muy fuerte.

Sí, yo entiendo que fue un mensaje muy fuerte al final de las votaciones que se habían hecho. Francisco ahí expresa un sentir muy profundo pero que también es un mensaje para aquellos que tienen una concepción de que la defensa de la doctrina tiene que ver más con mantener determinados esquemas mentales que no son el fondo, el corazón del Evangelio. Francisco de algún modo dice eso: hay que ir al corazón del Evangelio, donde lo que destaca en Jesús es la compasión por la situación humana, sea esta como sea. Es el encuentro de Jesús con la adúltera; el encuentro de Jesús con Saqueo, el publicano que había estafado a una cantidad. Es el encuentro de Jesús con la mujer que llora a sus pies, Jesús con la samaritana. Jesús en todo momento manifiesta esa compasión, «el dolor del otro es mi dolor y yo pongo el hombre, la persona humana, antes que toda otra situación». Eso es lo que el papa subraya en este párrafo, que en el contexto en el que fue dicho tuvo su dureza.

Tuvo su dureza porque estaba aludiendo a posiciones muy duras, muy cerradas, «ultras» podríamos decir.

Sí, y que el papa de algún modo está diciendo: defensores de la doctrina, el corazón de la doctrina del evangelio es la compasión. De algún modo ese es el mensaje que el papa dice en ese último discurso.

Este fin de semana la Arquidiócesis de Montevideo organiza una actividad llamada Atrio de los gentiles, diálogo sobre libertad y construcción de la sociedad. ¿Qué es?

El origen de esto es que en el templo de Jerusalén había distintos grandes patios, y el primero, que era llamado atrio de los gentiles o patio de los gentiles, era donde entraban todas las personas, los judíos y los gentiles, que eran los no judíos. Ahí se dialogaba, se compraba, se vendía, se charlaba, se discutía. Después seguían el patio de las mujeres, el patio de Israel, el patio de los sacerdotes; ahí ya no podían entrar los gentiles. Entonces atrio de los gentiles es un nombre que quiso poner Benedicto XVI a estos encuentros que se han realizado en distintas ciudades del mundo en los que la Iglesia católica invita a un diálogo entre creyentes y no creyentes sobre algunos temas fundamentales, en los que nos podemos encontrar unos y otros, dialogar, conocernos y compartir nuestras miradas diversas.

¿Por qué se ha vuelto a organizar este tipo de intercambios? ¿Qué quieren decir en los años en los que nos encontramos?

La Iglesia sale a dialogar con las personas con las que comparte la sociedad. En la sociedad plural en la que vivimos hay distintas visiones sobre el hombre, sobre la libertad, sobre la construcción de la sociedad, y es bueno que cristianos y no cristianos, creyentes y no creyentes, compartamos las distintas visiones. Es una apuesta a crecer en el diálogo en una sociedad.

Son dos jornadas, viernes y sábado, en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo, con varias mesas. Algunos de los nombres que van a participar llaman la atención. ¿Cuáles destaca usted, por ejemplo?

El primer panel, que es el viernes, se titula La laicidad como elemento clave de la sociedad uruguaya. Van a estar el doctor Sanguinetti, el doctor De Posadas, la historiadora Ana Ribeiro, el profesor Gerardo Caetano, el padre Julio Fernández Techera, y la moderadora va a ser la asistente social Cecilia Zaffaroni. Va a ser sin duda muy polentoso panel.

En alguno me toca participar a mí el sábado, en la mesa Libertad de expresión y construcción de una cultura de respeto. ¿Por qué se eligió ese tema? ¿Y por qué se eligió el otro, Libertad de educación y construcción de una sociedad plural?

El tema que recorre todo es la libertad. En el Uruguay el tema de la libertad es un tema que nos toca profundamente, no solo porque lo decimos varias veces en el himno, sino porque de algún modo la libertad es una de las claves de identidad del uruguayo, de lo cual yo al menos como uruguayo me siento orgulloso. Entonces el tema de la libertad es muy importante también en la conciencia cristiana y es un elemento clave en nuestra sociedad. Se eligió este tema en distintas facetas, en la libertad de expresión, en la libertad que supone la laicidad, en la libertad y construcción de la sociedad en la que vivimos.

Son actividades abiertas al público.

Son actividades abiertas al público, en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo, justamente junto al atrio de la ciudad, que es como se llama el atrio de la Intendencia; de algún modo también eso tiene una carga simbólica muy importante. Va a haber también un acto en la Universidad Católica en el que el cardenal Ravasi va a tener una exposición el viernes de tardecita. Y va a haber algunos actos artísticos, uno muy juvenil, en el que va a estar Landriscina, y va a haber otros personajes el viernes de noche en Movie y el sábado de noche en la Sala Zitarrosa.

Vídeo de la entrevista

 

73 comentarios

Chimo
A esta clase de personas que quieren comulgar en estado de pecado habría que preguntarles, antes que todo ¿Pero Vd. cree en la presencia real de Cristo en la Eucaristia? Si la respuesta es que no, que es lo más probable, ¿para qué seguir? ¿Es tan difícil entenderlo?
5/11/15 8:37 AM
David
leyendo esta entrevista del cardenal sturla ya veo porque américa latina esta dejando de ser católica.
5/11/15 9:03 AM
Tenan
Cualquier persona con un sano espíritu crítico puede confrontar lo que aquí se afirma con documentos eclesiales. Para empezar, sobre la fecundación asistida, se puede leer la instrucción "Donum vitae"...
5/11/15 9:14 AM
Juanjo
¡Desolador!
¿Por qué no aceptan el divorcio directamente, sin tantos subterfugios?
En el fondo son cobardes; se emboscan en la ambugüedad de un "quiero y no quiero".
Han perdido el norte.
5/11/15 9:34 AM
Serloc
A mí no me la pega. Este hombre está proponiendo que la Iglesia acepte el divorcio.
5/11/15 9:34 AM
rojobilbao
Indigencia intelectual. Y ha llegado a obispo. Este es el nivel de la Iglesia.
5/11/15 9:45 AM
Jesús
Es curioso pensar que una cosa mal hecha, después de mucho tiempo se considera bien hecha. Creo que aunque sea cardenal hay algo que no entiende. Jesucrito no dijo nada al respecto. No podemos reescribir la biblia.
5/11/15 10:01 AM
Salvador Carrión Olmos
La escasa duración del primer matrimonio, en sí misma considerada, nada arguye en contra de su validez, y, por tanto, es de todo punto imposible afirmar, con apoyo en lo anterior, la "validez" de esa segunda unión, arguyendo que se prolonga treinta años en el tiempo. La posición del purpurado uruguayo "acerca" el matrimonio a figuras propias del Derecho patrimonial, como la usucapión (en la que alguien consigue un derecho real por haberlo venido ejerciendo durante años, aun no siendo titular del mismo). En este caso, se daría una "adquisición" de la validez matrimonial por la convivencia durante un largo periodo de tiempo. El llamado matrimonio "por comportamiento".
5/11/15 10:03 AM
Sean
Es tanto como afirmar que el sacramento del primer matrimonio fue papel mojado.

Sr. Sturla, que ni cardenal le llamo porque es un insulto a los mismos, usted no cree en el fundamento básico de la doctrina católica, esto es, Cristo y su presencia sacramental. Por lo tanto, tenga el valor de ser consecuente con sus ideas y váyase de la Iglesia Católica. Ya luego y si lo desea, puede fundar usted una secta protestante.
5/11/15 10:43 AM
Noticias de Fondo
Obispo "sí pero no" o"no pero sí". A través de la ambigüedad y maniobrando de sínodo en sínodo, surfeando las palabras, Francisco introdujo el divorcio. Lo revela este Obispo sin neologismos. El ejemplo que da es contundente. La antigüedad en la nueva relación sería un criterio de absolución? Esto sólo desbarranca toda la doctrina de la indisolubilidad.
5/11/15 10:44 AM
antonio
¡Desolador!
¿Por qué no aceptan el divorcio directamente, sin tantos subterfugios?
En el fondo son cobardes; se emboscan en la ambugüedad de un "quiero y no quiero".
Han perdido el norte.
Estimado Juanjo:Leer la Pascendi y el Decreto Lamentabilis, han perdido la FE,el Don de Inteligencia del Espiritu Santo no puede actuar.Y esto desde hace muchisimos años.Cuantas veces la Gente ha escuchado en ese país,y en otros la GRACIA,
Todos los medios que ofrece la Iglesia, para SER FIEL, Ser féliz en esta Vida.Este cardenal, con el respeto a su investidura, esta perdiendo fieles, cuantos Sacerdotes tendrá.Mirén al cardenal Sarah,AFRICA!!!El continente de la Esperanza, 160.000.000 catolicos, con poligamos, y tienen Mártires,llenos de vocaciones, Han perdido el norte y el Sur.
He escuchado cada chantada, que me deja tieso, hay una pastoral para acoger, a divorciados y otra a Homesexuales, sin ceder en la Doctrina.Que se convierta, porque su fin será terrible.AREPENTIOS!!!!!Religiosos sin FE, y le hacen imposible la vida a otros con FE.Conozco a un Sacerdote Uruguayo eminente, nada que ver con esta personita!!!!Parecen que los buenos nunca llegarán , flor de carrerismo!!
5/11/15 10:46 AM
Alejandro LC
Cito el ejemplo que da en el que un divorciado en nueva unión pueda comulgar:
"El tema es que si hacemos las cosas en serio tendría que haber un camino para ver si el primer matrimonio fue nulo o no, y en el caso de que no hubiera posibilidad de declararlo nulo por distintas razones, que el obispo o un sacerdote con alguna normativa clara pueda decir «a partir de ahora, analizando el caso, escuchando –obviamente hay cosas que hay que escuchar de ambos–, puede volver a recibir los sacramentos de la reconciliación», o sea de la confesión y de la comunión."

Está diciendo, si no ha habido manipulación o error por parte del periodista, que debe haber un reglamento para que en ocasiones el adulterio se permita. Es decir, no basta que de hecho se haga, ni que haya textos ambiguos por los que un laico, sacerdote u obispo puedan interpretar que se puede hacer. No basta eso, sino que quiere que el Papa regule que un adultero puede estar en comunión con Cristo. Es decir, que la Iglesia acepte el pecado en su seno, desde su raíz (Pedro). Esta es la clave de todo el asunto a mi juicio, que el Papa se pronuncie en este sentido, claramente, sin ambigüedad. No basta ya lo que se hizo en el IICV. ¿Es este el séptimo sello?
5/11/15 10:50 AM
pacomio
No es raro, Uruguay está a lado de Argentina...
5/11/15 10:53 AM
Carmen
Pues son 30 años de adulterio. Sé que Dios deja crecer al trigo junto a la cizaña, y creo firmemente que nada podrá destruir la Iglesia, pero me pone de los nervios esta gentuza que confunde a los sencillos y hace que el pecador se condene.
5/11/15 10:55 AM
gemma
O sea puede comulgar un cardenal ambiciosa que traiciona a la Iglesia y se la pega con el mundo y no un matrimonio donde uno se separó (no sabemos la causa) y lleva 30 años de matrimonio con una mujer que era soltera. La vanidad no deja ver a muchos católicos, suelen ser los que viven de cara a la galería y no de corazón.
5/11/15 11:05 AM
Eva
En medio de toda esta lamentable entrevista, hay una frase que retrata al cardenal de cuerpo entero: cuando habla de que en su círculo menor había un matrimonio de misioneros italianos con doce hijos y luego otro matrimonio italiano "ya más moderno..." Patético comentario.
5/11/15 11:26 AM
Crisostomo
Es alucinante. Alucinante.
5/11/15 11:33 AM
Charo
Yo no veo la obviedad por ninguna parte. Cardenal Sturla, lo siento pero no cuela. Ni puede colar a ningún católico bien formado.
No conozco el estado de la Iglesia en hispanoamérica, pero leyendo ésto me temo lo peor.
5/11/15 11:36 AM
Una
Mateo 5:37
"Diréis sí, cuando es sí y no, cuando es no. Lo que se añade de más es cosa del Maligno.
El mal es astuto prefiere mostrarse así de ambigüo.
Mezclando el mal con el bien, como si fuera bien. Y así no es ni una cosa ni la otra aparentemente. Nebulosa tibieza. Ambigüedad que entraña esa mentira que disfraza.
Finalidad del Sínodo y si no ahí están sus frutos: confundir, mezclar, mentir, envenenar, pero de forma sutil.
¡¡¡Hablemos de Misericordia!!! Y mientras tanto Dios vilipendiado.
Dios nos perdone.
5/11/15 11:45 AM
Osio
LF, Kasper y el de Chicago ya apuntan a esas cosas peores, a las bendiciones de los gaymonios. Que Dios me perdone, pero sólo le pido al Señor que confunda a estos herejes.
5/11/15 11:46 AM
javier
Como lo van a fundamentar teológicamente todo esto? Que imaginación van a necesitar porque con lo de los 30 años o 50 no alcanza.
5/11/15 11:54 AM
Bruno Acosta
Ayer fui a visitar la Catedral de Montevideo, donde tienen restos de los difuntos católicos más importantes del Uruguay. Por ejemplo, auténticos católicos como Jacinto Vera o Mariano Soler, antiguos mandatarios en mi país. Le decía a mi novia mientras miraba: "Estos deben estar revolcándose en su tumba de la angustia por lo que pasa en nuestro país con el actual cardenal (Sturla) y en general, con la Iglesia Universal." Y al otro día, es decir, hoy, aparece esta vergonzosa declaración. Humildemente digo: cuánta razón tuve!
5/11/15 12:03 PM
aitor
Un cardenal protestante...y si robo un poco y despues no robo mas...me puedo quedar con lo robado? K gran verdad que los peores enemigos de la iglesia estan dentro
5/11/15 12:05 PM
JacinTonio
La indisolubilidad del matrimonio radica en Dios, no en los hombres. ¿Qué pasaría si Cristo se divorciara de su Iglesia? Pensemos que el matrimonio sacramentado es la mismísima Iglesia, con el apellido de "doméstica", "Iglesia Doméstica" ¿Puede disolverse la Iglesia? ¿nos repudiará Cristo? Muchos pretenden una solución a corto plazo, pero no con visión de futuro. Cristo es fiel a su infiel Iglesia y a la humanidad, a la que quiere salvar a toda costa a pesar de su cruenta muerte de Cruz.


El problema empieza, en parte, en las catequesis prematrimoniales o en su ausencia (empieza antes pero eso es otro tema) con una preparación insuficiente o equívoca de los aspirantes a este Sacramento, una accesibilidad fácil en contraste con una nulidad difícil, que quiere decir que hay más confianza en los novios que, al casarse dicen “va a haber matrimonio” que en la pareja que se casó y que ahora dice “no hubo matrimonio”. El acceso al matrimonio es demasiado fácil: se admite a todo el mundo que no esté impedido por norma eclesiástica. Quizás debiera ser más restringido.

(sigue)
5/11/15 12:16 PM
JacinTonio
Pensando rectamente sobre todo esto, puede que a corto plazo el número de matrimonios disminuya todavía más, pero la Iglesia debe ser auténtica, aunque sea minoritaria. Puede que otros colectivos crezcan en “uniones” y descendencias no cristianas, pero eso es lo que hay. Si la sal se vuelve insípida acabará siendo pisada. Pero el concepto de “sabrosa” viene del cielo, no de la tierra, no de los hombres, sino en Cristo, que es Sal de la tierra y Luz del mundo. Hay otra sal y otra luz, como también otra paz, que no son de Cristo sino del “mundo”.

Un matrimonio válido debe seguir alimentándose espiritualmente, y qué mejor que algunos días de retiro todos los años, como un nuevo precepto de la Iglesia junto con los otros cinco, a fin de poner las cosas en orden. Claro, que sin perjuicio de catequesis frecuentes o cursillos voluntarios, a fin de no olvidar lo recibido antes de la boda.


Saludos
5/11/15 12:19 PM
Raffael Vegga
ESTO SE LLAMA "CONSECUENCIALISMO MORAL". La moralidad de un acto depende de tres cosas. Primero de la objeto. La moral católica es una moral objetiva. Matar robar mentir calumniar siempre será malo en todos lugares en todos los tiempos en todas circunstancias. Segundo el fin. El fin debe ser bueno: no se puede hacer algo malo para conseguir algo bueno. Tercero de las circunsatancias. Hay circunstancias agravantes atenuantes y eximentes. La moral que pone el último criterio de la bondad de un acto en las consecuencias del acto, es una moral que rompe con toda la tradición católica. Por ejemplo si yo he logrado gracias al dinero conseguido por la trata de blancas o el tráfico de drogas y armas crear una universidad para formar cristianamente a miles de jóvenes. Como las consecuencias han sido buenas entonces el tráfico de armas el trato de blancas y el tráfico de drogas son buenos. Entonces a partir de las consecuencias no hay criterio moral: todo se puede lograr a fin de alcanzar bueno. Por otra parte no se puede dar lugar a que un chico tenga un primer matrimonio con una chica que le dejé un par de años y se casé por segunda vez para ser un maravilloso esposo. Luego podré decir el primer matrimonio fue un ensayo segundo ese matrimonio en serio que yo tengo 32 casado. Lo que dice un este señor es un sofisma. Una mentira que parece una verdad.
5/11/15 12:28 PM
Rexjhs
Rojobilbao: es peor que eso. Fue nombrado Obispo por Francisco en 2014 y este mismo año 2015 el mismo Francisco le ha creado Cardenal.
5/11/15 12:46 PM
Néstor
La fecundación “in vitro” es inmoral para la Iglesia en todos los casos, y no solamente ni en primer lugar por las vidas humanas que son sacrificadas para obtener un nacimiento, sino ante todo porque implica la separación entre el aspecto unitivo y el aspecto procreativo del acto sexual.

“Termina primando la inspiración misericordiosa del papa Francisco que dice «atendamos cada caso en particular»”

En realidad, el documento final del Sínodo no habla de la comunión de los “divorciados vueltos a casar”. Una decisión tan importante debería haber sido mencionada explícitamente.

“Tiene que ver con la validez del matrimonio anterior, con que si es culpable o inocente de la ruptura anterior. Hay muchos elementos que tienen que ver con la conciencia.”

Son dos cosas distintas, la validez o no del matrimonio anterior, y la culpa o no por la ruptura. Si el matrimonio anterior es válido, no importa de quién sea la culpa por la ruptura, cosa que además es tan difícil de establecer, sobre todo si se simplifican los procesos judiciales al máximo. Si el matrimonio anterior es válido, actualmente están en situación de adulterio.

Si se tienen dudas sobre la validez del matrimonio anterior o incluso certeza en conciencia de su invalidez, pero ésta no ha podido ser declarada por la Iglesia, entonces no le pueden pedir a la Iglesia que se guíe por la conciencia de ellos.

Al hacerlo la Iglesia estaría quiérase o no juzgando el fuero interno, cosa que a la Iglesia no le correspo
5/11/15 12:50 PM
DJ L
Si pecan 20 años más, Sturla, todo un cardenal de la Iglesia, lo considerará más meritorio para canjear 50 años de adulterio por un matrimonio.

Quizá los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios, Sturla.
5/11/15 12:52 PM
Ariadna
Vamos, cualquier persona cuerda entienda la diferencia. Deben hacer algo para darle validez a ese segundo matrimonio del ejemplo de referencia. No entra en la cabeza de nadie, por mucha fe que se tenga. Es anti-natural lo que proponen. Hablan tanto del matrimonio natural y las contras del homosexualismo, pero se ponen en esa misma tesitura artificial cuando pretenden que en casos como este se mantenga inválido. No va. No hay manera de que gente de bien, honrada, honesta, devota, acepte que no vale ese 2do matrimonio.
5/11/15 1:22 PM
Ariadna
@Raffael Vega

"Matar robar mentir calumniar siempre será malo en todos lugares en todos los tiempos en todas circunstancias (...) Entonces a partir de las consecuencias no hay criterio moral: todo se puede lograr a fin de alcanzar bueno."

Y cuando matás en caso de guerra? es aceptado por la Iglesia? Porque el fin es bueno?
5/11/15 1:25 PM
Néstor
Al hacerlo la Iglesia estaría quiérase o no juzgando el fuero interno, cosa que a la Iglesia no le corresponde hacer. Porque al menos el Obispo o quien sea debería determinar si la persona es sincera o no en su planteo.

Y además, que la persona crea en conciencia que su matrimonio fue inválido no quiere decir que efectivamente lo haya sido. Por eso siempre ha sido necesario el proceso jurídico de invalidez matrimonial.

Se puede argumentar que la persona no es subjetivamente culpable de adulterio, pues está convencida en conciencia de no estar vinculada por un matrimonio anterior.

¿Cómo sabe la Iglesia que la persona tiene efectivamente ese convencimiento? Debe creerle a la persona. Esto abre la puerta a todos los abusos posibles.

Además, normalmente primero viene la ruptura y la “nueva unión”, y después viene la idea de la invalidez del primer vínculo, lo cual hace que ese “juicio de conciencia” sea sospechoso de ser interesado.

Además, no se habla de “situación objetiva de adulterio pero subjetivamente inocente”, sino de “validez del nuevo vínculo”. Lo cual es claramente inadmisible. La validez o no del vínculo matrimonial no depende de lo que la conciencia le dice a cada uno.

Si, hablando absurdamente, no hay adulterio en el plano subjetivo, sí lo hay en el plano objetivo, y subjetivamente hablando, hay en todo caso fornicación simple, porque el hecho es que no se está válidamente casado con la pareja actual, con la cual se está unido sólo ci
5/11/15 1:29 PM
Anticlimacus
América del Sur se ha convertido en el continente de la esperanza... ¡para las sectas protestantes!
5/11/15 1:47 PM
Juan de los Palotes
Este señor Sturla no es católico y está usurpando un obispado
5/11/15 1:58 PM
Hugo
Otro señor cardenal mas, que exhibe su ignorancia sobre el propio magisterio de la iglesia y lo hace haciendo alarde de ello, como si fuese una gran virtud. Increible. Con desprecio por los africanos y orientales incluido. Si es que estan crecidos....
5/11/15 2:09 PM
Eduardo Chafer
Tergiversando la Sagrada Escritura y del Magisterio se pretende que el discernimeinto de la culpabildidad de la ruptura anterior justifique el adulterio actual. De este modo se pretende
1.-Hacer írrito(como los fariseos) el mandato del Señor sobre la indisolubilidad del matrimonio
2.-Abolir el sexto mandamiento, y que la fornicación adúltera o no, deje de ser pecado
3.-Abolir el pecado de la conciencia de las pessonas y así
hacer inútil la redención de Cristo.
Mundo , demonio y carne quieren dstruir la obra de Cristo
5/11/15 2:12 PM
Néstor
Sin una declaración previa de nulidad por parte de la Iglesia, si la Iglesia admite a la confesión y comunión a estas personas, entonces o bien está admitiendo que es posible comulgar en situación objetiva de adulterio, o bien está admitiendo el divorcio, o bien está admitiendo la poligamia.

Se puede decir que hay situación objetiva de adulterio, pero no culpabilidad subjetiva, porque la persona está convencida en conciencia de la nulidad de su matrimonio previo, por lo cual no puede en conciencia considerarse adúltera.

Pero incluso en esa hipótesis, la persona sabe en conciencia que está teniendo relaciones sexuales con alguien que no es su cónyuge legítimo, lo cual es al menos fornicación simple.

Aquí no se puede hablar de inocencia subjetiva. Y tampoco tiene propósito de enmienda respecto de este pecado, por lo que tampoco por este lado puede confesarse y comulgar.

En efecto, que la persona esté convencida en conciencia de que su matrimonio no fue válido, no lo hace por eso inválido necesariamente. No hay forma, entonces, de considerar como matrimonio la segunda unión, sin una previa declaración de nulidad para la primera.

A no ser, de nuevo, que se acepte o el divorcio, o la poligamia.

Saludos cordiales.
5/11/15 2:17 PM
Egge
Es increible los comentarios en general! Es cierto que hay cierta confusión en la exposición de las soluciones a los casos más complejos, pero se está sacando de contexto una frase o dos, que además son cuestiones no zanjadas.

El caso que el se refiere puede resolverse claramente por vía de nulidad. Si se demuestra que no es nulo, entonces la norma permanece. el problema es que a veces es dificil demostrar la nulidad. Una cosa dicen los jueces y otra la experiencia y la conciencia de la persona que ha vivido ese matrimonio. Lo normal es que el tribunal acepte; pero puede ocurrir que no acierte en su sentencia, manteniendo un vínculo que en realidad no existió. Esto son los casos complejos y es allí donde el Obispo ha de intervenir; posiblemente se reabriría el expediente de nulidad para volver a dilucidar el caso.

Y es increible que los comentarios sean tan despiadados cuando el resto de la entrevista es absolutamente impecable y en el punto anterior el mismo afirma que el Santo Padre tendrá que determinar las cosas. En el resto defiende el matrimonio entre hombre y mujer, su unidad, su indisolubilidad, la necesidad de mantener los fines del amor conyugal, niega la posibilidad del matrimonio sacramental para homosexuales... y un largo etc. de cosas.

Va a resultar que al final, con esta forma de sacar frases descontextualizadas, centradas en conflictos muy complejos, este demostrando que hay personas que se aferran a la ley, pero escrita en piedra, sin entender que j
5/11/15 2:26 PM
Horacio Castro
En definitiva viene bien que tantas jerarquías de la Iglesia expresen diferentes interpretaciones del documento final del Sínodo. Esta situación real, obliga a S. S. Francisco a definir con la mayor claridad, sobre los asuntos tratados, en el futuro más próximo posible. Por fin sabremos 'a qué atenernos' sin que algunos se puedan quejar de que no se comprende o se ataca al Papa.
5/11/15 2:46 PM
fernando
si Francisco no clarifica el tema es que de es-profeso quiere un cisma, su iglesia, a diferencia de la Iglesia de Nuestro Señor.
5/11/15 2:59 PM
rojobilbao
Egge de lo que dice usted a lo que dice el obispo media un abismo.

"El matrimonio de su esposo había sido un matrimonio siendo muy joven, que había durado un año, dos años, y el nuevo matrimonio con ella, que era el único de ella, llevaba 30 años. Obviamente en ese caso donde obviamente hay una validez de ese segundo matrimonio que tendría que primar. El tema es que si hacemos las cosas en serio tendría que haber un camino para ver si el primer matrimonio fue nulo o no, y en el caso de que no hubiera posibilidad de declararlo nulo por distintas razones, que el obispo o un sacerdote con alguna normativa clara pueda decir «a partir de ahora, analizando el caso, escuchando –obviamente hay cosas que hay que escuchar de ambos–, puede volver a recibir los sacramentos de la reconciliación», o sea de la confesión y de la comunión."

¿De dónde saca el obispo la validez del segundo matrimonio basado en su longevidad? ¿Por qué si no se puede declarar nulo hay que pasar sobre dicha imposibilidad y permitir la confesión y la comunión?
5/11/15 3:08 PM
Gabriela de Argentina
Ojo que las "heterodoxias" de este obispo uruguayo no pasan sólamente por cuestionar más o menos solapadamente la indisolubilidad del matrimonio (de las que ya estamos más que hartos de leer en estos días sinodales). También es grave, aunque pase mas desapercibida, la promoción desembozada de la laicidad más descarada, del "diálogo" con otras religiones y con no creyentes, en abierta contradicción con el magisterio de Pio XI. En su encíclica "Mortalium Animos" aquel papa nos enseña claramente acerca de que el verdadero diálogo ecuménico es aquel que busca atraer a los no creyentes, o a los que profesan otras religiones, a la única religión verdadera que es la iglesia católica. Y que tal misión es una obligación irrenunciable de la iglesia. Mucho cuidado entonces, porque entre tanto discurso sobre las bondades de la laicidad, la libertard y bla bla bla, los pastorse de la iglesia hoy están renunciando a su misión mas importante, que es evangelizar. Y que en pos de un dialogo sobre el precio de los tomates y las cebollas, se diluye el sentido del verdadero diálogo que la iglesia debe emprender, y cuyo principal objetivo es ganar almas para la causa de Cristo. La enciclica es muy clara y se puede descargar fácilmente de la red.
5/11/15 3:12 PM
Gabriela de Argentina
Pacomio: que quiere decir con "Uruguay está al lado de Argentina"? Uruguay es una sociedad muchísimo mas secularizada que Argentina, aunque vamos en camino. Ustedes tienen aborto legal desde hace años y nosotros todavía no (aunque haya dando vueltas un protocolo médico abortista, aún NO ES LEY). Introdujeron el divorcio en la legislación mucho antes que nosotros. Asi que no se entiende por qué dispara sobre sus vecinos. Y si, tanto es que están al lado nuestro que ni TV propia tenían, hasta hace no tantos años todos los programas que se veian en Montevideo eran argentinos, y la ciudad balnearia más famosa es en su gran mayoria propiedad de argentinos. Vaya a vomitar su odio anti-argentino a otro lado. Que pena me da, porque nosotros los argentinos sí le tenememos mucho cariño al pueblo uruguayo.
5/11/15 3:23 PM
Néstor
Lo dicho: o nulidad declarada por la Iglesia, o legitimación eucarística de la fornicación simple, o divorcio, o poligamia.

Si se ve alguna otra alternativa lógica, favor informar. Si no, palabrerío.

Saludos cordiales.
5/11/15 3:30 PM
Gabriela de Argentina
Ariadna: váyase a quejar a NSJC sobre sus enseñanzas sobre la indisolubilidad del matrimonio, no aqui.
"No hay manera de que gente de bien, honrada, honesta, devota, acepte que no vale ese 2do matrimonio."
Pues fíjese que sí la hay, todavia hay católicos que creemos y aceptamos las palabra de NSJC, aunque somos pecadores y caemos una y otra vez. A ver si Ud. nos muestra en qué parte del Nuevo Testamento, Cristo o alguno de sus apostoles nos instruyen sobre todas las "excpciones" que cabria hacer a la ley divina de acuerdo a la moda de los tiempos. Y en qué parte puede Ud. encontrar justificativo a los "errores" de este obispo no católico.
5/11/15 3:37 PM
valerorosconero
Este hombre será muy cardenal, pero no tiene ni idea de la doctrina católica ni del Evangelio.
Así nos va.
5/11/15 3:43 PM
valerorosconero
Según la teoría de este tipo, expresada en el encabezamiento del post, si yo robo una cosa y la retengo por 30 años, paso a ser su legítimo propietario.
Sencillamente alucinante.
5/11/15 3:48 PM
Jorge
Elcardenal apóstata Sturla deliberadamente "olvida" que el segundo matrimonio no es tal a los ojos de Dios, haciendo tabla rasa del contundente e inequívoco magisterio de la Iglesia sobre el particular.
Basten los dos artículos que a continuación se transcriben del Catecismo de la Iglesia:

"1665 Contraer un nuevo matrimonio por parte de los divorciados mientras viven sus cónyuges legítimos contradice el plan y la ley de Dios enseñados por Cristo. Los que viven en esta situación no están separados de la Iglesia pero no pueden acceder a la comunión eucarística. Pueden vivir su vida cristiana sobre todo educando a sus hijos en la fe".

"2384 El divorcio es una ofensa grave a la ley natural. Pretende romper el contrato, aceptado libremente por los esposos, de vivir juntos hasta la muerte. El divorcio atenta contra la Alianza de salvación de la cual el matrimonio sacramental es un signo. El hecho de contraer una nueva unión, aunque reconocida por la ley civil, aumenta la gravedad de la ruptura: el cónyuge casado de nuevo se halla entonces en situación de adulterio público y permanente:

'No es lícito al varón, una vez separado de su esposa, tomar otra; ni a una mujer repudiada por su marido, ser tomada por otro como esposa' (San Basilio Magno, Moralia, regula 73)".
5/11/15 4:03 PM
DJ L
@EGGE:

Eres tú y Sturla los que estáis en error. Tu gemelo errado considera que hay un "segundo" matrimonio, lo cual es imposible salvo por pasar a estado de viudez en el primer matrimonio.

¿Comprendéis?

No hay segundo matrimonio, sólo adúlteros, cuernudos y sufrimiento de los hijos.
5/11/15 4:08 PM
Isabel
No comprendo por que tanto lío con los divorciados vueltos a casar por lo civil y si pueden o no comulgar. Hace años he visto comulgar a una persona casada por lo civil con un divorciado, que dejó a su esposa antes de que en España hubiera divorcio y a sus cuatro hijos para irse con ella cuando la dejó embarazada. Esa señora nacio y se educó en una familia super catolica, pero conoció a ese hombre, que hizo porque se le conociera, y a partir de ahi cambio su concepción de la vida. Según ellos y según la optica de la mayor parte de la sociedad, cuando hay amor o cuando dos personas adultas deciden vivir juntas incluso sin matrimonio civil, no hay pecado. Y para ello se basan en la opinión y los escritos de algunos famosos sacerdotes teólogos que todos conocemos.

Con todo esto vengo a decir, que no hacía falta un sinodo para dilucidar esta cuestión. Los divorciados y casados por lo civil en segundas nupcias, cuando quieren comulgar, comulgan. Llevan años haciendolo.
5/11/15 4:08 PM
raul g
evidentemente sabe que puede engañar a los hombres, pero ¿realmente cree que puede engañar a Dios?
5/11/15 4:11 PM
Juan Carlos ⛪
Esto es lo que propone este señor: el pecado cuando perdura por muchos años que deje de llamarse pecado.
5/11/15 4:15 PM
Gregory
Una entrevista en la que más d ela mitad del contenido esta de más, es decir sobrando es evidente que el Señor Cardenal quiere quedar bien con todo el mundo de manera especial con el periodista que lo entrevisto.
5/11/15 4:33 PM
Gregory
Es eviddente que los Obispos y Cardenales fieles a las enseñanzas de la Iglesia y que lo han expresado abiertamente son los malos de la historia
5/11/15 4:37 PM
clara
Egge,me encantaría verlo como dices,muy en serio te lo digo.Pero nunca he visto a un sacerdote fiable,cuando alguien de forma pública (radio,medio escrito, tv)le plantea un caso extremo con tema de conciencia subjetiva de por medio, hacer una afirmación tajante contradiciendo el Magisterio.Siempre responden que debe tratarlo con un sacerdote u otra persona de sólida doctrina,para que,conociendo los detalles que hacen singularísima esa situación,le pueda aconsejar válidamente.

Este cardenal ha pontificado que una segunda unión de un divorciado, de 30 años de duración,con sentencia negativa de nulidad, puede recibir legítimamente los sacramentos. Ahí es nada.

Por no hablar del batiburrillo que arma cuando habla de la reproducción asistida...

Repito,me encantaría verlo como tú pero mi razón me dice que algo huele a podrido en esta entrevista. Quizá me equivoque. Dios lo quiera, rezo porque así sea.
5/11/15 5:07 PM
María
Me hubiera gustado que el periodista preguntara al Cardenal Sturla, sobre la situación de la esposa del matrimonio sacramental de este divorciado.

Si ella tiene una nueva unión civil, ¿la legitimaría la Iglesia si tiene cinco años, o necesita antiguedad? ¿Cuál sería la antiguedad mínima para que prime la unión civil sobre la sacramental?

Si es una buena católica, y la Iglesia acepta el matrimonio civil sin nulidad, ¿ella también es libre para casarse de nuevo?

"Si hacemos las cosas en serio tendría que haber un camino para ver si el primer matrimonio fue nulo o no" El camino de la nulidad matrimonial existe y hoy por hoy no es complicado. ¿Por qué no hacer las cosas "en serio" en la Iglesia?
5/11/15 5:16 PM
Raúl de Argentina
Insisto que la posición "progresista" no es, NI SIQUIERA, lógicamente consistente. Debe respetarse la conciencia del "separado en nueva unión" acerca de la existencia de su matrimonio (el primero, en realidad, el único). Pero podrá acceder a la comunión sacramental sólo si el sacerdote verifica que cumple con las obligaciones derivadas de su "primer matrimonio" con respecto a los hijos, etc. ¿ Y si el individuo en cuestión está "muy convencido en conciencia" de no tener que pasarle un centavo a su "ex", porque su "nuevo marido" gana 10 veces lo que él ? ¿ Es que acaso "no pasar alimentos" es una situación "objetivamente pecaminosa" pero el adulterio no lo es ?
5/11/15 5:49 PM
jose de maria
No sabemos donde estudio este Cardenal. Grave probocar escandalos. Son cosas que se manejan en otros niveles.
5/11/15 5:54 PM
Mariano
El criterio no es tiempo de estar conviviendo, sino el compromiso de matrimonio válido ante Dios y la Iglesia. De otro modo se justificaría la poligamia por similares razones. Pero no, el matrimonio es entre un hombre y una mujer con amor, fidelidad, exclusividad e indivisibilidad.

El matrimonio no estar probando hasta que me dure más la relación de convivencia. Para una persona solo hay un matrimonio válido mientras viven ambos.
5/11/15 6:56 PM
Juan Mariner
El caso que cuenta el Cardenal Sturla es el mismo en el que incurre la Reina Letizia de España. Seamos serios. Un matrimonio civil entre bautizados no es "nada".
5/11/15 7:23 PM
asombrauu
LLevo algo menos de 20 años separado por malos tratos (sufridos por mí) y sin volverme a casar por cumplir con la Iglesia (y con mis hijos, que eran pequeñitos y pensé que no era bueno para su dearrollo espiritual que su papá tuviera "compañera", "nueva esposa" o cosa parecida...)
¿Quiere decir este mon-señor que si ahora que ya son mayores -y yo todavía estoy "de merecer"...- me caso por lo civil (descuiden, no lo voy a hacer...) se me prohibe la comunión y que en cambio el que se casó al día siguiente de divorciarse ha hecho valido su matrimonio por mantener esa situación irregular, de evidente pecado, durante treinta años? Yo creía que el mérito estaba en mis años de fidelidad a la iglesia mediante una soledad llevaba a trancas y barrancas, y cada día más, pero con no menos dignidad que pena... Pero veo que para este señor el mérito está en ser rebelde a la iglesia durante treinta años. ¡estupendo!
5/11/15 7:41 PM
Diáconus
Un pecado repetido durante 30 años sigue siendo un pecado
5/11/15 9:48 PM
Paquita
La verdad es que no merece la pena leer la entrevista hasta el final, me indigna y sobre todo me aburre dado el "nivelazo". Me quedo con una cosa que dice: "los cristianos católicos que quieren ser fieles a lo que la Iglesia enseña tienen derecho a tener claridad"; y digo yo: ¿y qué hacemos con ustedes, Monseñor, los católicos que queremos ser fieles a las palabras de Jesucristo?
5/11/15 10:01 PM
Mauro
Siguiendo los argumentos de este individuo, ¿para qué el Sacramento del Matrimonio? Mejor lo eliminan y punto.
5/11/15 10:08 PM
Francisco Fernández-Prida Migoya (40225417-G)
Reverendo Arzobispo de Montevideo, desde luego la situación puede calificarse de todo menos de obvia (muy clara, que no tiene dificultad). Me permite una pregunta: ¿Si yo tomo una sagrada forma y la profano es pecado, pero si este hecho lo repito todos los días durante treinta años, ya no es pecado? Pues mira que bien¡¡¡
5/11/15 11:18 PM
Catholicus
Y estos donde estudian? que les enseñan?

Ahora resulta que los sacramentos son como un parche que suple la falta de mucho tiempo futuro de unión.

- Pues si lleva años "convertido" para qué bautizarle ?

- Si ya han pasado años desde aquel asesinato... para qué confesar?

- Etc.

El subjetivismo, el emocionalismo ha destrozado el sentido de la fe hasta de los mismos Obisoos.

Señor ven pronto !
6/11/15 12:23 AM
Perplejo
¿Es decir, que la indisolubilidad "prescribe" después de 30 años? ¿Y que la Iglesia "de internis" SÍ "iudicat"? Estamos en el reino del absurdo magisterial...
6/11/15 12:47 AM
María-Ar
Desastre y verguenza!
+
6/11/15 2:16 AM
sara
personalmente no creo que haya muchos "recasados" que se interesen en comulgar,pero si matrimonios casados por la iglesia preocupadps por estar lejos de la eucaristía por usar metodos anticonceptivos.
6/11/15 3:04 AM
Néstor
Ojalá sean muchos, pero me temo que una gran cantidad de matrimonios católicos usan anticonceptivos y comulgan sin problema alguno (es decir, pensando, muy erróneamente, que no hay problema alguno).

Saludos cordiales.
6/11/15 8:14 AM
Néstor
Otra idea interesante es que no existe la "invalidez retroactiva", es decir, que el primer matrimonio se volvería inválido retroactivamente, simplemente porque ahora hay un "segundo matrimonio" cuya "validez" debería "primar".

Saludos cordiales.
6/11/15 9:44 AM
TH
Uruguay es otra de las periferias de Francisco, como Panamá de donde creó un cardenal que dijo el disparate que tendríamos que volver la "misericordia de Moisés". Los errores que este cardenal repite en esta entrevista son tantos que sería imposible comentarlos adecuadamente en este foro.
Se equivoca en lo que dice de lo que es un sínodo y la distinción entre sínodos y concilios. En realidad "concilio" y "sínodo" correspondían a la misma realidad en la Iglesia antigua. "La palabra "sinodo" proviene del griego y "concilio" del latín. Parece que él entiende concilio como Concilio Ecuménico, pero la cosa no es así. Había concilios locales y regionales. Por ejemplo, en la época de San Agustín se celebraba un concilio cada año en Cartago. Se solía enviar las actas a Roma cuando se trataba de casos de mayor importancia, como era el del pelagianismo. En Roma también se celebraba concilios anuales, el papa y los obispos de Italia central. También en la Iglesia Antigua, sobre todo en la lucha contra el arrianismo los concilios o sínodos se multiplicaron y hubo mucha discrepancia entre uno y otro, un verdadero lío.

"la defensa de la doctrina tiene que ver más con mantener determinados esquemas mentales que no son el fondo, el corazón del Evangelio". ¿Acaso la doctrina de Jesucristo caía dentro de estos criterios? ¿Quién le da autoridad a este cardenal a decidir en qué consiste el "corazón del evangelio" y qué no? Eso parece protestantismo puro y duro, pues Lutero formuló la n
6/11/15 10:10 AM
JUAN DE LA CRUZ
TRISTE.. MUY TRISTE..
20/11/15 8:37 PM

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