«Nuestra debilidad está en desconfiar de la Iglesia»

El arzobispo de Toledo lamenta las «dificultades» que pone la «cultura dominante» para vivir la fe en la actualidad

El arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez, ha reafirmado este martes que los católicos «no conocemos suficientemente el tesoro que tenemos en la fe, en ocasiones estamos asustados», ya que según ha aseverado, «nos ponen dificultades desde fuera, desde la cultura dominante, y pensamos que no hay lugar en nuestra sociedad para vivir dignamente nuestra fe».

(La Información) Una creencia que «no es verdad», ha señalado Mons. Braulio Rodríguez, quien ha afirmado que la «debilidad» de los católicos «no está en que nos ataquen los que no nos quieren o no nos quieran», sino que está, ha dicho, «en que no vivimos la fe cristiana como un acontecimiento» y un «deseo de recibir cada día la gracia del Señor».

«Nuestra debilidad está en desconfiar de la Iglesia, madre, esposa y pueblo del señor», ha señalado el arzobispo de Toledo, quien ha lamentado que así «entran complejos, como si no valiera esta fe para ser hoy hombres y mujeres que afrontan con confianza las luchas de la vida, mostrando la victoria de la fe que el hijo de Dios nos ha conseguido».

Mons. Rodríguez se ha pronunciado de esta forma durante su homilía en la Misa Pontifical que ha presidido en la Basílica del Monasterio de Guadalupe (Cáceres), con motivo de la conmemoración del Día de Extremadura.

A esta Misa Pontifical han asistido, entre otras autoridades, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la portavoz del Ejecutivo regional, Isabel Gil Rosiña, la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, o el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, entre otras autoridades civiles, militares y eclesiásticas.

«Vivimos la fe como si fuera algo añadido, que traemos hasta nosotros y estamos divididos en dos mitades, separando la fe del resto de la vida», algo que no es así, ya que según ha dicho, «la Virgen nos muestra cómo aceptar la verdad, la palabra, el verbo de Dios en nuestra vida», con el objetivo de que «sea siempre fresca y viva nuestra vida cristiana».

Ha animado a «celebrar esta fiesta bien, como corresponde a hijos de Dios, que junto al necesario esparcimiento y alegría ponen hondura, alabanza y oración», ha señalado durante su homilía.

Con esta Misa Pontifical en la Basílica del Monasterio de Guadalupe se cierran los actos de conmemoración del Día de Extremadura, que comenzaron este pasado lunes por la mañana con un acto institucional en la Asamblea, y continuaron por la noche en el Teatro Romano de Mérida con la entrega de las Medallas de Extremadura.

1 comentario

Álvaro Venegas
La homilía se pronunció en las Fiestas Mayores de santa María de Guadalupe, Patrona de Extremadura, que se celebra en el santuario desde el medievo y que reúne a numerosos peregrinos que acuden de Madrid, Castilla, Andalucía, Extremadura... Coinciden, además, con la apertura del Año Santo Guadalupense concedido por el papa Juan Pablo II en 2005. Lo del Día de Extremadura, obviamente, fue siglos después.
11/09/15 12:56 PM

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