(El Mundo) Sentado, sin hacer ningún movimiento extraño y sin hablar, aguantó 60 minutos antes de levantarse, sacar su Glock 45, gritar «estoy aquí para matar negros», y asesinar a 9 personas.
Sus víctimas, el reverendo Pickney; Sharonda Coleman-Singleton, de 45 años, madre de un estudiante de la Universidad Charleston; Cynthia Hurd, de 47 años, directora de la Biblioteca Regional de St. Andrews en Charleston; Susie Jackson, de 87 años; Ethel Lance, de 70 años; DePayne Middleton; Tywanza Sanders, de 26 años; y Myra Thompson, de 59 años. Daniel Simmons, de 74 años, murió en el hospital.
Según fuentes de la investigación, Roof disparó contra estas 9 personas matando en el momento a ocho y dejando a otra agonizando, que finalmente falleció en el hospital. Pero, Roof lo tenía todo bien planeado. Dejó a una mujer viva para que, según la policía, pudiera contar todo lo que había ocurrido.
Varios testigos han asegurado a la policía que no vieron como sacaba el arma, y que sólo vieron como disparaba a cada persona con precisión. Según estos testigos, recargó varias veces el arma.