Sobre el cuidado de la casa común

«Laudato Si», nueva encíclica del papa Francisco

Hoy jueves, 18 de junio del 2015, se ha publicado la encíclica «Laudato Si», del papa Francisco, sobre sobre el cuidado de la casa común. El texto consta de 192 páginas y 6 capítulos: «Lo que le está pasando a nuestra casa», «El Evangelio de la creación», «La raíz humana de la crisis ecológica», «Una ecología integral», «Algunas líneas orientativas y de acción» y «Educación y espiritualidad ecológica».

(CEE) Texto resumen ofrecido por la Conferencia Episcopal Española:

Este texto se ofrece como apoyo para una primera lectura de la Encíclica, ayudando a tener una visión de conjunto y detectar las líneas de fondo. En primer lugar se ofrece una presentación de Laudato si’ en conjunto, y luego se realiza un recorrido por cada capítulo. En él se señala su objetivo y reproduce algunos párrafos clave. Los números entre paréntesis remiten a los párrafos de la Encíclica. Al final de este resumen se recoge el índice completo.

Una visión general

«¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?» (n. 160). Esta pregunta está en el centro de Laudato si’, la esperada Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común. Y continúa: «Esta pregunta no afecta sólo al ambiente de manera aislada, porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario», y nos conduce a interrogarnos sobre el sentido de la existencia y el valor de la vida social: «¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?»: si no nos planteamos estas preguntas de fondo -dice el Pontífice – «no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan obtener resultados importantes».

La Encíclica toma su nombre de la invocación de san Francisco, «Laudato si’, mi’ Signore», que en el Cántico de las creaturas recuerda que la tierra, nuestra casa común, «es también como una hermana con la que compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos » (1). Nosotros mismos «somos tierra (cfr Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está formado por elementos del planeta, su aire nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura» (2).

Pero ahora esta tierra maltratada y saqueada clama (2) y sus gemidos se unen a los de todos los abandonados del mundo. El Papa Francisco nos invita a escucharlos, llamando a todos y cada uno –individuos, familias, colectivos locales, nacionales y comunidad internacional– a una «conversión ecológica», según expresión de San Juan Pablo II, es decir, a «cambiar de ruta», asumiendo la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta ante el «cuidado de la casa común». Al mismo tiempo, el papa Francisco reconoce que «se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta» (19), permitiendo una mirada de esperanza que atraviesa toda la Encíclica y envía a todos un mensaje claro y esperanzado: «La humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común» (13); «el ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente» (58); «no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, pueden también superarse, volver a elegir el bien y regenerarse » (205).

El Papa Francisco se dirige, claro está, a los fieles católicos, retomando las palabras de San Juan Pablo II: «los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe» (64), pero se propone «especialmente entrar en diálogo con todos sobre nuestra casa común» (3): el diálogo aparece en todo el texto, y en el capítulo 5 se vuelve instrumento para afrontar y resolver los problemas. Desde el principio el papa Francisco recuerda que también «otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una profunda preocupación y una valiosa reflexión» sobre el tema de la ecología (7). Más aún, asume explícitamente su contribución a partir de la del «querido Patriarca Ecuménico Bartolomé» (7), ampliamente citado en los nn. 8-9. En varios momentos, además, el Pontífice agradece a los protagonistas de este esfuerzo –tanto individuos como asociaciones o instituciones–, reconociendo que «la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales [ha] enriquecido el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones» (7) e invita a todos a reconocer «la riqueza que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para el desarrollo pleno del género humano» (62).

El recorrido de la Encíclica está trazado en el n. 15 y se desarrolla en seis capítulos. A partir de la escucha de la situación a partir de los mejores conocimientos científicos disponibles hoy (cap. 1), recurre a la luz de la Biblia y la tradición judeo-cristiana (cap. 2), detectando las raíces del problema (cap. 3) en la tecnocracia y el excesivo repliegue autorreferencial del ser humano. La propuesta de la Encíclica (cap. 4) es la de una «ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales» (137), inseparablemente vinculadas con la situación ambiental. En esta perspectiva, el Papa Francisco propone (cap. 5) emprender un diálogo honesto a todos los niveles de la vida social, que facilite procesos de decisión transparentes. Y recuerda (cap. 6) que ningún proyecto puede ser eficaz si no está animado por una conciencia formada y responsable, sugiriendo principios para crecer en esta dirección a nivel educativo, espiritual, eclesial, político y teológico. El texto termina con dos oraciones, una que se ofrece para ser compartida con todos los que creen en «un Dios creador omnipotente» (246), y la otra propuesta a quienes profesan la fe en Jesucristo, rimada con el estribillo «Laudato si’», que abre y cierra la Encíclica.

El texto está atravesado por algunos ejes temáticos, vistos desde variadas perspectivas, que le dan una fuerte coherencia interna: «la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida.» (16).

Capítulo 1 – «Lo que le está pasando a nuestra casa»

El capítulo asume los descubrimientos científicos más recientes en materia ambiental como manera de escuchar el clamor de la creación, para «convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar» (19). Se acometen así «varios aspectos de la actual crisis ecológica» (15).

EI cambio climático: «El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad» (25). Si «el clima es un bien común, de todos y para todos» (23), el impacto más grave de su alteración recae en los más pobres, pero muchos de los que «tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas» (26): «La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil» (25).

La cuestión del agua: El Papa afirma sin ambages que «el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos». Privar a los pobres del acceso al agua significa «negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable» (30).

La pérdida de la biodiversidad: «Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre» (33). No son sólo eventuales «recursos» explotables, sino que tienen un valor en sí mismos. En esta perspectiva «son loables y a veces admirables los esfuerzos de científicos y técnicos que tratan de aportar soluciones a los problemas creados por el ser humano», pero esa intervención humana, cuando se pone al servicio de las finanzas y el consumismo, «hace que la tierra en que vivimos se vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris » (34).

La deuda ecológica: en el marco de una ética de las relaciones internacionales, la Encíclica indica que existe «una auténtica deuda ecológica» (51), sobre todo del Norte en relación con el Sur del mundo. Frente al cambio climático hay «responsabilidades diversificadas» (52), y son mayores las de los países desarrollados.

Conociendo las profundas divergencias que existen respecto a estas problemáticas, el Papa Francisco se muestra profundamente impresionado por la «debilidad de las reacciones» frente a los dramas de tantas personas y poblaciones. Aunque no faltan ejemplos positivos (58), señala «un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad» (59). Faltan una cultura adecuada (53) y la disposición a cambiar de estilo de vida, producción y consumo (59), a la vez que urge «crear un sistema normativo que [...] asegure la protección de los ecosistemas» (53).

Capítulo segundo – El Evangelio de la creación

Para afrontar la problemática ilustrada en el capítulo anterior, el Papa Francisco relee los relatos de la Biblia, ofrece una visión general que proviene de la tradición judeo-cristiana y articula la «tremenda responsabilidad» (90) del ser humano respecto a la creación, el lazo íntimo que existe entre todas las creaturas, y el hecho de que «el ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos» (95).

En la Biblia, «el Dios que libera y salva es el mismo que creó el universo», y «en Él se conjugan el cariño y el vigor» (73). El relato de la creación es central para reflexionar sobre la relación entre el ser humano y las demás criaturas, y sobre cómo el pecado rompe el equilibrio de toda la creación en su conjunto. «Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado» (66).

Por ello, aunque «si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas» (67). Al ser humano le corresponde ««labrar y cuidar» el jardín del mundo (cf. Gn 2,15)» (67), sabiendo que «el fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Pero todas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios» (83).

Que el ser humano no sea patrón del universo «no significa igualar a todos los seres vivos y quitarle al ser humano ese valor peculiar» que lo caracteriza ni «tampoco supone una divinización de la tierra que nos privaría del llamado a colaborar con ella y a proteger su fragilidad» (90). En esta perspectiva «todo ensañamiento con cualquier criatura «es contrario a la dignidad humana» (92), pero «no puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos» (91). Es necesaria la conciencia de una comunión universal: «creados por el mismo Padre, todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, [...] que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde» (89).

Concluye el capítulo con el corazón de la revelación cristiana: el «Jesús terreno» con su «relación tan concreta y amable con las cosas» está «resucitado y glorioso, presente en toda la creación con su señorío universal» (100).

Capítulo tercero – La raíz humana de la crisis ecológica

Este capítulo presenta un análisis de la situación actual «de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas» (15), en un diálogo con la filosofía y las ciencias humanas.

Un primer fundamento del capítulo son las reflexiones sobre la tecnología: se le reconoce con gratitud su contribución al mejoramiento de las condiciones de vida (102-103), aunque también da «a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero» (104). Son justamente las lógicas de dominio tecnocrático las que llevan a destruir la naturaleza y a explotar a las personas y las poblaciones más débiles. «El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política» (109), impidiendo reconocer que «el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social» (109).

En la raíz de todo ello puede diagnosticarse en la época moderna un exceso de antropocentrismo (116): el ser humano ya no reconoce su posición justa respecto al mundo, y asume una postura autorreferencial, centrada exclusivamente en sí mismo y su poder. De ello deriva una lógica «usa y tira» que justifica todo tipo de descarte, sea éste humano o ambiental, que trata al otro y a la naturaleza como un simple objeto y conduce a una infinidad de formas de dominio. Es la lógica que conduce a la explotación infantil, el abandono de los ancianos, a reducir a otros a la esclavitud, a sobrevalorar las capacidades del mercado para autorregularse, a practicar la trata de seres humanos, el comercio de pieles de animales en vías de extinción, y de «diamantes ensangrentados». Es la misma lógica de muchas mafias, de los traficantes de órganos, del narcotráfico y del descarte de niños que no responde al deseo de sus padres (123).

Desde esta perspectiva, la Encíclica afronta dos problemas cruciales para el mundo de hoy. En primer lugar, el trabajo: «En cualquier planteo sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es indispensable incorporar el valor del trabajo» (124), pues «Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad» (128).

En segundo lugar, los límites del progreso científico, con clara referencia a los Objetivos Generales del Milenio (132-136), que son «una cuestión ambiental de carácter complejo» (135). Si bien «en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas» (134), por ejemplo «una concentración de tierras productivas en manos de pocos» (134). El Papa Francisco piensa en particular en los pequeños productores y en los trabajadores del campo, en la biodiversidad, en la red de ecosistemas. Es por ello necesario asegurar «una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre», a partir de «líneas de investigación libre e interdisciplinaria» (135).

Capítulo cuarto – Una ecología integral

El núcleo de la propuesta de la Encíclica es una ecología integral como nuevo paradigma de justicia, una ecología que «incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea» (15). De hecho no podemos «entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida» (139). Esto vale para todo lo que vivimos en distintos campos: en la economía y en la política, en las distintas culturas, en especial las más amenazadas, e incluso en todo momento de nuestra vida cotidiana.

La perspectiva integral incorpora también una ecología de las instituciones. «Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana: «Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales» (142).

Con muchos ejemplos concretos el Papa Francisco ilustra su pensamiento: hay un vínculo entre los asuntos ambientales y cuestiones sociales humanas, y ese vínculo no puede romperse. Así pues, «el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma» (141), porque «no hay dos crisis separadas, una ambiental y la otra social, sino una única y compleja crisis socio-ambiental» (139).

Esta ecología ambiental «es inseparable de la noción de bien común» (156), que debe comprenderse de manera concreta: en el contexto de hoy en el que «donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos», esforzarse por el bien común significa hacer opciones solidarias sobre la base de una «opción preferencial por los más pobres» (158). Este es el mejor modo de dejar un mundo sostenible a las próximas generaciones, no con las palabras, sino por medio de un compromiso de atención hacia los pobres de hoy como había subrayado Benedicto XVI: «además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional» (162).

La ecología integral implica también la vida cotidiana, a la cual la Encíclica dedica una especial atención, en particular en el ambiente urbano. El ser humano tiene una enorme capacidad de adaptación y «es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, [...] aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad» (148). Sin embargo, un desarrollo auténtico presupone un mejoramiento integral en la calidad de la vida humana: espacios públicos, vivienda, transportes, etc. (150-154).

También «nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común; mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio» (155).

Capítulo quinto – Algunas líneas orientativas y de acción

Este capítulo afronta la pregunta sobre qué podemos y debemos hacer. Los análisis no bastan: se requieren propuestas «de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional» (15) y «que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo» (163). Para el Papa Francisco es imprescindible que la construcción de caminos concretos no se afronte de manera ideológica, superficial o reduccionista. Para ello es indispensable el diálogo, término presente en el título de cada sección de este capítulo: «Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente, donde es difícil alcanzar consensos. [...] la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política, pero [yo] invito a un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común» (188).

Sobre esta base el Papa Francisco no teme formular un juicio severo sobre las dinámicas internacionales recientes: «las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las expectativas porque, por falta de decisión política, no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces» (166). Y se pregunta «¿Para qué se quiere preservar hoy un poder que será recordado por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario hacerlo? (57). Son necesarios, como los Pontífices han repetido muchas veces a partir de la Pacem in terris, formas e instrumentos eficaces de gobernanza global (175): «necesitamos un acuerdo sobre los regímenes de gobernanza global para toda la gama de los llamados «bienes comunes globales» (174), dado que ««la protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios. El ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover adecuadamente» (190, que cita las palabras del Compendio de la doctrina social de la Iglesia).

Igualmente en este capítulo, el Papa Francisco insiste sobre el desarrollo de procesos de decisión honestos y transparentes, para poder «discernir» las políticas e iniciativas empresariales que conducen a un «auténtico desarrollo integral» (185). En particular, el estudio del impacto ambiental de un nuevo proyecto «requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la corrupción, que esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores, suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente» (182).

La llamada a los que detentan encargos políticos es particularmente incisiva, para que eviten «la lógica eficientista e inmediatista» (181) que hoy predomina. Pero «si se atreve a hacerlo, volverá a reconocer la dignidad que Dios le ha dado como humano y dejará tras su paso por esta historia un testimonio de generosa responsabilidad» (181).

Capítulo sexto – Educación y espiritualidad ecológica

El capítulo final va al núcleo de la conversión ecológica a la que nos invita la Encíclica. La raíz de la crisis cultural es profunda y no es fácil rediseñar hábitos y comportamientos. La educación y la formación siguen siendo desafíos básicos: «todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo» (15). Deben involucrarse los ambientes educativos, ante todo «la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis» (213).

El punto de partida es «apostar por otro estilo de vida» (203-208), que abra la posibilidad de «ejercer una sana presión sobre quienes detentan el poder político, económico y social» (206). Es lo que sucede cuando las opciones de los consumidores logran «modificar el comportamiento de las empresas, forzándolas a considerar el impacto ambiental y los patrones de producción» (206).

No se puede minusvalorar la importancia de cursos de educación ambiental capaces de cambiar los gestos y hábitos cotidianos, desde la reducción en el consumo de agua a la separación de residuos o el «apagar las luces innecesarias» (211). «Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo» (230). Todo ello será más sencillo si parte de una mirada contemplativa que viene de la fe. «Para el creyente, el mundo no se contempla desde afuera sino desde adentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha unido a todos los seres. Además, haciendo crecer las capacidades peculiares que Dios le ha dado, la conversión ecológica lleva al creyente a desarrollar su creatividad y su entusiasmo» (220).

Vuelve la línea propuesta en la Evangelii Gaudium: «La sobriedad, que se vive con libertad y conciencia, es liberadora» (223), así como «la felicidad requiere saber limitar algunas necesidades que nos atontan, quedando así disponibles para las múltiples posibilidades que ofrece la vida» (223). De este modo se hace posible «sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos» (229).

Los santos nos acompañan en este camino. San Francisco, mencionado muchas veces, es el «ejemplo por excelencia del cuidado por lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría» (10). Pero la Encíclica recuerda también a san Benito, santa Teresa de Lisieux y al beato Charles de Foucauld. Después de la Laudato si’el examen de conciencia –instrumento que la Iglesia ha aconsejado para orientar la propia vida a la luz de la relación con el Señor– deberá incluir una nueva dimensión, considerando no sólo cómo se vive la comunión con Dios, con los otros y con uno mismo, sino también con todas las creaturas y la naturaleza.

ÍNDICE

Laudato si’ mi’ Signore (1-2)

Nada de este mundo nos es indiferente (3-6)

Unidos por la misma preocupación (7-9)

San Francisco de Asís (10-12)

Mi llamado (13-16)

Capítulo primero Lo que le está pasando a nuestra casa

I. Calentamiento global y contaminación Contaminación, basura y cultura del descarte (20-22) El clima como bien común (23-26)

II. La cuestión del agua (27-31)

III. Pérdida de biodiversidad (32-42)

IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y decadencia social (43-47)

V. Inequidad planetaria (48-52)

VI. La debilidad de las reacciones (53-59)

VII. Diversidad de opiniones (60-61)

Capítulo segundo El evangelio de la creación (62)

I. La luz que ofrece la fe (63-64)

II. La sabiduría de los relatos bíblicos (65-75)

III. El misterio del universo (73-83)

IV. El mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo creado (84-88)

V. Una comunión universal (89-92)

VI. El destino común de los bienes (93-95)

VII. La mirada de Jesús (96-100)

Capítulo tercero La raíz humana de la crisis ecológica (101)

I. La tecnología: creatividad y poder (102-105)

II. La globalización del paradigma tecnológico (106-114)

III. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno (115-121)

4.1. El relativismo práctico (122-123)

4.2. La necesidad de preservar el trabajo (124-129)

4.3. La innovación biológica a partir de la investigación (130-136)

Capítulo cuarto Una ecología integral (137)

1. Ecología ambiental, económica y social (138-142)

2. La ecología cultural (143-146)

3. La ecología humana y el espacio de la vida cotidiana (147-155)

4. El principio del bien común (156-158)

5. Una justicia intergeneracional bien entendida (159-162)

Capítulo quinto Algunas líneas de orientación y acción (163)

I. El diálogo sobre el ambiente en la política internacional (164-175)

II. El diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales (176-181)

III. Favorecer debates sinceros y honestos (182-188)

IV. Política y economía en diálogo para la plenitud humana (189-198)

V. Las religiones en el diálogo con las ciencias (199-201)

Capítulo sexto Educación y espiritualidad ecológica (202)

1. Apostar por otro estilo de vida (203-208)

2. Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente (209-215)

3. La conversión ecológica (216-221)

4. Gozo y paz (222-227)

5. El amor civil y político (228-232)

6. Los signos sacramentales y el descanso celebrativo (233-237)

7. La Trinidad y la relación entre las criaturas (238-240)

8. La Reina de todo lo creado (241-242)

9. Más allá del sol (243-246)

Oración interreligiosa por nuestra tierra

Oración cristiana con la creación

 

122 comentarios

Juanjo
¿Por qué está fechada el 24 de mayo?
18/06/15 12:59 PM
David
Una preguntas para los expertos apologetas de Infocatólica
¿Hay novedades magisteriales en esta Enciclica?
¿Predomina la claridad o la ambiguedad y el circiterismo?
¿Porqué creen que el Papa habrá dedicado tiempo a escribir sobre ecología en tiempos en los que el tema de mayor gravedad es por un lado la persecución sanguinaria de fieles y ejemplares Cristianos de Africa, Asia y Oriente y por otro la perdida de la Fe y apostasía de Europa?
18/06/15 1:12 PM
Nacho
@David: quizás este subtpitulo del Índice te de una pista: Nada de este mundo nos es indiferente.
18/06/15 1:40 PM
clavel
La encíclia es Doctrina de la Iglesia y hay obligación de aceptarla porque es buenísima. ¿ que se puede mejorar ?. Todo se puede mejorar. Pero es muy buena su doctrina. Yo también estoy seguro de que es muy necesario rezarle mucho a la Virgen María y lo hago rezándole todos los rosarios que puedo. Porque sé que lo que se nos avecina es muy tremendo. Pero esto no tiene nada que ver con la muy acertada Doctrina Papal de esta Encíclica.
18/06/15 2:46 PM
InfoCatólica
Los comentarios habían quedado abiertos. Rogamos disculpen.

No hace falta que les digamos que no admitimos críticas exacerbadas al Santo Padre.
18/06/15 2:48 PM
Catholicus
192 paginas?

Pero si nadie lee siquiera el Catecismo....

Y dejad de opinar algunos si es buena o mala porque no ha dado tiempo a leerla. :-)
18/06/15 3:03 PM
Gabriela de Argentina
Mientras los cristianos en Africa y Oriente Medio son masacrados sin piedad, mientras en Europa y Latinoamerica campea la apostasía generalizada, mientras en occidente se persigue ideológicamente a los cristianos con leyes cada vez más inicuas, la prioridad del Santo Padre es la ecología. Mientras los alemanes amenazan con un cisma en el próximo sinodo (contra) la familia, se nos viene a hablar de la importancia del agua y de los bosques... Seamos serios. No se si será una critica despiadada, pero es una crítica, y como católica pensante tengo todo el derecho a hacerla. Que Dios me ha dado la cabeza para que piense, y no solamente para que la use para asentir de arriba abajo. Que uno de los presentadores de la "enciclica" sea el Prof. Hans Joachim Schellnhuber, conocido por sus posiciones antinatalistas radicales, es grave. Tengo mis muy serias dudas de que el contenido de esta "enciclica" sea ministerial, y mas bien la veo dirigida a cosechar aplausos de la ONU y de otros referentes del NOM, que se pasean como invitados de honor por el Vaticano.
18/06/15 3:37 PM
Carmen A.
Para la lectura de hoy llegué hasta la página 31, y es hermosa, necesaria, Dios nos habla a través de estas palabras fáciles de comprender y asimilar. Gracias Papa Francisco.
18/06/15 3:41 PM
Renzo
Voy por la página 40. Aunque para muchos lo que dice el Papa en esta encíclica nos parece obvio y nos suena a lugares comunes, me parece interesante y correcta. No espero que de soluciones, tampoco puede darlas, a todo el mal que se ha hecho y se hace contra nuestro planeta, pero si consigue remover positivamente algunas conciencias de creyentes, ya valdrá la pena.
Pero vistos algunos de los primeros comentarios que se colgaron antes de la limpieza del moderador, me temo que va a servir de poco. Los que pueden hacer algo, la van a ignorar, sean creyentes o no. De los que no pueden cambiar nada o muy poco, la mayoría se quedarán con la parte que les parezca más fácil de aplicar, más que nada para tranquilizar su conciencia, o directamente la atacarán, por ignorancia. En el resto quedan los que ya son conscientes de lo que dice el Papa sin necesidad de que lo diga, esos seguirán comprometidos con el respeto a la Naturaleza y su defensa, como lo estaban antes de la encíclica.
18/06/15 3:47 PM
Antonio1
La encíclica es maravillosa!!!
18/06/15 4:08 PM
Mauro S.
He leido completo hasta el Cap. II "El Evangelio de la creación" y me ha parecido hasta el momento genial. Con aclaraciones necesarias que alejan la idea de ecologia con panteismo...pasajes realmente inspirados por el Santo Espiritu donde deja bien en claro la doctrina católica al respecto. Dios y la Virgen Santísima guíen al Papa en este momento tan difícil de ntra. amada Iglesia!!!
18/06/15 4:47 PM
Marypaz
Pffff, eso, eso, muy bien por el Santo Padre, que lo alaben todos los de la ONU, Greenpeace, y el "mundo" entero. Debemos aprender a CUIDAR nuestra ALMA, antes que cuidar nuestro planeta, eso es lo importante. Qué le diremos a nuestro Padre Celestial en nuestro juicio? pues yo cuidé de los lagos, rios y montes. Ahhhh perdón, esque TODOS vamos al Cielo incluso nuestras mascotas, así que qué importa. Cuidemos el planeta! Que todos nos vamos al Cielo!
18/06/15 4:48 PM
Gregory
Estoy de acuerdo en que la enciclica para ser apreciada debe ser leida, debo admitir son embargo que toda enciclica de un papa es para ser tomada en cuenta nos guste o no a fin de cuentas el papa ejerce su funciun magisterial.
18/06/15 4:49 PM
Jaime Fernández de Córdoba
Caramba, don Antonio, qué rápido lee usted. Yo voy por la página 30 y pico, estoy acostumbrado a lecturas más enjundiosas y los lugares comunes, como dice Renzo, me agotan. Pues lo dicho, ¡firmes y a reciclar! si me permiten la broma, en espera de la siguiente encíclica, tal vez sobre los tatuajes.
18/06/15 5:00 PM
Leonardo
El tema no es el respeto a la Naturaleza. Eso por supuesto que hay que considerarlo, es lógico, evidente que hay que cuidar el lugar donde uno habita y no hacerlo un basural. Lo del calentamiento global es terriblemente manipulado por razones políticas globales, y a mi entender el Papa toma posición en ello. Eso es política vaticana, la ha habido siempre, no siempre fue oportuna.

Parece que no agrada que yo diga que el Papa en su Encíclica anterior dice que la Antigua Alianza no ha sido jamás revocada, y que en esta, en la oración de la tierra, dice que Cristo vive en toda criatura con su Gloria de Resucitado, pero es lo que dice. No es una crítica acerba repetir lo que el Papa dice.
18/06/15 5:01 PM
Luis Fernando
Es altamente conveniente leer algo del todo antes de opinar.

Reproduzco lo que he escrito en mi Twitter, y esto va a ser lo único que voy a comentar durante cierto tiempo:

Apenas voy a decir nada por ahora sobre la encíclica, pero sí quiero dar un consejo. No se pierdan la parte teológica. Tiene cosas excelsas.
18/06/15 5:19 PM
Renzo
Yolanda, he expresado mi opinión sobre lo que he leído hasta ahora de la encíclica. Si algo me parece correcto lo digo y me da igual si es cosa del Papa o tuya. Lo mismo hago en el caso contrario, soy así. Ni trato de agradarte ni espero que se tenga en cuenta mi opinión en esta web, así que, relájate un poco mujer.
18/06/15 5:50 PM
Belen
Me pregunto si las otras religiones incluyen para sus fieles, algo de la religión católica. Me pregunto si ellos tienen la misma apertura. Entre los líderes se dan la mano, sonríen para la foto pero aquí abajo, donde estamos, me pregunto con quién nos sentimos en comunión? La unidad no se logra sólo con acuerdos o cambiar algunas fechas o dar concesiones, la unidad es un trabajo del corazón. Por lo vivido hasta ahora yo me siento en comunión con los demás católicos, con las demás personas, son mis vecinos, compañeros y si tienen otra religión los respeto pero no me siento en comunión con ellos. Y seamos sinceros, los que se van del catolicismo a otra religión luego se convierten como en enemigos de la Iglesia, es decir que en algún lado lo que le enseñan no es la unidad sino a criticar y a aprenderse algunos versículos que nos hacen ver como idólatras, o que la Virgen esto, que la eucaristía no, que los santos son simples muertos, etc, entonces cómo me puedo sentir en comunión, si aún compartiendo a Jesús tienen el resto de sus creencias tan cargadas de odio por ignorancia. Me gustaría saber si en las otras religiones hacen oraciones "interreligiosas" cuando están solos o se les enseña a respetar a la Iglesia católica o si esas religiones ponen el pecho a los temas delicados como el aborto, la defensa de la vida, de la familia, todo lo que hacen los católicos por el bien. Si se unieran en esa defensa, eso sería unidad. La ecología es importante, pero suena a eufemismo, como e
18/06/15 6:21 PM
rastri
«¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?» (n. 160).
_________________

Fácil y huelga todo lo demás.

El mundo que yo quiero hacer o dejar para, mi y para los que vengan detrás, es aquel que como nuevo y sin pecado de oscuridad y muerte siendo renovado es aquel que me ha ofrecido Jesús el Cristo.
18/06/15 6:37 PM
luis
Me parece muy claro que esta encíclica no es magisterio. El mismo Papa afirma que está dirigida a todos los habitantes del planeta, y se pregunta "¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las persona de buena voluntad, un capítulo referido a las convicciones de la fe?" Explicando a continuación que "Sin embargo, la ciencia y la religión, que aportan diferentes aproximaciones a la realidad, pueden entrar en un diálogo intenso y productivo para ambas". Luego insiste en que la Iglesia quiere abrir un diálogo sobre la cuestión. Dialogar no es enseñar. Ergo no hay magisterio.
Más allá de que el Papa no tiene la menor competencia para afirmar si hay o no calentamiento global, si responde a causas antrópicas, si los bonos verdes son eficaces, si el aire acondicionado es perjudicial, e incluso sobre si tiene facultades para redactar oraciones para fieles no cristianos, etcetera etcetera.
Lamentablemente creo que estamos ante un acto de clericalismo máximo, caracterizado por el deseo de meterse en todas las cuestiones humanas. Como si no bastara lo propio. Hybris.
18/06/15 6:43 PM
S. Fran
leamosla y despues critiquemos.
18/06/15 6:54 PM
David
S. Fran, querrá usted decir y después comentemos. Un católico no se enfrenta a una encíclica con ánimo de criticarla.
18/06/15 7:03 PM
luis
David, el mismo Papa nos invita a ello: ""En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común." No termino de entender cómo entrar en un diálogo involucra magisterio.
18/06/15 7:11 PM
antoniuspius
Católicos hay que no aceptan al papa Francisco -lo consideran hereje, apóstata, blasfemo y usurpador del trono de Pedro- y que, siempre supercríticos con el papa argentino, ya la califican,la encíclica "Laudatio Sii", de vómito y de basura mundana,inmunda y anticristiana.
18/06/15 7:14 PM
David
luis, una encíclica siempre contiene magisterio aunque no todo en ella lo sea literalmente.

El propio Francisco indica que sí es magisterio:

Espero que esta Carta encíclica, que se agrega al Magisterio social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta.
18/06/15 7:20 PM
keparoff
Me parece hablar del sexo de los ángeles, con el enemigo en puertas.

No la he leído, no la voy a leer. Lo que sí leeré, cuando llegue, es la exhortación post sinodal, que es lo que de verdad me interesa.
18/06/15 7:24 PM
Alejandro Jara
Luis:

Me sorprenden tus sofismas para decir que no es magisterio lo que no te gusta. ¿Entonces quizás la Humanae Vitae también tiene partes no magisteriales?

Muchos comentaristas de Infocatólica parecen el hijo mayor de la parábola del hijo pródigo. Aborrecen que el papa dialogue con ateos, no católicos, pecadores. Por favor, lean el Evangelio, no cierren su corazón. No sean sepulcros blanqueados, con tanta basura que le arrojan al papa Francisco, bajo el disfraz de ortodoxia.
18/06/15 7:30 PM
Eagleheart
".pasajes realmente inspirados por el Santo Espiritu donde deja bien en claro la doctrina católica al respecto."

Recuerdo los tiempos en que los católicos decían que la Sagrada Escritura es inspirada, y nada más.

Y concuerdo con luis: en esas condiciones y en la materia tratada no podemos hablar de Magisterio. Lo que haya de Magisterio será lo que cite de, pero no lo que escriba fuera de.

Salu2. Paz y Bien.
18/06/15 7:31 PM
Desde Chile
Comparto plenamente la opinión de Gabriela de Argentina. No diré si la Enciclica es buena o mala, no la he leído, incluso puede que sea muy buena, pero en estos momentos son otros los temas que afligen a la Iglesia. Se nos viene el Sinodo de la Familia y es más que sabido la arremetida de los obispos alemanes contra la sana doctrina de la iglesia. No sé si era necesario perder tanto tiempo en una Enciclica que no me dice cual es la postura del Santo Padre frente a los postulados de dichos obispos. Han tenido que ser otros como el Cardenal Burke o Monseñor Schneider (y varios más) los que han tenido que salir en defensa de la Familia.
18/06/15 7:33 PM
Néstor
La Encíclica tiene muchas puntualizaciones teológicas importantes, contra el panteísmo, contra la divinización del planeta, contra cierto "animalismo" exagerado.

También dice cosas importantes sobre la realidad actual. Señala el mal del primado de lo financiero en la economía, recuerda que no se puede estar a favor del medio ambiente y justificar el aborto al mismo tiempo (n 120), reconoce la posibilidad de experimentar con animales dentro de ciertos límites, y más.

Lo que sí lamento es que cite la Carta de la Tierra, documento anticristiano que sus propulsores promueven como alternativa a los Diez Mandamientos, basado en una visión panteísta, pagana e idolátrica del planeta y que además tiene como director, en su Comité, a Steven Rockefeller, miembro del clan genocida que promueve la disminución por cualquier medio (subrayar "cualquier medio") de la población mundial.

Hay una frase en la traducción castellana que dice: "Se suele justificar que se traspasen todos los límites cuando se experimenta con embriones humanos vivos." (n. 136).

Es posible que sea la traducción, pero es ambigua. ¿Por el hecho de experimentar con embriones humanos vivos se traspasan todos los límites, o hay ciertos límites que no se deben traspasar en la experimentación con embriones humanos vivos?

De más está decir que con embriones humanos vivos no se puede experimentar nada.

Saludos cordiales.
18/06/15 7:49 PM
Manuela
Ideología de género
-"La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno... La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de la otra, obra del Dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por lo tanto, no es sana una actitud que pretenda «cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma»" (n. 155).
18/06/15 7:57 PM
Luis Lazo Sanchez
Hacia falta este documento de la Iglesia,es muy esperanzador,y nos anima a salir de nuestro letargo.
18/06/15 7:59 PM
luis
Lo único que les pido a los apologistas de la encíclica es en virtud de qué autoridad el papa hace "magisterio" sobre las causas del calentamiento global, sobre modelos de arquitectura urbana, sobre bonos verdes, sobre oraciones para personas no cristianas, sobre sistemas de transporte sobre el carácter "profético" de la Conferencia de Estocolmo, etcetera etcetera.
Está claro que el 90 % de esta Encíclica no es magisterio, es opinión. Y opinión no autorizada, este hombre es técnico químico. Realmente, tanto despotricar contra el clericalismo y viene un Papa a enseñarnos geografía. No sé por qué se quejaban contra el Papa de Galileo Galilei, que también se metía en cosas que no le incumbían.
18/06/15 8:20 PM
Otro Enrique
No creo que esté bien criticar al Papa, un católico debe aceptar todo lo que dice y tratar de ponerlo en práctica en la medida de sus posibilidades.

El Espíritu Santo ha escogido a éste Papa para este momento de la historia y también el ES habrá puesto personas en el entorno del Papa que lo corregirán privadamente cuando se equivoque o piensen que se ha equivocado, no creo que se deba emplear Internet u otros medios públicos para corregirlo.
18/06/15 8:22 PM
TH
Me parece irónico que el Papa suba al carro de la denostada teoría del calentamiento global catastrófico debido a la intervención del hombre, teoría sumamente politizada que no tiene sustento científico, cuando en el caso Galileo la Iglesia rechazó la tesis del mismo debido a que la entonces hipótesis de Copérnico todavía no tenía sustento científico. No se hubiera hecho nada en contra de Galileo si se hubiera restringido a presentarla como una hipótesis todavía no probada. Es una verdadera pena y va sufrir y mucho el prestigio de la Iglesia en el futuro en cuanto que cada vez más se demuestra que en realidad no existe calentamiento global y en el caso de que suba la temperatura 1 grado celsius en un siglo, no es ningún problema. No hay que hacer nada. En cuanto al dióxido de carbón, es necesario para la vida y un aumento discreto del mismo no hará más que favorecer el crecimiento de los árboles y plantas en general.
Tomemos las cosas con tranquilidad y dediquémonos a la gran tarea de la evangelización sin preocuparnos de este desaguisado del calentamiento global inventada por la izquierda radical.
18/06/15 8:57 PM
ANTONIO VALBUENA
YO TODAVIA NO LA HE LEIDOCOMPLETA, NI SOY CATOLICO, POR EL CONTRARIO SOY ATEO. PERO TENGO CLARO QUE DESDE UNA VISION ECOLOGICA DEL PLANETA SE PUEDE DEJAR EN ENTRE DICHO LA ETICA Y LA MORAL DEL SISTEMA DEPREDADOR QUE EL CAPITALISMO EJERCE SOBRE EL PLANETA Y LOS PUEBLOS. LAS CRITICAS QUE HASTA AHORA HE ESCUCHADO A LA ENCICLICA NO LAS VEO SINO COMO MERA INDOLENCIA Y/O FALSA CONCIENCIA IDEOLOGICA.
18/06/15 9:03 PM
Gabriela de Argentina
Nacho: pues eso, que nada de este mundo nos es indiferente. Todo debe ser tema de doctrina papal? Que manera de comulgar con ruedas de molino tienen algunos. Para cuando se espera la encíclica sobre economia y finanzas?
18/06/15 9:11 PM
Horacio Castro
El comentario de Antonio1 en 18/06/15 4:08 PM encubre una crítica exacerbada al Santo Padre.
18/06/15 9:42 PM
marcos perez
Hago mias las palabras de Gabriela de Argentina.
Respecto del comentario de Otro Enrique , la papolatria es una forma de idolatria....
No existe ninguna prueba cientifica seria que pruebe el calentamiento global. Lo que si esta probada es la Apostasia Universal, el abandono del rebaño por parte de los pastores y el camino abierto para la llegada del "otro".

criollo y andaluz
18/06/15 9:44 PM
S. Fran
Pues mi punto de vista es que tanto empresas capitalistas como empresas de paises socialistas actuales o extintos como empresas estatales contaminan y depredan. Esto no es cuestion de ideologias. Acaso no era un pais socialista y estatizado donde se dio el accidente nuclear de Chernobil que dejo graves daños en el ecosistema? Es mas dentro del mismo capitalismo se esta dando la conciencia para tener industrias menos destructoras y contaminantes. Por supuesto hace falta mucho por hacer.
18/06/15 9:49 PM
Antoni
Tres temas básicos del mundo de hoy que se han introducido en la Iglesia: género, ecu y eco en vez de cielo, purgatorio e infierno. Hablar del cambio climático es muy arriesgado porque o se sabe que existe la ingeniería climàtica en acción sobre nuestros cielos y sobre nuestras ciudades iodos los días y en este caso callar es faltar a la verdad, o no se sabe y entonces vale más callarse por falta de conocimiento de la realidad. Ni una palabra sobre los chemtrails, que salen por millones en la Red.
18/06/15 9:50 PM
SBV
En lo personal me parece poco atinado que un Papa pretenda hacer Magisterio (N. 15) con temas que no le competen, sobre todo cuando hay otros asuntos de auténtica urgencia y que hace años exigen ser tratados autoritativamente por un Pontífice. Tampoco entiendo los guiños a proyectos anticristianos mundialistas como la Carta de la Tierra (N. 207), ni el intento de reautorizar a heresiarcas como Teilhard de Chardin.

Lo único que se está logrando con esta actitud es acentuar la noción de una iglesia que se mete en todo menos en lo que le corresponde.
18/06/15 10:29 PM
Alejandro Holzmann
"La voluntad de asentimiento leal a esta enseñanza del Magisterio [intervenciones sobre asuntos discutibles en los que se encuentran implicados, junto con principios seguros, elementos conjeturales y contingentes] en materia de por si no irreformable debe constituir la norma...

En este ámbito de las intervenciones de orden prudencial, ha podido suceder que algunos documentos magisteriales no estuvieran exentos de carencias. Los pastores no siempre han percibido de inmediato todos los aspectos o toda la complejidad de un problema. Pero sería algo contrario a la verdad si, a partir de algunos determinados casos, se concluyera que el Magisterio de la Iglesia se puede engañar habitualmente en sus juicios prudenciales, o no goza de la asistencia divina en el ejercicio integral de su misión." (Donum veritatis 24)
18/06/15 10:39 PM
Beatriz
Si el CO2 es el responsable del efecto invernadero (se supone causante del calentamiento global), ¿sabían que cada uno de nosotros emite dos toneladas de CO2 al año?, es decir, prohibido respirar! (jejeje). Lo que quiero decir es que los neo-malthusianos utilizan este argumento para decir que no nazcan más personas. Hay consenso entre los científicos que estamos frente a un cambio climático (es un término más apropiado que "calentamiento global"), en lo que no hay consenso entre los científicos es cuál es la causa: si el hombre o si los volcanes o cualquier otra causa. Los neo-malthusianos dicen que el culpable es el hombre, luego, que no nazcan más personas: aborto y anticonceptivos por doquier para salvar el planeta y quien sabe nos impongan un hijo por familia como en China. Lamentablemente el Papa ha sido mal asesorado y es que tener a científicos masones como miembros de la Pontificia de Ciencia (que se supone asesora al Papa en temas de ciencia) pues termina pasando factura...
18/06/15 10:43 PM
gonzalo
Algunos parece que han olvidado el primer artículo del Credo: Dios es Creador de todo. Destruir la creación es destruir su obra. Decir que un Papa no tiene Que hablar de esto, es negar la creacion como obra de Dios.
18/06/15 10:44 PM
Tony de New York
Me parece exquisita la encíclica.


Unas estrofas:
23
"Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. "

Osea que no es ABSOLUTO mas solo un 'consenso.'




50. En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad. No faltan presiones internacionales a los países en desarrollo, condicionando ayudas económicas a ciertas políticas de « salud reproductiva ».


52. La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control, pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica.


53
Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios

Las feministas no van a esta contentas.
18/06/15 10:51 PM
clavel
Esto debe quedar muy claro: Por el pecado del hombre- dice Dios- la tierra queda maldita. Por tanto: Para tener un planeta más limpio y hermoso en todos los sentidos hay que volver a Dios tal como lo enseña la Iglesia católica. Después, que si la basura, que si la polución ambiental etc., pues está bien y hágase. Pero sin una vuelta a Dios mediante la frecuencia del Sacramento de la Confesión todo será un "entre todos la mataron pero con ventanas a la calle".
18/06/15 11:24 PM
CARLOS GÓMEZ MARTINEZ
La mejor encíclica ambiental ya estaba escrita por el Señor. Levítico 26:3-6 'Si cumplen Mis estatutos y guardan Mis mandamientos para ponerlos por obra, Yo les daré lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará sus productos, y los árboles del campo darán su fruto. 'Ciertamente, su trilla les durará hasta la vendimia, y la vendimia hasta el tiempo de la siembra. Comerán, pues, su pan hasta que se sacien y habitarán seguros en su tierra. 'Daré también paz en la tierra, para que duerman sin que nadie los atemorice. Asimismo eliminaré las fieras dañinas de su tierra, y no pasará espada por su tierra.
19/06/15 12:27 AM
Silvia Sara
Muy acertada la encíclica del Papa,y como todo lo que nos propone es actual e interesa a nuestra vida diaria,seamos de cualquier lugar del mundo.

Ya nadie puede ignorar que los problemas gravisimos son la falta de agua pura,que hacer con las basuras(nuclear,domestica o industrial),tener aire sin contaminar,mares que no sean una cloaca al igual que ríosEsperemos que quienes tienen el poder de decidir sobre estos temas,despierten,que es el futuro de sus descendientes.
Por eso,como todo lo humano,el tema nos debe interesar a todos.Y que Dios nos ampare a todos si no despertamos a tiempo.
19/06/15 12:34 AM
VICTORIA GUAMAN
Papa Francisco un hombre de Dios, lleno de sabiduría y en el momento propicio, que el planeta gime de dolor porque los seres humanos no cuidamos la casa que Dios nos ha entregado con tanto amor, para que sus hijos la habitemos, la estamos destruyendo. Invito a cada persona leer la Enclítica y reflexionar porque es Dios que nos esta hablando en estos tiempos y pensemos en las futuras generaciones, quienes deben seguir viviendo y contemplando la belleza de la Creación.
19/06/15 1:06 AM
Gabriela de Argentina
Al lector que comparo la Humanae Vitae de Paulo VI con la "enciclica" ecologica de marras, decirle que la Humanae Vitae trata graves ciestiones de Fe y moral, vitales para la salvacion del alma de los hombres, que es la mision de la iglesia. Y por ende, es autentico magisterio papal. Salvar al planeta del ( mas que dudoso calentamiento global)m en cambio, y predicar sobre la importancia de agua potable no es competencia del Vicario de Cristo, o al menos no de primera prioridad. Por ello, me resulta dudoso que sea magisterial. Salvar a la humanidad de la terrible apostasia es lo que deberia desvelar hoy al Santo Padre. La sola mencion a la panteista Carta de la Tierra deberia abrirle los ojos a cualquier cristiano con un minimo de criterio. Jesucristo no fue un lider gremial, ni un activista ecologico. De nada sirve "salvar al planeta" si no salvamos el alma.
19/06/15 1:07 AM
Juan Andrés
Noticias: "Presidentes como Barack Obama o Francois Hollande, organismos como la ONU o la FAO y ONG's como Greenpeace y WWF felicitaron al Sumo Pontífice...". Alguien supo decir "hay de ustedes si el mundo habla bien de ustedes".
19/06/15 1:36 AM
Santiago Ll
Algunos han olvidado que Dios hizo la Creación y nos la entregó para que la domináramos. No para que la dejáramos intacta. Sino para que nos sirviéramos de ella ni más ni menos.
19/06/15 1:40 AM
Un día único
Ya la he terminado de leer. Es muy buena. Doctrinal y teológicamente segura y consistente. La única pega que yo la veo (que no es baladí): que sí deja algo para la ambigüedad al hablar de "espiritualidad ecológica" y al enfrascarse demasiado en temas técnicos demasiado puntuales y opinables. También es un poco repetitiva, como es el estilo de Francisco.
19/06/15 2:00 AM
Renzo
Hay que ver la cantidad de expertos en clima, en medioambiente y en teología que le han salido al Papa entre su grey, de repente, en nada, sólo leyendo, los que lo han hecho, la encíclica, un milagro es eso.
Ya ni el Pontífice se salva de los que son más papistas que el Papa, de los que piensan que la religión debe de ser "su" religión, la suya, como ellos la interpretan y solamente están dispuestos a aceptar lo que quieren oír y cuando lo quieren oír.
Si nos cargamos el planeta, las cosa irán de mal en peor y no quedará nadie para creer en nada, no sé si a algunos les alcanza a entenderlo.
Supongo que aquí vuelve a surgir lo de que lo más importante es salvar almas, pero la cosa pinta mal, y se puede acabar en que no habrá ni salvadores, ni aspirantes a ser salvados. Tendremos un estercolero, desierto y vacío, eso sí, sin pecadores..., ni nadie más.
¿Cómo era eso de "a Dios rogando y con el mazo dando"?
19/06/15 2:05 AM
SÍ ES MAGISTERIO SOCIAL LA ENCÍCLICA " LAUDATIO SI "
Pésele a quien le pese. Explica un Obispo en WWW. Zenit.org. Esta Carta Encíclica, se agrega al Magisterio social de la Iglesia. SÍ ES MAGISTERIO la Encíclica Papal . «Laudato si’, mi’ Signore» «Alabado seas, mi Señor» Tema: El cuidado de la Casa común.
Propone una visión dirigida a reequilibrar las desigualdades entre ricos y pobres.El papa Francisco nos está invitando a todos a reflexionar sobre esta realidad. Él nos convoca a “asumir un nuevo estilo de vida” para cambiar las estructuras económicas que han causado tanto daño y a “ recuperar nuestra responsabilidad por los demás y el mundo”.
Es un mensaje de esperanza y una llamada a la acción : "No todo está perdido. Los seres humanos, aunque sean capaces de lo peor, son también  capaces de elevarse por encima de ellos mismos, eligiendo otra vez aquello que es bueno y poner en marcha un nuevo comienzo".
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, del año 2015, tercero de mi Pontificado.
Encíclica Social. Ya busqué y encontré... toda la estructura: es bellísima!!! Es para todos los de buena voluntad...
19/06/15 3:42 AM
Leonardo
El jefe de investigaciones espaciales del Observatorio Pulkovo, de la Academia de Ciencias de Rusia, confirmó que el último estudio realizado por su cuerpo de científicos estima para 2014 el comienzo de la nueva era glaciar.

Estos rusos, siempre llevando la contra!!...
19/06/15 4:27 AM
Mary
p. 175:

"urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial"
19/06/15 4:36 AM
king crimson
Me parece que es una crítica contra el despiadado e inhumano sistema capitalista, ya que han existido ciertas reticencias entre algunos políticos norteamericanos.
19/06/15 4:36 AM
LP
Me parece inédito que con una Encíclica que apoye una postura tan controversial como la del "calentamiento global" por mano del hombre, se comprometa de ese modo el Magisterio Pontificio. Lamento mucho. Recemos insistentemente por el Santo Padre Francisco.
19/06/15 6:24 AM
David
Dice uno:
La mejor encíclica ambiental ya estaba escrita por el Señor.

¡Qué ingenioso!
Y la mejor encíclica sobre la Eucaristía la escribió san Pablo.
Y la mejor sobre escatología, san Juan.
Etc.
19/06/15 6:45 AM
David
Mary, eso que dice usted es una cita que hace Francisco de una encíclica anterior de Benedicto XVI.
19/06/15 6:48 AM
Eduardo
Para entender la cuestión sobre La creación y la fe cristiana les recomiendo escuchar la conferencia del Padre Iraburu llamada Dios Creador de la serie Dame de Beber pueden escucharla en Youtube estoy seguro que despejara todas las dudas que puedan haber.
19/06/15 7:14 AM
Antonio1
Jaime Ferndez de Córdoba,

Le aseguró a usted que en cuatro horas yo soy capaz de leerme la encíclica completa. Yo y cualquier persona acostumbrada mínimamente a leer.


Me produce una profunda decepción los comentarios profundamente ideologizados de ideología mundana, prejuicios mundanos, cuando no de intereses ecónómicos que produce la lectura de uno de los textos más emocionantes, lúcidos, certeros, necesarios y profundamente impregnados de catolicismo que he podido leer en los últimos años.
Incomoda a muchos que sellen con el dedo las injusticias, que sitúen a la creación y su cuidado en el lugar que Dios le ha dado.

El texto es una maravilla y retrata a mucho de sus críticos.
19/06/15 7:52 AM
Grace del Tabor-Argentina
DESPUÉS de leer el resumen solamente, y el comentario de ALEJANDRO JARA , TODO lo demás, está de SOBRA.
¿QUIÉNES NOS CREEMOS PARA JUZGAR UNA ENCÍCLICA ???
¡HABLA EL PAPA, SEÑORES ! A QUITARSE EL SOMBRERO, BAJAR LA MIRADA, Y ESCUCHAR !
Infocatólica: con humildad les sugiero que moderen los comentarios, si les parece. Me da la impresión ,a veces, de que los peores enemigos de la Iglesia están dentro de ella...atacando a destajo. Saludos y muchas gracias por la publicación.Santísima Madre de Dios, enséñanos a decir:"Amén".
19/06/15 7:56 AM
Luis Fernando
Antonio1, tienes la puñetera manía de considerar ideologizados a todos los que no comparten tus tesis sobre las cosas.

Vas mal por ese camino.
19/06/15 8:03 AM
Luis Fernando
Para que me entiendas, Antonio1, te cito el principio del punto 61 de la encíclica:

61. Sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los científicos, respetando la diversidad de opiniones.


Pues eso, toma nota.
19/06/15 8:06 AM
Beatriz
¿El hombre es el culpable del cambio climático?
.
Los geologos que estudian la evolución de la Tierra dan cuenta que estos eventos de calentamiento planetario se han repetido ciclicamente cuando el hombre no existia hace millones de años:
.


"El Dr. Tim Patterson (*), profesor de ciencias de la tierra de la Universidad Carleton, de Ottawa, dice que esto es muy poco probable. El registro geológico revela que la única constante sobre el clima es el cambio. Mucho antes de que nuestra especie habitara la Tierra, había cambios mucho más extremos del clima de los que vemos ahora. En el pasado millón de años, la Tierra estuvo sujeta a por lo menos 33 Edades de Hielo y períodos interglaciales cálidos donde la temperatura se elevó muy por encima de la registrada jamás en la corta historia de la Humanidad. Paterson y otros demuestran que, aún en los últimos cien años, hubo períodos mucho más calientes y fríos que ahora.





.
Durante más del 90% de la historia de la Tierra, las condiciones eran mucho más cálidas que ahora. Hace dos millones de años los bosques se extendían casi hasta el Polo Norte. Tan recientemente como hace 125.000 años, las temperaturas eran tan elevadas que los hipopótamos y otros animales –hoy encontrados sólo en África– tenían su hábitat en la Europa del Norte.
.
Sin embargo, los últimos 1,6 millones de años han sido mucho más fríos que esto, con periódicas fluctuaciones rápidas de intervalos fríos a calientes conocidos como interglaciales. Las c
19/06/15 8:11 AM
Beatriz
youtube.com/watch?v=tHEeOOp10NM
19/06/15 8:16 AM
Blanca
La autoridad política mundial a la que urge... ¿ a alguien se le ocurre a quién se refiere?
19/06/15 9:19 AM
Antonio1
Luis Fernando. Te encanta la expresión toma nota.

Pero en esta ocasión te la podrías haber ahorrado, porque justo estaba copiando el número 61 para copiarlo aquí cuando he leído tu comentario.



Y lo estaba copiando porque es muy importante dejar claro que en las cuestiones científicas la encíclica NO PUEDE SER DEFINITIVA. Y no puede serlo porque las posiciones científicas, por muy consensuada a que estén nunca son definitivas y están sometidas a criterios de falsación. Pero eso forma parte de la encíclica por eso deja claro que recoge el consenso mayoritario de la comunidad científica pero que "61. Sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los científicos, respetando la diversidad de opiniones."

No obstante, la encíclica deja muy claro que invita a "un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o LAS IDEOLOGÍAS no afecten al bien común". (188)

En todo caso este debate que por deseo del papa queda abierto (este papa, gracias a Dios está acostumbrado a abrir debates, algunos prefieren pontificar si ser papas) no puede ser excusa para negar CARÁCTER MAGISTERIAL de esta encíclica en todos los aspectos fundamentales, que son muchísimos, en los que se expresa toda una teología ( heredera de los últimos papas, que han hecho una labor encomiable en este aspecto) de la creación, toda una denuncia clara, contundente sin paliativos
19/06/15 9:21 AM
Antonio1
Lo que no se puede uno es excusar en un debate abierto ( aunque cada vez son menos los negacionistas, eso sí, bien financiados por determinadas empresas) para no ser consciente de la situavión de degradación a la que el pesado del hombre está llevando el planeta: a la naturaleza y al hombre con una miseria y hambre asesina que clama al cielo, con un despreció por la creavión que va desde el embrión humano hasta las víctimas "colaterales" de bombas de racimo.

Es necesario que la voz de la Iglesia clame en el desierto de Esta indiferencia. No hay debate científico que sirva para tranquilizar conciencias y aburguesar conductas en este sentido. Son los gritos de millones de seres los que nos señalan.
Y al final todos seremos juzgados de lo que seremos juzgados (Mt 25)
19/06/15 9:26 AM
Luis Fernando
Antonio1, una cosa es negar que el medio ambiente se está deteriorando -solo hay que tener ojos para verlo- y otra muy distinta adoptar las tesis de Al Gore, como hacen muchos.

Y desde luego no seré yo quien niegue el carácter magisterial de la encíclica.
19/06/15 9:29 AM
Antonio1
Recomiendo una de las oraciones con las que se cierra la Laudato Si,
Que nos ilumine a los que ponemos diariamente tantas excusas y tanta indiferencia frente a los graves problemas de nuestro mundo y de la humanidad:

"Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz,
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.

Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz. "
19/06/15 9:29 AM
Jaime Fernández de Córdoba
Que el medio ambiente se está deteriorando es evidente. Que la raíz de esto es el pecado, también para cualquier católico. Que la encíclica es magisterial es una obviedad. Que el "texto" es "una maravilla" ya me parece más discutible.
19/06/15 10:54 AM
Martin Ellingham
Tengo dos interrogantes:

1ª. ¿Cómo puede entenderse que un Papa, vicario de Cristo en la tierra, redacte e incluya en un documento oficial, y magisterial, dos oraciones diversas para usar según conveniencia del orante, una de ellas apta para no cristianos? ¿Hay algún antecedente en la tradición de la Iglesia de que un Vicario de Cristo componga oraciones para quienes no creen en Cristo, e incluso lo rechazan abiertamente, como nuestros queridísimos “hermanos mayores”, excluyéndolo a Nuestro Señor de las fórmulas oracionales? Realmente desconozco la respuesta, pero resuena en mi pobre cabecita perpleja una frase del cardenal Pie: Jesucristo, no es facultativo...

2ª. Al incluir dos fórmulas oracionales alternativas, para cristianos y no cristianos, ¿se relativiza la enseñanza de la unicidad y universalidad salvífica de Jesucristo, y la mediación salvífica universal de la Iglesia católica (reafirmadas en la declaración Dominus Iesus; relativizada en su valor doctrinal por numerosos teólogos de la Compañía de Jesús, alguno docente y residente en la Argentina antes del pontificado de Francisco)?

Saludos.
19/06/15 11:01 AM
Antonio1
Vale, Jaime. Si no te parece una maravilla está muy bien.
A mí me parece un lujo para los cristianos contar con textos como estos: basta leer las oraciones finales.
Basta ver una denuncia contra el aborto con el lenguaje más eficaz e inteligente con el que se puede llegar a tantos alejados de la Iglesia.

Basta una denuncia flagrante de las injusticias y los satánicos poderes económicos y políticos que las causan, en la mejor tradicional del lenguaje profético del AT y NT.

Con razón ha saltado ya la liebre:
Jeb Bush : "No me dejaré dictar la política económica por mis obispos, mis cardenales o mi Papa"
Le ha faltado decir la segunda parte de la frase, la pensó pero no la dijo:
"Sólo me dejaré dictar la política económica por las empresas petroleras que financian mi campaña".

Pues eso, que no se puede servir a Dios y al dinero. Bush ha escogido el dinero. Se dejó tentar por Satán.
19/06/15 11:26 AM
Antonio1
Tu argumento de Al Gore no se sostiene, Luis Fernando.
Nunca he visto a Al Gore condenar el aborto o hablar del control de población en los términos en que lo hace Francisco.

La agenda de la Iglesia es la agenda de la Igesia, no la de la izquierda. Eso lo ha entendido muy bien Francisco. Algunos no parecen entender que la agenda de la Iglesia es la de la Iglesia, no la de la derecha y sus intereses y sus consignas.
Y les cuesta aceptar la agenda de la Iglesia cuando lo coincide con su mundana ideología.
19/06/15 12:02 PM
Luis Fernando
Antonio1, es evidente que hablo de las tesis de Al Gore sobre las razones del calentamiento global, no sobre el aborto.

No le busques tres pies al gato a lo que digo, que no las tiene.

Todo lo que dice la encíclica sobre el derecho a la vida y la natalidad está muy bien dicho.

En todo caso, cualquier teoría científica sobre la existencia o las razones del calentamiento global es... científica. Y por tanto, no forma parte del magisterio de la Iglesia. Por eso el Papa dice lo que dice en ese punto.
19/06/15 12:40 PM
ALFONSO GERONA LÉRIDA
GABRIELA DE ARGENTINA, le felicito por su intervención, me ha encantado, pero ¿qué es el NOM?
Un saludo.
19/06/15 12:41 PM
Horacio Castro
Son interesantes los interrogantes que plantea Martin Ellingham. Otros comentarios parecen referirse a la restauración del Paraíso.
19/06/15 12:48 PM
luis
La encíclica adolece de cierta indisciplina mental, que se evidencia en yuxtaposiciones, repeticiones, desenfoques, intención de abarcar demasiadas cosas, detalles, enumeraciones arbitrarias, etc. También de desorden: al lado del tráfico de órganos aparece el tráfico de especies exóticas y los simbolistas "diamantes ensangrentados" popularizados por algún film de Nicholas Cage. Hay una metodología apologética discutible, que es hablar de lo que le interesa a los mundanos, ateos y panteístas y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid incluir valiosos pasajes contra el aborto: no creo que caigan en la trampa. Y para hacer tragar esos sapos, se propone a los fieles sapos de otro color: la Carta de la Tierra, la inaceptable calificación en boca de un Pontífice de la Conferencia de Estocolmo como "profética", una muy poco matizada afirmación "antiantropocéntrica" al lado de una contradictoria afirmación del hombre como base y fin del orden social, etcetera. Y sobre todo, el parti pris sobre cuestiones científicas y contingentes que no son decididamente magisterio, como demuestra la apelación del Papa al diálogo y no a sus poderes docentes.
Desgraciadamente, es una obra colectiva, desordenada y fundamentalmente desenfocada. Cristo no mencionó una sóla vez al Imperio Romano, ni a sus acueductos, ni a sus sistemas políticos y de transporte, ni a su organización socioeconómica. Dijo que había que buscar el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se daría por añadidura.
19/06/15 1:50 PM
Jaime Fernández de Córdoba
La supuesta contundencia de la encíclica contra el aborto, yo no la he visto por ninguna parte. Ni siquiera aparece la palabra "aborto".
19/06/15 1:58 PM
luis
El punto valioso de la aparición de esta Encíclica es que pone en crisis una Doctrina Social de la Iglesia que ya lo estaba. El gran drama de la Doctrina Social es la desaparición del cristianismo y de la Iglesia del Orden Social, ya no digamos la eliminación fáctica de la idea de Soberanía Social de Cristo. Al producirse este fenómeno, la Doctrina Social termina siendo una especie de conjunto de consejos humanistas para ser buenas personas en la comunidad. La presentación de una oración para no cristianos compuesta por el Vicario de Cristo es inédita y simboliza muy bien algo que bien puede ser el epitafio de la Doctrina Social Católica.
19/06/15 2:01 PM
David
Jaime, lea usted bien:

120. Dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades: « Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social»
19/06/15 2:05 PM
Horacio Castro
Qué necesarios son católicos como "luis" con exposiciones fundamentadas, muy arriba de porque "te lo digo yo".
19/06/15 2:17 PM
Luis Fernando
Hombre, luis, el Papa habla de la soberanía de Dios frente a las leyes humanas que no le tienen en cuenta:

75. No podemos sostener una espiritualidad que olvide al Dios todopoderoso y creador. De ese modo, terminaríamos adorando otros poderes del mundo, o nos colocaríamos en el lugar del Señor, hasta pretender pisotear la realidad creada por él sin conocer límites. La mejor manera de poner en su lugar al ser humano, y de acabar con su pretensión de ser un dominador absoluto de la tierra, es volver a proponer la figura de un Padre creador y único dueño del mundo, porque de otro modo el ser humano tenderá siempre a querer imponer a la realidad sus propias leyes e intereses.
19/06/15 2:26 PM
luis
Sí, Luis Fernando, es innegable que hay cosas que están muy bien. También alguien incluyó la definición de naturaleza de Tomás de Aquino en el texto.
Pero no basta que las teselas sean buenas para que el mosaico final lo sea. Estamos ante un desenfoque básico: la pretensión de un clericalismo metido en cuestiones de atingencia mundana que se propone desde un liderazgo espiritual sin necesidad absoluta de Cristo. La oración acristiana que compone el Papa al final es la clave.
19/06/15 2:31 PM
SBV
Hay una cosa que me inquieta. ¿Por qué se insiste en la urgencia de una Autoridad mundial para solucionar los problemas económicos, los conflictos internacionales, el hambre y el medio ambiente? (Cf. Francisco, Laudato Si, 175; Benedicto XVI, Caritas in Veritate, 67; Juan XXIII, Pacem in Terris, 137) ¿No es unimundismo o mundialismo o Nuevo Orden Mundial lo que se está promoviendo? ¿Cómo se condice tal mundialismo cristianamente indiferente con lo clarísimamente expuesto, por ejemplo, en Quas Primas de Pío XI?

“No se nieguen, pues, los gobernantes de las naciones a dar por sí mismos y por el pueblo públicas muestras de veneración y de obediencia al imperio de Cristo si quieren conservar incólume su autoridad y hacer la felicidad y la fortuna de su patria. […] Si los hombres, pública y privadamente, reconocen la regia potestad de Cristo, necesariamente vendrán a toda la sociedad civil increíbles beneficios, como justa libertad, tranquilidad y disciplina, paz y concordia” (Quas Primas, 16, 17)

¿O es que las naciones pueden lograr la paz y el bienestar sin públicas muestras de veneración y de obediencia al imperio de Cristo (p.e. diciendo una oración que voluntariamente omite a Cristo)? El que pueda, que lo explique.
19/06/15 2:49 PM
Francisco Javier
Mi humilde opinión: el Papa debería haber retrasado la publicación de esta Encíclica unos meses (que es importante pero no urgente) y haber aprovechado el aniversario de la Proclamación del Califato para condenar el ISIS, el terrorismo y la persecución de los cristianos (que es importante y urgente).

No sé que pensarán los demás.
19/06/15 2:52 PM
Gabriela de Argentina
Alfonso Gerona: le agradezco, pero ojalá las cosas fueran distintas. El NOM es la sigla de Nuevo Orden Mundial. Es decir, el intento de la ONU y sus gobiernos e instituciones masónicas satélites, de imponer un gobierno global y una unica religión global panteista y atea (adivine quien podria ser el jefe de tal religion?), donde el centro es el HOMBRE y no DIOS. Hacia alli vamos al galope, y esta enciclica le dará buena letra a estos señores. Esperar y ver.
19/06/15 2:56 PM
Gabriela de Argentina
Grace del Tabor: quienes somos nosotros para criticar una enciclica? Pues católicos pensantes, nada menos. Hechos a imagen y semejanza de Dios (lo dice el Genesis), y por ende participes, aunque en infinitamente pequeño grado, de su inteligencia. Segun Ud. Santa Catalina de Siena y tantos otros santos serian herejes sediciosos, por haber osado criticado al papa de su tiempo cuando creyeron conveniente hacerlo. Bajar la cabeza sin pensar? Pero de que esta hablando Ud.? Como dijo alguien mas arriba, la papolatría (como la suya) es una forma de idolatría. Y la idolatria, es un pecado. Es verdaderamente lamentable que haya católicos acriticos que creen cumplidos su deberes para con Dios por decir sí con la cabeza a todo lo que le dicen. Pecado es no denuciar el error, señora.
19/06/15 3:03 PM
Luis Fernando
luis, no voy a andar comentando contigo todos los párrafos que pongas de la encíclica que no te han gustado. Cuando haya algún post sobre el tema con los comentarios abiertos, lo sueltas.

No es una noticia el lugar para un debate profundo.
19/06/15 3:04 PM
Gabriela de Argentina
Y efectivamente Grace del Tabor, los enemigos de la iglesia están adentro. Qus suerte que Ud. nos lo dice! Pero no somos precisamente los que criticamos una enciclica, sino los que le dan aire a los mas peligrosos herejes. En lugar de pedir que Infocatólica censure comentarios críticos, pidale a las mas altas esferas vaticanas que ponga en su lugar a los herejes, cismáticos y sediciosos que hoy dia hablan a su antojo sin sanción alguna. A ver si empezamos a discernir donde está el verdadero peligro.
19/06/15 3:07 PM
S. Fran
"Apocalipsis 11:18: Las naciones se habían enfurecido, pero tu enojo las sorprendió; ha llegado el momento de juzgar a los muertos, de premiar a tus siervos los profetas, a tus santos y a cuantos honran tu Nombre, ya sean grandes o pequeños, Y DE DESTRUIR A LOS QUE DESTRUYEN LA TIERRA"

¿Debemos poner la esperanza en que la salvacion de la Tierra vendra del hombre y su conocimiento (ciencia) o de Dios?
19/06/15 3:07 PM
Gabriela de Argentina
SBV: pues muy sencillo, casi no hay citas de documentos pre-conciliares en la "enciclica" ecológica. Se ve cuan importante resulta el Magisterio preconciliar...
19/06/15 3:09 PM
Antonio1
Luis, la encíclica es muy clarita y muy bien estructurada.
No es un tratado de teología. La entienden los sencillos.
No responde a sus esquemas ideológicos y se siente interpelada por ella. Y eso es molesto.

Pero ojalá este estilo claro, sencillo y abierto de las encíclica sea a partir de ahora la norma.
19/06/15 3:09 PM
Luis Fernando
Infocatólica ya censura multitud de comentarios en esta y otras noticias. Pero si censuráramos todos los que son críticos o plantean interrogantes, pues esto sería el portal de Alicia en el País de las Maravillas. Y no lo es.

Les aseguro que no es nada fácil discenir qué se da paso y qué no. Y sin duda a veces nos pasamos de largo o de corto. Pero la infalibilidad en la moderación no forma parte de nuestro carisma, :D
19/06/15 3:12 PM
Luis Fernando
Gabriela, ¿cómo va a haber citas de documentos preconciliares en una encíclica sobre la ecología siendo este un tema que apenas fue tratado por el magisterio antes del CVII?

¿O acaso es que en el siglo IV y el siglo XVI el medio ambiente era un problema?

Es que, en serio... algunos le ponéis pegas a todos.
19/06/15 3:14 PM
Luis Fernando
Antonio1, sin duda esta encíclica, como todas, ha pasado por el taller de Doctrina de la Fe, cuyo Prefecto dijo que una de sus funciones era dotar de una estructura teológica a este papado.

Y eso se nota MUUUUCHO en la parte más teológica de la encíclica. Se nota menos en la parte "opinativa".
19/06/15 3:17 PM
Luis Fernando
S. Fran, precisamente esta encíclica va contra los que buscan destruir la tierra. Ya sabemos que finalmente Dios se encargará de ellos. Pero no tiene nada de particular que un Papa les diga cuatro cosas. Incluso cinco o seis.
19/06/15 3:20 PM
Gabriela de Argentina
Luis Fernando: tú que seguramente ya le leiste completa sabrás que si bien trata de ecología, habla de la creación en general como punto de partida (no podria ser de otro modo), y de las acciones del hombre sobre ella y los conflictos que acarrearían tales acciones. Te remito al comentario de SBV donde se plantea varias preguntas pertinentes, y que pareceria ameritarian alguna revisión (alguna) del magisterio preconciliar. Y es cierto, hace siglos la ecología no era un problema, no porque no lo fuera, sino porque quizas la humanidad o al menos la iglesia, se preocupaba mas por la salvación de la almas que por la salvación de los bosques.
19/06/15 3:32 PM
Luis Fernando
Insisto, hace siglos el hombre no era capaz de cargarse el planeta. Hoy sí.

Y el Papa sí habla del pecado. Claramente:

66. Los relatos de la creación en el libro del Génesis contienen, en su lenguaje simbólico y narrativo, profundas enseñanzas sobre la existencia humana y su realidad histórica. Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas.
19/06/15 4:05 PM
Luis Fernando
Vamos acabando. Esta noche, cuando la noticia salga de portada, cierro comentarios.
19/06/15 4:07 PM
BERTHA ALVARADO
Muy buena la explicación de la Enciclica, felicitaciones,

Bendiciones a todo vuestro Equipo,
19/06/15 4:21 PM
Alejandro Holzmann
Instrucción Donum veritatis. Consideraciones acerca de las intervenciones de orden prudencial, sobre asuntos discutibles en los que se encuentran implicados, junto con principios seguros, elementos conjeturales y contingentes.

27. Aunque la doctrina de la fe no esté en tela de juicio, el teólogo no debe presentar sus opiniones o sus hipótesis divergentes como si se tratara de conclusiones indiscutibles. Esta discreción está exigida por el respeto a la verdad, como también por el respeto al pueblo de Dios (cf. Rm 14, 1-15; 1 Co 8, 10. 23-33). Por esos mismos motivos ha de renunciar a una intempestiva expresión pública de ellas.

28. Lo anterior tiene una aplicación particular en el caso del teólogo que encontrara serias dificultades, por razones que le parecen fundadas, a acoger una enseñanza magisterial no irreformable.

Un desacuerdo de este género no podría ser justificado si se fundara exclusivamente sobre el hecho de que no es evidente la validez de la enseñanza que se ha dado, o sobre la opinión de que la posición contraria es más probable. De igual manera no sería suficiente el juicio de la conciencia subjetiva del teólogo, porque ésta no constituye una instancia autónoma y exclusiva para juzgar la verdad de una doctrina.

29. En todo caso no podrá faltar una actitud fundamental de disponibilidad a acoger lealmente la enseñanza del Magisterio, que se impone a todo creyente en nombre de la obediencia de fe. El teólogo deberá esforzarse por consiguiente a compren
19/06/15 5:16 PM
¡Bah...!
Si me lo permiten, ¡¡¡Laudato Si!!!


www.youtube.com/watch?v=ZNQkzQ2phY8

Hacía mucha falta una Encíclica sobre la Creación.

Saludos
19/06/15 5:28 PM
Alvaro
No me ha dado tiempo de leer el texto completo de la Encíclica, sí del resumen.

Salvo que el resumen no refleje fielmente lo que dice la Encíclica, me da la impresión de que la Encíclica mezcla:

- cuestiones doctrinales/magisteriales (absolutamente válidas y que debemos aceptar y obedecer)

- cuestiones consuetudinarias, sobre las costumbres (que vienen a reafirmar el cuidado que las personas mínimamente civilizadas siempre hemos mantenido respecto al mundo que nos rodea)

- cuestiones científicas (más que discutibles y discutidas en esta materia, entre otras cosas por el embrionario estado de las investigaciones, cuya penetración es infinitésima respecto a la extensión del problema que abordan)

- cuestiones políticas/ideológicas (que hacen más discutible aún la parte científica, toda vez que la voz cantante "científica" la lleva una organización política como el IPCC y lobbies ecologistas partidarios del vandalismo -por usar un eufemismo- como forma de activismo; de ahí que la información sobre cuestiones ecológicas suela estar menipulada salvajemente hasta quedar irreconocible, y que las políticas que se recomiendan y aplican tengan poco o nada que ver con la realidad científica)

- finalmente, un par de tortas que no vienen a cuento contra el mercado (cuando precisamente es el buen funcionamiento del mercado lo que ha venido constituyendo la mejor defensa del medio ambiente y del desarrollo digno de las personas)

Un saludo.
19/06/15 6:20 PM
Enrique G. B. A.
He apenas realizado una ojeada a la Encíclica, esperaré una versión impresa para leerla con detenimiento, soy de los viejos tiempos.
Sospecho, que varios comentaristas no han leído ninguna de las encíclicas de doctrina social que se han sucedido desde la Rerum Novarum del papa León XIII, a tenor de sus críticas, pues lo que les disgusta de esta, atención a temas temporales, se presenta en todas ellas.
Pertenece a lo contingente, que entre las explicaciones a la degradación de las condiciones de nuestro planeta, se prefiera por este papa, la que prefiere resaltar la propia acción del hombre, y no en la sucesión natural de ciclos o eras del planeta.
Pero es comprensible esta opción, si leyendo la encíclica se constata, que se pone el acento en el pecado del hombre, respecto la hermana tierra, en espíritu franciscano.
Por otra parte, enfrenta las diversas propuestas que desde esa misma opción, tienen una marcada ideología enemiga del cristianismo, dando las propias propuestas cristianas, de modo que al pecado contra nuestro planeta, no se añadan más pecados, supuestamente justificados por una visión científica.
Y aunque algunos no lo crean, enfrentar todas las situaciones de pecado, ayuda a salvar almas.
No es lo mismo una encíclica que la Escritura, pero así como se mantiene la enseñanza teológica de San Pablo, sobre que todos los hombres son unos en Cristo, aunque la institución de la esclavitud resultara con el tiempo inaceptable, de similar forma, también aunque lo que
19/06/15 6:22 PM
Alvaro
Sea como sea, subrayo un par de cosas del resumen:

- Que utiliza repetidas veces la palabra "detentar" en lugar de "ostentar". Sabido es que los obispos no son tontos, y que cuando usan una palabra saben qué significa, con todos sus matices. Por eso, si señalan que el poder se ocupa ilegítimamente, por algo será. Queda por ver si el poder ilegítimo puede considerarse interlocutor legítimo.

- Que en todo momento supedita la toma de decisiones al reconocimiento de Dios como Creador, del Hombre como criatura privilegiada dentro de la Creación y de el Plan de Dios como guía infalible, descartando tecnocracias cientifistas, animismos tipo Gaia o Pachamama, o planteamientos como el Malthusianismo, que supeditan al ser humano a su entorno.

Así pues, el "diálogo" tiene que empezar por el respeto de ambas partes a estas "líneas rojas".

Porque si me viene un ecologista a contar lo mucho que le preocupa el planeta, y sobre esa base me intenta encasquetar cosas como el aborto, la eutanasia, las subidas abusivas de impuestos, el intervencionismo estatal desmesurado, la impunidad de los "lobbistas" cada vez que delinquen, y en definitiva el pisoteo de todo lo que es justo, decente y civilizado, pues apaga y vámonos.

¿Que me vienen a clamar por el CO2? Pues que empiecen por firmar a favor de la repenalización del aborto, y entonces empezamos a hablar.

Pero leyes del embudo no, gracias.

Un saludo.
19/06/15 6:30 PM
Oscar Pacheco
La enciclica es hermosísima. Leyendo algunos de los comentarios solo puedo pedir a quienes comentan que la lean. Es corta, más claro no canta un gallo y abarca desde sus raices los problemas actuales de la humanidad y el planeta. Debe ser leida por católicos, cristianos no católicos, personas no cristiana de otras creencias, creyentes y ateos. Es lectura obligatoria para quienes sepan leer y respiren.

Solamente quién la lea toda (no resúmenes) comprenderá que abarca verdaderamente el contenido
19/06/15 6:49 PM
¡Bah...!
Yo lo que creo es que el próximo Papa deberían escogerlo entre algunos de los comentaristas, pues ellos mejor que nadie saben de qué se tiene que hablar y la manera de tratarlo. Es una cosa que no salgo de mi asombro ante tanto Papa oficioso.

(¿Ven -moderación- como es mejor ponerles una canción-oración?. Mejor que canten, ¿no?)
19/06/15 6:54 PM
Luis Fernando
Óscar, corta, lo que se dice corta, no es.
19/06/15 7:06 PM
Vivi
Con todo respeto: al leer algunos comentarios, me resuenan las críticas permanentes de los fariseos del tiempo de Jesús... que Jesús se sienta con éste y aquel que es pecador... qué de malo tiene el diálogo con personas o instituciones de nuestro tiempo, aunque no nos gustaran... Ese diálogo es evangélico. Lo que no es evangélico es estar usando las palabras para quejarse de todo o no aceptar, con confianza y actitud de aprendizaje, lo que nos viene del Papa.

Acerca de todos los problemas graves que se mencionan, por lo cual no tendría justificativo tocar este tema en la encíclica: no sólo el Papa va una y otra vez al fondo de la problemática (y no se queda para nada a un nivel de agradar a la ONU o a Greenpace, por ejemplo), sino que está clarísimo que todo eso que se menciona ocupa al Papa. Clarísimo por sus gestos. Las palabras estarían de más o no tendrían la eficacia de los gestos. Hay que leer esos gestos, más que reclamar "temas" para Encíclicas.

Si las dudas se mantienen, puede verse 156, 158, 162
19/06/15 7:21 PM
Enrique G. B. A.
No es lo mismo una encíclica que la Escritura, pero así como se mantiene la enseñanza teológica de San Pablo, sobre que todos los hombres son unos en Cristo, aunque la institución de la esclavitud resultara con el tiempo inaceptable, de similar forma, también aunque lo que tiene de opinable –este texto pontificio- en el terreno de causas o acciones en el terreno de la ecología, resulte superado o controvertido en los años venideros, la doctrina teológica de esta encíclica la veo tan firme como provechosa tanto a creyentes como a no creyentes que reciben una segura catequesis, que solo Dios, sabrá si para algunos será camino de conversión. Así también se salvan almas.
19/06/15 8:30 PM
S. Fran
Vivi: nos comparas con fariseos? acaso tu eres Jesucristo?
19/06/15 9:14 PM
Néstor
Para ir viendo cómo está el patio:

Funcionaria de la ONU: debemos hacer todo lo posible para despoblar el planeta.

Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

"También ha dicho en repetidas ocasiones que una dictadura comunista al estilo chino es más adecuada que el sistema constitucional de Estados Unidos para combatir el “calentamiento global”

Buscarlo en www.accionfamilia.org

Saludos cordiales.
19/06/15 9:30 PM
Néstor
Según Figueres, la finalidad de toda la "movida" del "calentamiento global" es terminar con el capitalismo.

Eso, teniendo en cuenta que además dice que hay que bajar la población del planeta como sea, suena coherente con su apoyo al modelo comunista de dictadura abortista.

Uno se podría pregunta cómo los Rockefeller and co. podrían querer "terminar con el capitalismo". Y cuánto de "comunista" tiene China.

Pero no hay que olvidar que las cosas son más importantes que las palabras. Si ellos están al mando, que se llame "capitalismo" u otra cosa, es lo de menos.

Precisamente, el modelo chino.

Recordar la frase célebre del gran monopolista del petróleo yanqui, J.D. Rockefeller I: "La competencia es pecado."

Saludos cordiales.
19/06/15 9:58 PM
María de los Ángeles
Al ver tantos comentarios pues también me he puesto a leer la encíclica, ya voy por la página 22, me faltan menos de cuando empecé.

Lo que voy leyendo me parece genial de parte de nuestro Santo Padre, ya había leído por otro lado que el destruir la creación es pecado, y el Papa lo dice también. Así que si primero Dios llega a muchas conciencias de buena voluntad, también por ese lado se salvarán almitas, que es al fin y al cabo, lo que interesa.

Saludos y bendiciones.
19/06/15 10:08 PM
Mariana
Por favor, lean el punto 233 de la Encíclica y la cita no. 159.
19/06/15 10:51 PM
Nubia Zapata
No cabe duda que El papa está abierto a la acción del Espíritu Santo. Muy oportuna la encíclica sobre el cuidado de la casa común . La tierra es nuestra hermana que debemos cuidar para salvar la vida misma.
Gracias papa Francisco por su convicción de vida
19/06/15 11:48 PM
Guillermo
Serloc: A pesar de la polvareda con la que ha venido la encíclica, precisamente eso hay que concedérselo al Santo Padre (entre tanta crítica que veo por aquí): el fin ÚLTIMO de las demás criaturas no somos nosotros. Dios puso al hombre como sometedor de la tierra, pero en última instancia, el mundo está creado para gloria de Dios, como dice el Concilio Vaticano I. El hombre debe sojuzgar la tierra... pero, sin embargo, el cántico de los Tres Niños invita a toda la creación a alabar a Dios. El mismo Catecismo dice: "Dios creó todo para el hombre... pero el hombre fue creado PARA AMAR Y SERVIR A DIOS Y OFRECERLE TODA LA CREACIÓN". Esa frase viene dada porque en ese punto el papa habla del despotismo humano sobre la naturaleza. Simplemente, es cierto que el universo se ordena en función del hombre, pero estos se ordenan en función de Dios. Sigue una estructura jerárquica.
20/06/15 12:01 AM

Esta noticia no admite comentarios.