(Javier Gutiérrez/InfoCatólica) Si bien el líder de la marcha, Andrés Delgado, en entrevista exclusiva con colaboradores de InfoCatólica aseveró que carecen de «afiliación política, social, económica, religiosa ni de ningún tipo», la iniciativa ha surgido la noche posterior a la Consagración a la Virgen convocada por el arzobispado en la catedral de Arequipa, a la que asistieron más de 1000 fieles, colmando las tres naves, y en la que el prelado, Mons. Javier del Río Alba, aseguró que las confrontaciones se están dando entre hermanos, «no deben suceder». El arzobispo invitó a buscar la paz y a pedir «la intercesión de la Madre de Dios para que cese la violencia y se retome el diálogo».
Situación casi insostenible
Verdaderamente la situación en Arequipa es hoy casi insostenible. La policía se ve superada ampliamente por número y los manifestantes han provocado grandes daños, incluyendo explosiones en la Plaza de Armas de la ciudad, presuntamente con dinamita, el ataque a numerosos establecimientos, provocando que los pocos que se atreven a abrir lo hagan con temor, y afectando incluso la turística y céntrica calle peatonal de Mercaderes, que se ha visto dañada por el levantamiento de los distintivos adoquines que la caracterizan.
Por eso, frente al caos registrado, fuentes eclesiásticas creen digno de mención y alabanza el que los jóvenes adoctrinen a los mayores con su ejemplo de esperanza y confianza en el diálogo y la paz. Citando palabras de Andrés Delgado, con un innegable matiz evangélico, donde se busca la solución a un conflicto «la paz es el camino».