(Ecclesia) El arzobispo Joseph E. Kurtz de Louisville, Kentucky, presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB), firmó la carta abierta y estuvo acompañado por el arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco, presidente del Subcomité de la USCCB para la Promoción y Defensa del Matrimonio; el arzobispo William E. Lori de Baltimore, presidente del Comité Especial Ad USCCB sobre la libertad religiosa; y el Obispo Richard J. Malone de Buffalo, Nueva York, presidente de la Comisión de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud. La carta está firmada por dirigentes católicos, protestantes, islámicos...
«Esperamos que esta carta nos anime a todos, especialmente a quienes se dedican al servicio público, a continuar promoviendo tanto el matrimonio como la libertad religiosa como fundamental en una sociedad saludable y libre», dijo el arzobispo Kurtz. «El matrimonio como la unión de un hombre y una mujer provee el mejor contexto para el nacimiento y crianza de los niños y debería de ser especialmente protegido por la ley. La ley, cuando confirma el significado único del matrimonio, esta simplemente reconociendo una realidad objetiva y no construyendo una: los niños siempre tienen una madre y un padre y merecen ser amados y educados por ambos. La sociedad debería trabajar para fortalecer el lazo único entre el esposo y la esposa, sabiendo que los matrimonios fuertes construyen comunidades más fuertes».
En la carta se hace hincapié en la necesidad del civismo y el respeto mutuo. «El gobierno debe proteger los derechos de las personas con diferentes puntos de vista del matrimonio para expresar sus creencias y convicciones, sin miedo a la intimidación, la marginación o acusaciones injustificadas que sus valores implican hostilidad, animadversión, o el odio de los demás», señalan en la carta.
Concluyen esta carta manifestando que sus acciones son motivadas por su obligación de amar a Dios y al prójimo. «Este amor se extiende a todos aquellos que no están de acuerdo con nosotros en este tema».