(EP/InfoCatólica) En el mensaje distribuido a las diócesis se informa de que el palio, la franja de lana blanca decorada con cruces negras, que simboliza la oveja sobre los hombros del Buen Pastor y que usan el Papa y los arzobispos metropolitanos como signo de la comunión con Roma, ya no será impuesto por el Papa, el obispo de Roma, sino que lo hará el nuncio apostólico del respectivo país.
En esta nueva fórmula, los arzobispos metropolitanos recibirán el palio en privado y después será el nuncio del país quien lo imponga en la diócesis de origen, para resaltar la sinodalidad: en la ceremonia, efectivamente, deben participar todos los obispos de las diócesis llamadas 'sufragáneas', es decir, que dependen de alguna manera de la sede metropolitana del titular del palio.
Hasta ahora, el palio era impuesto a los nuevos arzobispos metropolitanos nombrados durante el año anterior en la misa celebrada por el Pontífice en San Pedro, el día de la fiesta de los santos Pedro y Pablo, el 29 de julio. Esta es la segunda decisión de Francisco relacionada con el palio. La primera fue la de volver a usar, en el segundo año del Pontificado, el palio que tradicionalmente usaban los Pontífices en los últimos siglos, idéntico al que se impone a los arzobispos.