(Aica/InfoCatólica) El sacerdote prosigue: «Acabamos de empezar el año escolar. Por las noches se escuchan todavía algunos tiros y por las calles patrullan los militares para intentar proteger a la población. Ayer mataron delante de casa a un joven para robarle una vieja moto. Hay muchas armas incontroladas en la ciudad pero nosotros nos quedamos por los jóvenes».
El P. Adjeckam explica que «poco a poco la paz se va abriendo camino y nosotros queremos continuar normalizando esta situación abriendo el Centro de Educación Secundaria 'Don Bosco' en la ciudad».
En sentido diverso a muchos establecimientos estatales, que han suspendido sus labores por la inseguridad o por no pago de salario a los profesores,«en el colegio de los padres salesianos hay profesores, clases y un espacio de seguridad. Los profesores son la garantía de relaciones humanas y protección», aseveró el padre Adjeckam y subrayó: «No se puede dejar desperdiciar a la juventud en la calle a riesgo de sufrir violencia y perder el ritmo de formación académica».
«Nuestro trabajo es que la juventud tenga esperanza, creer que en la República Centroafricana tenemos futuro y que hay que prepararse ya hoy para un mañana en paz y prosperidad», puntualizó.