(Fides) «La libertad de llevar a cabo sus propias actividades y de responder honestamente a sus necesidades es una ilusión para muchos de nuestros compatriotas. De hecho la inseguridad sigue obligando a muchas personas a huir de sus hogares y aldeas para refugiarse en campamentos improvisados, como en Bangui, en Bambari, en Batangafo», continúa el mensaje, que recuerda como los obispos han denunciado «repetidamente las condiciones de precariedad a las que están sometidos injustamente los centro-africanos desde el comienzo de la crisis política y militar (finales de 2012 principios de 2013). Se parece a un descenso a los infiernos».
De grupos organizados a bandas de bandidos
Entre los actos cometidos por las bandas surgidas tras la guerra civil, están los secuestros, que no han escatimado incluso a misioneros, como el P. Mateusz Dziedzic, Fidei Donum polaco, recientemente liberado. «Parece que algunos se divierten distribuyendo armas entre la población. Es un juego muy peligroso, que no favorece la cohesión social», afirma el mensaje.
Después de instar a las fuerzas de seguridad nacionales e internacionales a reforzar las medidas de seguridad a favor de la población civil, los obispos concluyen recordando que la paz duradera es un don de Cristo, pero que depende de cada uno, y que la herramienta ideal para obtenerla es el diálogo y la confrontación constructiva.