Entrevista concedida al National Catholic Register

Card. Müller: «en los ataques contra el matrimonio estamos asistiendo a un suicidio de la humanidad»

El cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha concedido una entrevista al National Catholic Register tras la celebración del Coloquio Internacional Interreligioso sobre la Complementariedad entre el Hombre y la Mujer, organizado por su dicasterio. El purpurado asegura que «en los ataques contra el matrimonio como unión complementaria de un hombre y una mujer, estamos asistiendo a una especie de suicidio de la humanidad» y advierte que los estados no pueden «privar a los niños de su derecho a crecer con un padre y una madre».

(NCR/Bruno Moreno/InfoCatólica) Edward Pentin entrevista al cardenal Müller

¿Cómo ha transcurrido el colloquium? ¿Ha estado a la altura de sus expectativas?

Todo ha ido muy bien hasta ahora. ¡Ha estado a la altura de nuestras expectativas e incluso las ha superado! Es algo extraordinario que tantas comunidades cristianas y catorce religiones hayan podido reunirse para proclamar convicciones básicas sobre el matrimonio. A pesar de que esas convicciones provenían de tradiciones, comprensiones, categorías y conceptos diferentes, ha habido una unidad notable sobre la naturaleza del matrimonio.

Ciertamente, muchas de las tradiciones cristianas están aquí, todas con la Biblia como punto de referencia básico, una gran parte de la cual se tiene en común con los representantes judíos. Lo que todos tenemos en común es un punto de referencia en la naturaleza humana, las líneas esenciales de la existencia humana y la relación entre el hombre y la mujer como célula y origen del bien de la pareja y de los hijos.

La familia no es algo aislado. Pertenece a la familia más amplia, a su propio pueblo, su historia, su región y su cultura. Esto resalta que no somos individuos aislados, sino que hemos sido creados por Dios como seres que viven juntos y somos responsables unos de otros y de las futuras generaciones. No podemos afirmar que tengamos una personalidad autónoma, sino que debemos dar gracias por tantas personas que se han entregado por nosotros: nuestros padres, hermanos, familiares, maestros y pastores. Un tema que fue muy mencionado en el colloquium fue un claro énfasis en que hemos recibido mucho y, por lo tanto, debemos dar también a los demás y a las otras generaciones.

Es curioso que esta conferencia no se haya celebrado antes, que no haya habido antes este énfasis en el matrimonio, teniendo en cuenta que el mismo ha estado sometido a ataques desde hace cincuenta años. ¿Le habría gustado que un acontecimiento como éste se hubiera producido antes?

¡Sin duda! Llevamos preparando el colloquium más de un año y, durante ese tiempo en la CDF, hemos oído muchas veces decir «esto es nuevo» o «¡nunca habíamos hecho algo así!» Quizás deberíamos haberlo hecho antes, pero ahora la crisis a la que se enfrenta la familia ha agudizado nuestra conciencia de lo necesario que resulta este tipo de testimonio internacional e interreligioso.

La forma en que la familia se infravalora o ve amenazada en muchos lugares se parece a estar junto a un precipicio: debemos detenernos y no dar ese último paso sin retorno. En los ataques contra el matrimonio como unión complementaria de un hombre y una mujer, estamos asistiendo a una especie de suicidio de la humanidad, en particular en el Occidente secularizado, en Europa y Norteamérica. La diferencia entre el hombre y la mujer es una realidad positiva, porque refleja la voluntad de Dios en la creación y la voluntad de Dios es buena y hace que el ser humano viva en plenitud.

Aparte de una conferencia como ésta, ¿qué puede hacerse para conseguir que la mayoría silenciosa sea escuchada? ¿Qué se puede hacer para contrarrestar a la ruidosa minoría que intenta redefinir el matrimonio?

Esto es clave. Hay mucha gente que se centra en las luchas para redefinir el matrimonio o en los problemas de la familia. Muchos piensan que la relación entre el hombre y la mujer siempre está discutiéndose, pero no es así. La discusión es sobre la sexualidad o las relaciones fracasadas, pero no sobre por qué el hombre y la mujer se ven atraídos el uno por el otro y cómo se complementan y completan el uno al otro. Esto es lo que le interesa a la inmensa mayoría de la gente: cómo hacer que el matrimonio sea mejor, más fuerte, más enriquecedor y vivificante.

Hasta ahora, la mayoría silenciosa no entendía lo que estaba sucediendo en la sociedad o era silenciada por el uso de la palabra «discriminación» aplicada a los que quieren defender la familia tradicional. Sin embargo, no se puede decir que la relación básica entre un hombre y una mujer sólo sea un producto cultural o social, una «concesión» del gobierno o una construcción del hombre, sino que es, más bien, un fundamento. De forma similar, la dignidad personal y la libertad no son productos culturales y sociales, sino que están inscritas en nuestra propia naturaleza como seres humanos creados a imagen de Dios, como se manifiesta en el matrimonio.

Los hijos tampoco son un producto de la sociedad o un mero objeto de la acción del Estado o del gobierno. Los gobiernos no pueden suplantar la responsabilidad primordial de los padres con respecto a sus hijos, ni privar a los niños de su derecho a crecer con un padre y una madre.

En su discurso, habló sobre el hecho de que el hombre y la mujer manifiestan un itinerario hacia lo divino con el matrimonio. ¿Puede hablarnos más de eso?

En la tradición católica, el matrimonio está basado en la creación y esa creación expresa la voluntad de Dios. En la historia de la salvación, Dios envió a su Hijo Jesucristo, que es la voluntad de Dios encarnada para nuestra salvación. En Cristo, el estado natural del matrimonio, el vínculo matrimonial natural entre el hombre y la mujer, quedó elevado a sacramento, a un signo e instrumento de su gracia y de su relación con la Iglesia.

El vínculo de unidad de un hombre y una mujer en el amor, en el matrimonio, se entiende por el amor de Jesucristo a su Iglesia. Se trata de un amor que se dona, un amor crucificado. En el sacramento del matrimonio, los esposos pueden darse cuenta de que están disfrutando de un medio, un instrumento, que no existe sólo para su propia santificación, sino para la divinización de todas las personas que entran en contacto con el amor divino de la Trinidad a través de su vida esponsal.

Los representantes de otras religiones se han mostrado muy contentos de reunirse para este colloquium. ¿Qué opinión tiene sobre esto?

Si el matrimonio es un bien común de la humanidad (nosotros tenemos nuestra teoría de la ley natural, que es obra de Dios), resulta útil entrar en contacto con otras confesiones cristianas, otras denominaciones y otras religiones. Juntos, podemos demostrar que el matrimonio no es únicamente una preocupación de la Iglesia Católica, sino un proyecto profundamente humano, un gran don para toda la humanidad.

El amor nupcial también es un signo de esperanza para la humanidad, en un mundo muy necesitado de esos signos. Al dar testimonio juntos de esto, podemos mostrar que somos hermanos y hermanas y no enemigos.

¿Cómo puede este colloquium complementar el sínodo? ¿Tendrá alguna influencia en él?

Llevamos más de un año trabajando en el colloquium, así que, formalmente, es independiente del sínodo. Sin embargo, el nivel del diálogo en el colloquium ha sido muy alto y hemos visto a personas de tradiciones diferentes que han participado con un gran compromiso personal.

En ese sentido, será necesariamente una contribución a las conversaciones que se están produciendo en la Iglesia Católica y en otros ámbitos, como testimonio de la sublime belleza del matrimonio como una unión complementaria, que debe ser nutrida y protegida, de manera que pueda prosperar.

 

20 comentarios

Miguel Antonio Barriola
Quiera Dios que testimonios tan alentadores como éste, se vayan haciendo cada vez más frecuentes, indicando el verdadero "sensus Ecclesiae",en lugar de tanta confusión,que viene también de parte de otros "mitrados".
El que estas luces dimanen de un órgano tan impotante de la Santa Sede, que no sólo une a católicos, sino que en el"Colloquium" ha recogido el setido común de tantas otras religiones, no deja de ser un "alivio", ante el "aluvión" de condescendencias, que parecen agradables para el
"Zeitsgeist", pero traicionan al Evangelio.
21/11/14 10:29 AM
Maga
Gracias, Eminencia.
21/11/14 10:45 AM
rastri
Toda incógnita, todo problema en esta vida tiene la razón o el motivo de su ser y actuar en su principio causa desconocido.
Principio causa éste que mientras es desconocido, la incógnita y el problema se mantiene activo de ser y actuar.

El problema del judeocristianismo como hijos de la luz, y aquí los de la Iglesia Católica, universal. -otras me importan menos- radica en no querer entender aquello que Jesús e dijo a Pedro:

"Jesús se volvió y dijo a Pedro: -¡Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios! (Mt.16,23)

El día que la Iglesia diga y obre más acorde a cómo Dios piensa; Y menos, en el querer en este mundo eternizarse, como los hombres piensan y obran.

Entonces la Iglesia Católica, como hijos de la luz, será sabia en los asuntos del Dios de luz y de vida; Y por necesidad conocida será necia en asuntos de este mundo de oscuridad y de muerte.

Entonces la Iglesia dirá a los hijos de la luz: -Venid a mi bienaventurados vosotros los que pensáis como Dios piensa.

Y a los hijos de este mundo les dirá: -Idos vosotros, malditos, que ni a vosotros ni a vuestras sobras conozco.
21/11/14 11:17 AM
Tomás Bertrán
Si el matrimonio es un bien común de la humanidad (nosotros tenemos nuestra teoría de la ley natural, que es obra de Dios), resulta útil entrar en contacto con otras confesiones cristianas, otras denominaciones y otras religiones. Juntos, podemos demostrar que el matrimonio no es únicamente una preocupación de la Iglesia Católica, sino un proyecto profundamente humano, un gran don para toda la humanidad.
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Este párrafo lo encuentro muy interesante e importante.
Dice que la ley natural es obra de Dios. Aquí está lo más elemental de nuestro ser. Aunque se sea de otras religiones e ideas distintas a la católica, la ley natural es innata a todo ser humano. Y LOS DIEZ MANDAMIENTOS SON DE LEY NATURAL. Sólo hace falta un poco de sentido común y reflexionar con seriedad sobre los Mandamientos de Dios para darse cuenta de que son del todo compatibles con nuestra razón y conciencia, si éstas no están adulteradas por el pecado-
PD: Perdón por las mayúsculas. No es que grite, pera para remarcarlas, como no puedo ponerlas en negrita ni subrayarlas, las ongo en mayúsculas.
21/11/14 11:21 AM
Raffael Vegga
Este operativo en el que han participado los representantes de varias creencias nos debe servir a los católicos para reafirmarnos humildemente y llenos de gratitud hacia Jesucristo, en nuestra doctrina sobre el amor, el matrimonio y la familia y toda nuestra visión antropológica cristiana y, concretamente, católica; porque es la correcta, la verdadera, la sensata, y abandonar cualquier complejo de dogmáticos o cerrados. Lo que de bueno y acertado poseen las demás religiones, lo teníamos ya claro nosotros, antes de reunirnos con ellos. Mas claro: esta bien esta reunión, pero para nosotros no era necesaria, desde el momento en que, por la gracia divina, las enseñanzas de nuestro Magisterio siemore fue correcta y acertada.
21/11/14 11:57 AM
Miguel Grosso (desde Argentina)
Cardenal Muller: cada vez mejor.
21/11/14 12:04 PM
Damián
No entendí (porque nunca lo dicen) de qué manera concreta afecta a la mayoría de los matrimonios el hecho de reconocer a una minoría de uniones. ¿? cri cri ... cri cri
21/11/14 1:46 PM
David
Damián, de la misma manera que afectaría a la dignidad humana reconocer derechos humanos a los grillos, los rinocerontes o los grandes simios.

Además, cuando se quebranta la ley natural, salimos todos perjudicados

cri, cri, cri
21/11/14 2:20 PM
antonio
Es así completamente, es política del nuevo desorden mundial, una marcha clarisima, a la Segunda Venida del Señor, un mundo que ante la mirada de una persona inocente, es un barrio chino al amanecer,(Todos vomitando),Pieper.El mundo del placer, con colaboracionistas en el interior de la Iglesia, tontos, y/o evidentemente culpables, enemigos del mundo,pero amigos del mundo," Por sus frutos los conoceréis", la desintegración de los pueblos, y nuevo poder mundial, que ya está establecido.
21/11/14 3:06 PM
Yolanda
¡Müller próximo papa! (Cuando Dios quiera)
21/11/14 3:39 PM
Ikari
Ahora me pregunto, si lo dicho en este evento sobre la familia saldrá en alguna publicación. Sería realmente interesante conocer la visión de familia en otras religiones y cuales son los puntos de contacto.
Digo, si publicaron lo dicho en el sínodo de la familia que no es mas que el borrador de un borrador para el sínodo del año que viene ¿porque no publicar lo dicho en este evento organizado por la CDF?
21/11/14 7:12 PM
Rafael
Lo peor de todo, señor Cardenal, es que buena parte de "esos ataques al matrimonio que llevan al suicidio de la humanidad" vienen desde dentro de la Iglesia. De todas formas, gracias por su posicionamiento.
21/11/14 8:04 PM
Blanca
No me parece bien que la Iglesia católica, que posee la verdad, tenga que llegar a un consenso, a un denominador común, con otras religiones, en materia de fe.¿harán lo mismo con el resto de la doctrina, para llegar a una única religión sincrética?
21/11/14 8:35 PM
JuanM
Ese, el ataque a la familia natural, es uno de los frentes de la masonería. Blanco y en botella.
21/11/14 8:44 PM
Ikari
No es consenso Blanca, es búsqueda y reconocimiento de algo que es inherente al ser humano.
Que la iglesia lo muestre de forma mas profunda a la Luz de la Reveleación es otra cosa.
21/11/14 9:10 PM
antonio
No es consenso Blanca, es búsqueda y reconocimiento de algo que es inherente al ser humano.
Que la iglesia lo muestre de forma mas profunda a la Luz de la Reveleación es otra cosa.


Es asi, como estoy con el copio y pego ja!!!!Ja!!!
22/11/14 12:07 AM
Enrique G. B. A.
A mi tampoco me parece bien lo que no le parece bien a Blanca.
Pero: ¿de dónde esta preocupación para esta entrevista al cardenal Müller?
Ni veladamente da a entender la búsqueda de sincretismo.
Desde la doctrina católica sobre el matrimonio, a partir de la doctrina católica sobre la ley natural en el corazón de los hombres, fundamenta la necesidad de un diálogo sobre el matrimonio con otros creyentes.
22/11/14 1:44 AM
Miguel
Yolanda:

El Espíritu Santo no está para hacernos el capricho. En todo caso, con humildad, como la Santísima Madre, aceptar Su voluntad sagrada, orar incesantemente y hacer nosotros lo que la Gracia nos impulsa, trabajando por la unidad de la Iglesia y practicando la caridad. La elección del Papa y su duración en el pontificado, dependen de Dios. Nuestros gustos o disgustos podemos anotarlos en una libretita y guardarla en un cajoncito.

Saludos en Cristo y María
22/11/14 2:39 AM
Tito Livio
Bravo! Grande Cardenal Muller
22/11/14 9:40 AM
Hortensia
Cuando leí la primera Relatio se me representaron los diálogos del Señor con los fariseos y luego las aclaraciones a los apóstoles sobre el matrimonio. Al leer al Cardenal Kasper y otros y las recriminaciones de Su Santidad a los "conservadores" que ponían cargas insoportables sobre los hombros de los demás... me pareció volver a escuchar a los discípulos antes de Pentecostés. Y pensé si esta doctrina católica sobre el matrimonio sostenida por dos mil años y que costara tanto mantener (Enrique VIII) en el orden de las naciones y también en la vida de tantos cristianos que vivieron su fidelidad matrimonial heroicamente, vendría a resultar un engaño. Me alegra enormemente leer este informe. Sostiene en el sacrificio a los que, cueste lo que cueste, sostienen en sus vidas las enseñanzas católicas fieles a Jesús.
23/11/14 11:24 AM

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