(Aleteia/InfoCatólica) En 10 años, la Comisión no ha encontrado ni siquiera un caso irregular, también porque su presidente, Wim Distelmans, es el pionero de la eutanasia; pero eso no significa que no existan.
Un famoso médico de Bélgica, el doctor Cosyns, ya en 2007 declaró públicamente: «Yo no consulto nunca a un segundo médico» en caso de eutanasia, algo requerido por la ley. En 2013, dijo frente al Senado que lo llamó para discutir la extensión de la eutanasia a los menores, después aprobada: «Desde 2011, no informo a la Comisión de los casos de eutanasia».
La muerte avanza
También está Holanda, donde la ley sobre la eutanasia es muy parecida a la de Bégica y donde, según un estudio de Lancet, no se informa del 23% de los casos de eutanasia.
Pero incluso actualizados con este defecto, los datos referidos por la Comisión belga impresionan si pensamos que, desde 2003, las personas muertas con la eutanasia en el país aumentaron más del 700%. En 2003, los casos eran 235, frente a los 1.816 de 2013. Los números crecieron de modo constante, y se confirmó la alarma lanzada por los médicos belgas: «La ley sobre la eutanasia está llevando a la banalización de la muerte».