«En esos momentos tan difíciles sentí a Dios muy cerca»

Jasmine Muñoz, un milagro de vida, cumple su deseo de ir al Vaticano

Cuando a Jasmine Muñoz le pidieron que escogiera lo que deseaba hacer, las opciones eran tentadoras: ir a Disneylandia a conocer a Mickey, ir a una playa y disfrutar del sol y del mar, o hacer un viaje en un crucero. Pocos esperaban que la pequeña de 12 años, sobreviviente de leucemia, respondiera que su único deseo era conocer el Vaticano y al Papa.

(El heraldo católico/IbfoCatólica) Gracias a Make-A-Wish el sueño de Jasmine se hizo realidad en abril, cuando viajó a Roma junto con su familia. Make-A-Wish es una organización sin ánimo de lucro que se dedica a conceder los deseos de niños que padecen enfermedades graves que atentan contra su vida.

Pruebas y retos

Jasmine fue diagnosticada con leucemia en mayo de 2011. Lo que comenzó como un dolor de estómago terminó con la noticia que padecía cáncer en la sangre. La familia, que vivía en Oakley, llevaba un año en México a donde se habían mudado para que sus tres hijas, Jasmine 12, Isabela 6 y Camila 4, aprendieran español. Fue allí donde les informaron sobre el estado de salud de Jasmine. Cuatro días después, estaban de regreso en California. Del aeropuerto fueron directamente al Hospital Kaiser, en Oakland, donde empezó el tratamiento.

La niña fue sometida a quimioterapia, pero no funcionó, intentaron con un procedimiento nuevo que estaba en prueba, pero tampoco dio resultado; aún así, Jasmine fue la única sobreviviente de siete pequeños en los que se realizó el examen.

Volvió a quimioterapia, pero por tener defensas tan bajas adquirió varias infecciones; le dio neumonía y hasta encontraron líquido en los pulmones y el corazón. También le dio un paro cardíaco. Pasó dos meses en cuidados intensivos, fue intervenida quirúrgicamente y la conectaron a varios aparatos y un respirador artificial.

El apoyo de Dios

«Estábamos derrumbados. Los médicos nos dijeron que lo único que podíamos hacer era orar», recuerda Norma Muñoz, madre de la pequeña.

«En esos momentos tan difíciles sentí a Dios muy cerca, estábamos inconsolables. De repente me entró una paz indescriptible, dejé de llorar y me sentí muy tranquilo sabiendo que todo iba a estar bien. Ahí viví un encuentrocon Dios», recuerda Ignacio, padre de Jasmine, quien afirma que anteriormente no estaba muy cerca de la Iglesia.

La pequeña fue trasladada al hospital de la Universidad de California en San Francisco, UCSF, y los médicos descubrieron que había adquirido una infección muy fuerte. Fue sometida a tres cirugías, la última de ellas a corazón abierto.

«Los médicos, las enfermeras y todos en casa nos sorprendemos por la fortaleza de Jasmine»,dice Norma, quien comenzó a ir a la parroquia de San Joaquín en Hayward desde que su hija se enfermó. En ese entonces se habían mudado a esa ciudad para estar cerca de los suegros de Norma. Los doctores le propusieron a la familia realizar un trasplante de médula.

Fe y señales

«Fue una decisión difícil, muy riesgosa, teníamos mucho miedo porque no sabíamos si Jasmine la iba a soportar. Pero fue una señal de Dios porque mi segunda hija, Isabela, salió 100 por ciento compatible», dice Norma. Otro reto, recuerda la madre, fue tener a dos de sus hijas hospitalizadas, «una luchando por su vida y la otra pequeña salvándole la vida a su hermana».

Jasmine recibió muy bien el trasplante y se recuperó en cuatro semanas. Con este procedimiento los médicos buscaban que el organismo de Jasmine reemplazara sus células por las de Isabela. El último examen realizado hace dos meses reveló que la niña tenía el 99 por ciento de las células de su hermana. «Estamos muy cerca», dice Norma quien asegura haber visto muchos milagros en el proceso de recuperación de su hija, pues la pequeña estuvo al borde de la muerte en varias ocasiones.

«Esto cambió nuestras vidas, éramos católicos pero no íbamos a misa seguido. Nos hemos acercado mucho a Dios y ahora nos llena ir a la iglesia en familia. Hasta Jasmine está leyendo la vida de Santa Teresa». Norma se convirtió en lectora dela parroquia de San Joaquín y Jasmine forma parte del coro y aunque le gusta mucho no puede ir todo el tiempo porque le duelen las piernas. La niña desarrolló un tipo de osteoporosis por falta de ejercicio al pasar tanto tiempo en cama.

El deseo de Jasmine

Desde que Jasmine entró al hospital, la trabajadora social les dijo que existía la fundación Make-A-Wish. La pequeña dijo que quería conocer el Vaticano. Todos se quedaron sorprendidos por su elección. Le regalaron un libro de Italia y más se enamoró de ese país. «Escogí Roma porque me gusta Europa, el idioma, la comida, las iglesias y me gusta la historia», dijo Jasmine.

«Quiero conocer al Papa porque es como el Jesús que está ahora en la tierra. Le preguntaría cómo es la vida de Papa, cómo vive», afirmó la niña. Y aunque no fue posible lograr una audiencia privada con el Papa, porque ese sería un segundo deseo, sí va a estar presente en una de las audiencias públicas.

«Estamos muy agradecidos con todos, especialmente con la comunidad de la parroquia de San Joaquín que han estado tan pendientes de nosotros y con el padre Mario Olea que ha puesto el nombre de Jasmine en el boletín de la parroquia para que todos oremos por ella». «A todos ¡mil gracias!», dicen los Muñoz.

 


 

Pide un deseo (Make-A-Wish)

La organización Make-A-Wish se dedica a conceder los deseos de niños entre los 2 años y medio y los 18 años que padecen enfermedades que ponen en peligro sus vidas.

El proceso comienza con la recomendación de los padres, doctores, trabajadores sociales u otras personas que saben que la vida del niño está en peligro por su condición médica, dice Jen Wilson, directora de mercadeo de Make-A-Wish del capítulo del Área de la Bahía.

El año pasado este capítulo recibió 413 recomendaciones de las cuales 262 fueron aprobadas. La Fundación Make-A-Wish fue creada en 1980, en memoria de Chris Greicius, un niño de 7 años que padecía leucemia. Su serie televisiva favorita era «CHIPS,» y a Chris le fascinaban sus héroes uniformados.

El 29 de abril de 1980, el deseo de Chris se hizo realidad cuando un grupo local se reunió para hacer posible que él fuera un agente de policía durante un día. Su experiencia fue el primer deseo concedido por una organización que hasta la fecha ha adjudicado más de 234 mil deseos.

Actualmente la Fundación cuenta con 62 capítulos en Estados Unidos. El del Área de la Bahía comenzó en 1984. Ese año esa sola oficina cumplió 27 deseos. Hoy es una de las más grandes del país y ha hecho realidad más de 6 mil deseos.

Make-A-Wish cubre todos los costos incluyendo viaje y hospedaje gracias a las donaciones de corporaciones, clubes, grupos o individuos.

Wilson hace un llamado a voluntarios que hablen español para que ayuden a las decenas de familias hispanas que contacta esta organización.

Para más información visite www.sf.wish.org.

2 comentarios

Maria del Carmen de Rivas
K Dios los bendiga por las obras k hacen sigan adelante x cumplir loa sueños de quien ms lo necesitan
18/05/14 4:34 PM
Alf_3
Lástima que no le pudieron conceder su segundo deseo. Percibo que esta niña puede ser 'llamada' a la vida religiosa, y su familia no parece fuera a oponerse.
Dios los bendiga.
18/05/14 8:11 PM

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