«Ni Rouco ni yo vemos peligros de Guerra Civil en España»

Mons. Munilla sale en defensa del cardenal Rouco ante el acoso que sufrió por su homilía en el funeral por Suárez

El obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, ha lamentado hoy que «no ha habido ninguna proporción» entre las palabras sobre la Guerra Civil que el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, incluyó en su homilía en el funeral por el expresidente Adolfo Suárez y los posteriores comentarios y lecturas al respecto. , El cardenal Rouco afirmó que el Suárez «quería superar la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar».

(Agencias/InfoCatólica) «Para mí no ha habido ninguna proporción entre esas palabras utilizadas en una frase y los comentarios y lecturas realizadas. No ha habido ninguna proporción», ha reiterado Mons. Munilla, en una entrevista a Euskadi Irratia

En este sentido, ha asegurado que «ni yo ni Rouco vemos» peligro de Guerra Civil en España, y ha lamentado que «algunas veces pasa que utilizamos a algunas personas como si fueran el coco». De esta manera, ha señalado que, si lo dicho por Rouco Varela «lo hubiera dicho otro, se hubieran entendido de otra manera».

«Yo las entendí en el sentido de que debemos superar el no poder vernos y los odios, para que nuestra relación vaya por buen camino. Y es que, muchas veces, veo que las palabras no se entienden por el significado de por sí, sino en base a si la persona que las dice está bien o mal visto, o si se le mira con el ojo derecho o con el izquierdo», ha explicado.

Los derechos de los etarras no pueden ser excusa para repudiar sus crímenes

Por otro lado, el obispo de San Sebastián ha indicado que «claro» que los presos de ETA tienen derechos, pero que no se puede reivindicar esos derechos sin repudiar, «en la misma medida, los asesinatos que cometieron», porque, de esa manera, se utilizan los derechos de los presos «como excusa» para no «enfrentarse» al hecho de que hay que hacer «una apuesta firme por la paz, repudiando todas las violencias».

Mons. Munilla ha señalado que la función de la Iglesia no es la de posicionarse en favor de una estrategia política u otra, ya que «habrá muchos católicos favorables a una estrategia y otros muchos favorables a otra». En este sentido, ha señalado que «la palabra propia» de la Iglesia debe ser la de «la apuesta por la paz».

Asimismo, ha reiterado que, «por supuesto, que los presos de ETA tienen derechos», y ha recordado que él mismo ha dicho «claramente» que los presos enfermos deben pasar «sus últimos momentos con sus familias».

«Teniendo eso claro, si empezamos a reivindicar los derechos de los presos sin repudiar en la misma medida los crímenes que cometieron porque, entonces, utilizamos esos derechos como excusa para no hacer frente a algo más importante, como es la necesidad de salir de esta crisis tan profunda haciendo una apuesta firme por la paz y repudiando todas las violencias», ha reiterado.

No hay vuelta atrás en el cese de la violencia

En este contexto, Mons. Munilla ha afirmado que «vamos por buen camino» y que, en la medida en la que pasa el tiempo, «para mi cada vez está más claro que aquí no hay vuelta atrás». A pesar de ello, ha indicado que le da «algo de pena» cuando ve por la televisión o escucha en la radio que «andan con los jaleos de siempre».

«Muchas veces pienso que parece que estamos en una situación de hace diez años, con la misma canción. A mi me gustaría superar eso, y creo que deberíamos hablar de otra manera», ha concluido.

 

14 comentarios

Tomás Bertrán
Mons Munilla, los comentarios de los políticos sobre lo que dijo Mons Rouco se comprenden muy mucho, sabiendo la cultura de esta España sobre comprensión de lectura (informe PISA). ¡Qué le vamos a hacer!. Tenemos unos políticos de pocas entendederas.
3/04/14 2:46 PM
Francisco Javier
Pues si critican las palabras de Rouco con tanto odio... es sin duda de que no estamos en una población respetuosa y tolerante sino guerracivilista y polarizada.

Por tanto, el Cardenal tiene razón.
3/04/14 4:39 PM
Mariana
Las reacciones de los políticos confirman lo que Rouco dijo...y con frasecitas escritas por aquí y por allá en las paredes de las iglesias, como esa tan "iluminadora" que dice : "Arderéis como en el 36" me temo que Rouco resulte hasta profeta...
3/04/14 5:31 PM
conchi
¿ Se podrían aplicar las palabras de Dn.Quijote a Sancho?.Ladran,pues cabalgamos.Siento que cada vez hay más gente que odia a la Iglesia.Están ciegos,no ven lo que hacen los católicos,por poner un ejemplo,en Caritas.Yo no veo a nigún
político hacer algo igual.Parece que la "era zapteril",caló bien en ciertas clases sociales.Estoy con Monseñor Rouco y si alguno no lo está,allá él.La falta de cultura de esta bendita tierra,se nota mucho.He estado en Perú y ahora vamos mucho a Suiza (Berna),tenemos a nuestra hija y nietos allá.¡Cómo se nota la educación!.Me duele España.
3/04/14 6:54 PM
Mariana
Las reacciones de los políticos confirman lo que Rouco dijo...y con frasecitas escritas por aquí y por allá en las paredes de las iglesias, como esa tan "iluminadora" que dice : "Arderéis como en el 36" me temo que Rouco resulte hasta profeta...
3/04/14 7:12 PM
Fernando
Hay que apoyar al cardenal Rouco frente a los enemigos de la Iglesia, y rezar por ellos. Pero NO nos traguemos el discurso liberal:
La obra política de Suárez y de la democracia juancarlista fue y es profundamente ANTICATÓLICA.
3/04/14 7:17 PM
José Luis Sánchez de Lamadrid Sandoval
Con la visión sesgada de la Historia, resulta que sólo se puede hablar de "Memoria Histórica" cuando se hace desde el punto de vista que, en vez de "Memoria" se convierte en Rencor Histórico, que es la forma como la han entendido en cierto sector de l Opinión la citda "Memoria".
La advertencia que hizo el Cardenal Rouco,hecha como persona conocedora de la Historia, y-por supuesto- como persona dotada de la mismísima libertad de expresión que tiene quien se sirve de ella para escandalizarse,está cargada de sentido común. Solo un hipócrita puede ver una amenaza donde hay na madura reflexión
3/04/14 7:38 PM
Miré los muros de la patria mía
Anotó el general y jefe del ejército republicano Vicente Rojo, que regresó finalmente a España en la década de los 60, en uno de sus escritos: “Las deudas de sangre sólo se cancelan con la comprensión, el olvido y el perdón, y es preciso que así sea porque de lo contrario no se acabarán nunca. Y basta para hacerlo posible una cosa simple: no excitar los odios, sino la convivencia”. Y en otra página: “No tienen autoridad para pedir que desaparezca el odio quienes lo crearon”. Pues qué quieren que les diga: estos cainitas pseudoprogres e izquierdistas están perfectamente retratados por aquel gran profesional, que tuvo que sufrirlos a fondo, y el error del cardenal Rouco consistió en defender que los grandes valores de Suárez consistieron en no excitar las rencillas, sino la convivencia democrática. Para los dogmáticos infectados con rencores, seguir creando el odio y sembrar la disensión entre españoles es punto menos que irrenunciable. No han aguardado siquiera a la inhumación para ofrecer nuevamente el espectáculo y denigrar a quien, supuestamente, se rendía homenaje. El discurso de Rouco podrá doler a muchos,que no quieren oír lo que sucedió en el pasado,pero contiene pasajes muy dignos de reflexión que algunos miserables se permiten despreciar con su estilo ruín y mentecato.
3/04/14 7:58 PM
Fernando
Acerca de guerracivilismo y demás, he aquí un fragmento de Pio XI de su encíclica Dilectissima Nobis de 1933 sobre España:
No nos detenemos ahora a repetir aquí cuán gravísimo error sea afirmar que es lícita y buena la separación en sí misma, especialmente en una Nación que es católica en casi su totalidad. Para quien la penetra a fondo, la separación no es más que una funesta consecuencia (como tantas veces lo hemos declarado especialmente en la Encíclica « Quas primas ») del laicismo o sea de la apostasía de la sociedad moderna que pretende alejarse de Dios y de la Iglesia. Mas si para cualquier pueblo es, sobre impía, absurda la pretensión de querer excluir de la vida pública a Dios Creador y próvido Gobernador de la misma sociedad, de un modo particular repugna tal exclusión de Dios y de la Iglesia de la vida de la Nación Española, en la cual la Iglesia tuvo siempre y merecidamente la parte más importante y más benéficamente activa, en las leyes, en las escuelas y en todas las demás instituciones privadas y públicas. Pues si tal atentado redunda en daño irreparable de la conciencia cristiana del país, especialmente de la juventud a la que se quiere educar sin religión, y de la familia, profanada en sus más sagrados principios; no menor es el daño que recae sobre la misma autoridad civil, la cual, perdido el apoyo que la recomienda y la sostiene en la conciencia de los pueblos, es decir, faltando la persuasión de ser divinos su origen, su dependencia y su sanción, llega a
3/04/14 8:07 PM
Pepito
Tranquilos, no hay peligro de guerra civil porque entre otras cosas los católicos de ahora no nos tomamos en serio nuestro catolicismo en materia política.

Si los católicos españoles no fuésemos en su inmensa mayoría unos tibios y acomplejados y proclamásemos sin miedo la supremacía de la Ley de Dios sobre la mera soberanía de la voluntad popular, seríamos perseguidos y probablemente se originarían dos bandos políticos, el confesional y el no confesional, que podría dar origen a una nueva guerra civil por motivos religiosos.

Lo que ocurre es que somos católicos descafeinados y mundanos en materia política y hemos hecho traición al principio de la soberanía política de Dios colocando en su lugar el ídolo de la mera soberanía del pueblo, aunque la voluntad popular contradiga la santa voluntad de nuestro Dios.

Y no es que predique ni sea partidario de una nueva guerra civil, pero lo que no puede ser es que por evitarla nos convirtamos en unos cobardes y claudiquemos de nuestros innegociables principios políticos exigidos por la Fe.

Claro está que dos no pelean si uno se rinde de antemano y claudica de sus sacrosantos principios. Si los defendiésemos como es debido, ya veríamos lo que ocurriría.

A veces la guerra es inevitable si uno es fiel a sus principios, y no porque se quiera una guerra sino porque principios políticos totalmente contrarios es inevitable que entren en conflicto si ninguno de los que los defienden están dispuestos a negarlos.
4/04/14 12:07 AM
Joseba P.
Vaya, silencio ante los ataques al Cardenal Sebastian por exponer la Doctrina Católica y defensa a Rouco por defender la Transición y la Constitución. No lo entiendo, Don Jose Ignacio.
4/04/14 7:25 AM
Valero Martínez San Miguel
La prueba de que la reacción desorbitada de ciertos políticos va más contra Rouco que contra lo que dijo es que cuando Benedicto XVI dijo que observaba en España un clima parecido al de los años 30,no se rasgaron las vestiduras como ahora lo hacen contra Rouco.Que se quiten las gafas de color con que miran esos políticos y vean si no es verdad que continuamente se están dando en España manifestaciones de odio´y ataques contra la Religión como en los años 30
5/04/14 1:02 PM
Luis Fernando
Valero, apúntate una. Ni nos acordábamos de esas palabras de Benedicto XVI.
5/04/14 2:13 PM
Luis Fernando
En el buscador de InfoCatólica (arriba a mano derecha), poned:
El Papa recuerda lo ocurrido en la II República al hablar del avance del laicismo en la España de hoy
5/04/14 2:16 PM

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