(Fides) Reunidos en Tiberias el pasado 11 y 12 de marzo, el Consejo de Obispos Católicos ordinarios de Tierra Santa ha aprobado una resolución emitida por la Comisión de Justicia y Paz en términos claros que aborda el espinoso problema de la identidad de los cristianos árabes ciudadanos de Israel, rechazando cualquier intento de convertirles en una minoría privilegiada en sus relaciones con el Estado judío.
«Nosotros, los Jefes de la Iglesia Católica en Israel», dice el comunicado emitido por los órganos del Patriarcado Latino de Jerusalén, «queremos aclarar que no es ni derecho ni deber de las autoridades civiles israelíes decirnos quienes somos».
Árabes, palestinos y ciudadanos de Israel
La mayoría de los católicos en Israel - reafirman los Obispos - «es árabe palestina. Ellos son también cristianos. Y también son ciudadanos del Estado de Israel. No vemos ninguna contradicción en esta identidad definida como: árabes cristianos palestinos y también ciudadanos del Estado de Israel». Y el Parlamento de Israel, «trabaja por el bien de los ciudadanos de Israel, debe realizar todos los esfuerzos necesarios para adoptar leyes para poner fin a la discriminación, que estén a favor de los audíos, árabes, cristianos, musulmanes y drusos».
La campaña promovida por el parlamentario israelí Yariv Levin puntaba especialmente a extender a los cristianos ciudadanos árabes de Israel el servicio militar obligatorio. Con este fin, Levin ha apelado reiteradamente al argumento de que los cristianos palestinos «no son árabes».
En una entrevista con el diario Maariv, Levin también había esbozado una serie de medidas legales a poner en marcha para favorecer a los cristianos palestinos respecto a los musulmanes palestinos. «Para empezar», dice el político israelí 'tendrán su propia representación en los consejos municipales y el gobierno'.
Entre las propuestas apoyadas por Levin está también la de consentir a los bautizados palestinos definirse 'cristianos' y no «cristianos árabes» en los documentos de identidad. Estas y otras medidas de acuerdo con Levin sirven para que los ciudadanos cristianos estén 'más cerca' del Estado judío.