(EP) «Ha aludido también a Cáritas y a nuestros problemas de hoy y creo que esa Iglesia que dice la verdad, la dice y la lleva misericordiosamente, la verdad de Cristo, es la que nosotros queremos vivir con él en este tiempo que nos ha tocado atravesar, un camino de la historia nada fácil», ha indicado el cardenal Rouco Varela en declaraciones a la COPE recogidas por Europa Press.
El purpurado, que ha destacado que el papa Francisco ha regalado a cada obispo un pectoral, ha mostrado su deseo de que la invitación que le han hecho los obispos para que visite España en 2015 con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús tenga una respuesta afirmativa. «A ver si nos dice pronto que viene a España el año que viene, está menos oscuro que antes, un poco más claro», ha afirmado.
Asimismo, ha indicado que el Papa les ha dejado el mensaje para la Iglesia española «por escrito» y que después ha continuado con su agenda «cargada de ocupaciones y encuentros» que está llevando «con fuerza, ánimo y entusiasmo» pero que a veces también puede causarle cansancio. «Los Papas también se cansan», ha recordado.
Encuentros «jugosos»
El cardenal Rouco Varela ha asegurado que los encuentros que ha mantenido el primer grupo de obispos españoles con el Papa Francisco han sido «muy jugosos» desde el punto de vista personal, pastoral y espiritual.
Además, ha apuntado que el Papa conoce bien la historia de la Iglesia en España, que«le preocupa mucho lo que ocurre» en España y que les alienta a continuar con entusiasmo de evangelizadores, un entusiasmo que, según ha precisado el cardenal, ha encontrado ahora con Francisco «un estímulo muy poderoso y muy gozoso» porque él «irradia la alegría del Evangelio».
Desafío para los obispos españoles
El discurso del Papa, según ha señalado el arzobispo de Madrid, implica para los obispos españoles un desafío de no olvidar el primer anuncio y de llevar el testimonio de Dios a todos los ámbitos de la vida, «por supuesto a la vida pública».
También se queda con el mensaje del Papa sobre la familia y ha apuntado que ese mensaje sobre la verdad de la familia, del amor humano y de la gran familia «debe servir para configurar la misma realidad de la vida de la Iglesia, incluso la realidad de la sociedad, incluso la realidad de los pueblos de la comunidad internacional».
Asimismo, ha destacado que el Pontífice habla mucho de la fidelidad llamando la atención sobre el hecho de que no solo hay que «excluir y derrotar la cultura del descarte» sino también la de «lo transitorio, lo efímero, lo no comprometido». Para el cardenal, hay que vivir el sí a Cristo en la familia, el matrimonio y la vida consagrada «como un sí definitivo».