(Agencias/InfoCatólica) El PSOE registró esta proposición no de ley el pasado 2 de enero, con el objetivo de exigir al Gobierno la retirada urgente del anteproyecto de Ley.
El PSOE pensaba que no pocos diputados del PP romperían la disciplina de voto. Diversas fuentes señalan que al menos cuatro diputados del PP lo hicieron. Sólo unos minutos antes, 179 parlamentarios populares aprobaron la ley para cambiar la doctrina española sobre justicia universal. En la votación del aborto este número se redujo a 175. Este cálculo es posible restando a los 183 noes totales, los seis de Unió Democrática de Cataluña y los dos de UPN (Unión del Pueblo Navarro) y Foro Asturias. Pero como el voto era secreto, no puede ser confirmada esa teoría.
Voto secreto
El PSOE registró el pasado jueves una petición en la Cámara Baja para que la votación de su proposición no de ley, que pedía la retirada del anteproyecto de ley de reforma del aborto, fuera secreta y, además, se efectuara a través de unas papeletas anónimas depositadas en una urna.
Según el Reglamento de la Cámara Baja, la votación puede ser secreta si así lo piden dos grupos parlamentarios, o bien una quinta parte de los diputados, es decir, 70 diputados del total de 350, que es la vía por la que ha optado el Grupo Socialista.
Las votaciones secretas pueden efectuarse bien por procedimiento electrónico, donde los diputados aprietan los botones del voto (a favor, en contra o abstención) pero su voto no se refleja en el panel de las votaciones, se queda en negro y simplemente recoge el resultado total, o bien por el de las papeletas en la urna, que fue el solicitado por los socialistas.
La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, recordó esta semana su intención de pedir la votación secreta de cara a recabar el apoyo de los críticos del PP con la nueva regulación.